Pasarela con 'P' de Palencia

Clara Tomé ha desfilado para Hannibal Laguna o Ágatha Ruiz de la Prada; lo hizo dos años en la Fashion Week de Cibeles y ha posado con modelos de Victoria Beckham en sesiones en Dubai

Esther Bengoechea

Palencia

Lunes, 14 de febrero 2022, 00:54

Desde niña coleccionaba todas las revistas de moda que su madre le compraba. Conocía al dedillo a todos los diseñadores y todas las marcas. La primera vez que se subió a una pasarela fue en Palencia y con un fin benéfico, recaudar dinero para el pueblo saharaui. Por aquel entonces contaba con 13 o 14 años. «Tú ya habías modelado antes, ¿verdad?», le dijo la diseñadora leonesa Susana Escribano cuando la vio sobre la pasarela. Pero no, era la primera vez que se subía. Sin duda, no iba a ser la última.

Clara Tomé:

24 AÑOS tiene esta modelo palentina, licenciada en Derecho por la Universidad de Salamanca y que actualmente estudia un máster de Derecho Medioambiental, que dentro de unos días retornará a Estambul para continuar posando para grandes marcas

La palentina Clara Tomé ha trabajado para diseñadores como Hannibal Laguna, Beatriz Peñalver o Ágatha Ruiz de la Prada. También para marcas como Adidas, Reebok, Puma y Ellesse. Y este pasado verano tuvo una sesión fotográfica con diseños de Victoria Beckham en Dubai. «Disfruté mucho porque era ropa muy elegante», rememora.

Cuando, tras su debut, se bajó de aquella pasarela hace más de diez años, estaba feliz. «Yo nunca me lo había planteado. Desde pequeña era el bicho raro. Mido 1,80, soy muy delgada y tengo el pelo afro. Confianza en mí, en aquella época adolescente, no tenía ninguna. Yme gustó lo que sentí en ese desfile, ese sentimiento de recuperar la confianza en mí misma y verme así», rememora la joven palentina de 24 años, licenciada en Derecho por la Universidad de Salamanca y que actualmente cursa un máster de Derecho Medioambiental.

Comenzó con pequeños trabajos como modelo. Y el salto, el primer gran paso, lo da en 2018 cuando desfila en la Fashion Week de Cibeles para Lucía Valverde. Un año más tarde, en 2019, y sobre la misma pasarela, lo haría para el diseñador Hannibal Laguna. «A mí lo que más me gusta es la pasarela. Los desfiles es lo que más disfruto, los momentos de salir a escena y la actitud», reconoce la modelo.

Por sus medidas, de altura y de cuerpo, puede ser considerada más modelo fashion, de pasarela, pero por su pelo se le puede considerar también más modelo comercial, es decir para posar frente a la cámara, explica ella. «Es como que valgo para todo, pero también para nada», bromea.

Cuando terminó la carrera, decidió apostar por el modelaje. «Cuando acabé, decidí modelar a nivel internacional y firmé con una agencia Talent Model Management, que tiene sede en Hong Kong. Es como una agencia madre, que se encarga de conseguirme una en Alemania, otra en Dubai, otra en Londres...», explica. «Y me está yendo muy bien», agrega.

Y tanto que le está yendo muy bien. Ha vivido durante un año en Estambul, allí estaba trabajando cuando estalló la covid. «Siempre tienes un mal prejuicio de Estambul, no lo relacionaba mucho con la moda, pero me enamoré de la ciudad, me trataron muy bien, trabajé muy bien y por eso me quedé un año. Aprendí de su cultura, son muy abiertos, son encantadores y muy serviciales», argumenta.

Firmas fijas

Si todo va bien, en unos días volverá a volar a Turquía. «Esta vez es por poco tiempo porque en abril empiezan el Ramadán. Quiero ir porque tengo muchas firmas ya fijas y trabajo muy bien allí», señala.

Además de en la ciudad de Santa Sofía y la Mezquita Azul, Clara Tomé también vivió en Dubai este pasado verano. «Ha sido increíble, he trabajado mucho, con marcas que no me imaginé jamás que trabajaría y tengo la previsión de volver», reconoce la modelo palentina, que disfruta mucho con su trabajo. «Tiene muchas cosas buenas. Tengo la suerte de que, a mi edad, he conocido a mucha gente, estoy haciendo lo que yo quería y me empapo de tantas culturas que te abren la mente», razona.

Para Clara Tomé ser modelo no se limita a subir a una pasarela o a posar delante de una cámara. Hay mucho trabajo detrás, en el día a día de las modelos. «Puedes tener un trabajo a la semana, pero los días libres tienes que seguir currando en ti y cuidándote. Y no es solo físico, no es solo comer bien y hacer ejercicio, también es un trabajo mental. Yo ya tengo 24 años y manejo las críticas, tengo confianza en mí misma, pero una niña de 15 años no asumirá igual los comentarios de los directores de casting. Hay gente que tiene problemas físicos o enfermedades por todas estas cuestiones. Gracias a Dios cada vez hay menos, porque esto está cambiando y cada vez hay más diversidad», afirma.

Domina y disfruta hablando inglés, ya que desde niña viajó a países del extranjero en estancias con distintas familias, aunque en Estambul llegó a aprender el turco, que en breve podrá volver a practicar. «En Turquía no hablan mucho inglés, pero entre el que medio saben y lo que aprendí de turco, que no hablo mucho, pero lo entiendo casi todo, pues nos entendíamos perfectamente», recuerda.

Compagina su carrera de modelaje con el máster de Derecho Medioambiental. «Intento complementar las dos cosas. Me encanta la moda, siento mucho orgullo de llegar donde he llegado y creo que aún me quedan más horizontes en esto, pero también encuentro mi sitio con el máster para ayudar al mundo», concluye la palentina.