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Aerogeneradores en Magaz de Pisuerga. Marta Moras
Los 40 parques eólicos de Palencia evitan la emisión de 1,3 millones de toneladas de CO2 al año

Los 40 parques eólicos de Palencia evitan la emisión de 1,3 millones de toneladas de CO2 al año

Palencia es la tercera provincia de Castilla y León que más energía produce a través de aerogeneradores, detrás de Burgos y Soria

Marco Alonso

Palencia

Domingo, 29 de diciembre 2019, 18:10

El parque de generación eléctrica español es cada vez más renovable. Durante el año 2019 que ahora acaba, la potencia instalada no contaminante ha experimentado un crecimiento del 10 % con la entrada en funcionamiento de casi 5.000 nuevos megavatios 'verdes'. De esta manera, las energías limpias representan ya el 49,3 % de la capacidad de generación en España, que cuenta con más de 108.000 megavatios, según la información estimada por Red Eléctrica de España en su previsión de cierre del año. Palencia no se queda atrás en ese auge verde y cada vez son más los aerogeneradores instalados en la provincia, en la que hay 40 parques y otra docena van en camino para aumentar los 764,1 megavatios que aporta ahora a la red la energía que genera el viento palentino.

Las estimaciones señalan que la puesta en marcha de estos 40 parques evita la emisión de 1,3 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año, según los estudios publicados por la Asociación Empresarial Eólica. La huella de carbono de la provincia va bajando gracias a la implantación de este tipo de energías, que han ido mejorando paulatinamente y en el horizonte hay más parques que inician su tramitación.

Las instalaciones de autoconsumo crecen por el nuevo marco legal

El Gobierno dio en abril luz verde al real decreto por el que se regularon las condiciones de autoconsumo de energía eléctrica, tras derogar en octubre el impuesto al sol. Hasta ese momento, un ciudadano que había instalado placas solares en su casa podía verter la energía sobrante a la red, pero no la cobraba, salvo que se convirtiese casi en empresario. Con este nuevo marco se trataba de fomentar que los vecinos colocasen sus instalaciones para poder producir y consumir su propia energía y, al parecer ese objetivo se está consiguiendo, tal y como señalan desde Univergy, una de las empresas que está impulsando las instalaciones de autoconsumo en la provincia. «Una inversión de entre 4.000 y 6.000 euros en una vivienda permite ahorrar entre un 30% y 40% en la factura de la luz», explica Juan Felipe Pérez, director comercial de Univergy, que cifra la amortización de la inversión en unos seis años de media.

El nuevo marco legislativo ha ejercido como catalizador de nuevos proyectos y el presidente de Univergy, Ignacio Blanco, asegura que la instalación de placas solares está creciendo de forma exponencial en todo el país y que Palencia no está al margen de esta tendencia. No obstante, ese incremento de los hogares que producen su propia energía no afectará a los grandes proyectos de plantas limpias que se instalarán en España tras la descarbonización y el anunciado cierre de las nucleares. «Los datos que se prevén señalan que entre 200 y 400 megavatios serán los que se generen en los próximos nueve años mediante instalaciones de autoconsumo. Las centrales grandes pueden generar 500 megavatios. El autoconsumo será un goteo que permitirá ahorrar a las familias, pero este modelo no va a sustituir a los grandes proyectos», explica Blanco.

El gran problema con el que se encuentran las instalaciones de autoconsumo solar reside en la imposibilidad de generar energía de noche. La falta de una tecnología sostenible en lo económico que permita acumular la energía del día para que se use por la noche hace que las instalaciones con baterías sean inviables. «Las baterías que hay ahora en el mercado tienen un precio que convierte su instalación en inviable. Están bajando un 20% anual y solo se están instalando en zonas aisladas, sin tendido eléctrico. El precio irá bajando y ese será el siguiente paso que se dé en este mundo, que está en continua evolución», recalca el presidente de Univergy, que prevé llevar el autoconsumo a 6.000 viviendas españolas en 2020.

La comunidad autónoma cuenta actualmente con una red compuesta por 4.308 aerogeneradores que son realmente heterogéneos. Desde aquellos primeros molinos instalados en 1.998 –capaces de generar cada uno solo 330 kilovatios–, se ha incrementado la potencia generadora de energía de cada unidad y los aparatos actuales han multiplicado por diez su capacidad hasta los 3,3 MW que producen los dispositivos más modernos.

Esta mejora de la tecnología ha coincidido con un momento de auge de las denominadas energías verdes impulsada por el ministerio de Transición Ecológica, aunque la falta de un Gobierno durante tanto tiempo está haciendo que la cautela siga presidiendo las inversiones.

En lo referente a la energía solar, Castilla y León tiene una media de 2.579 horas de sol al año, en línea con la media nacional de 2.588 –Alemania tiene en torno a 1.700 y tiene instalados nueve veces más gigavatios fotovoltaicos que España–. Según un análisis de SotySolar, compañía especializada en energía del sol y autoconsumo eléctrico, una instalación residencial en Castilla y León se rentabiliza en 6,28 años –la amortización varía en función del consumo y de lo que se paga en euros por el kw hora en la factura– y requiere una inversión media de 7.326 euros.

El futuro energético del país y, por ende el de la provincia, parece íntimamente ligado a los aerogeneradores y a las placas solares. Y es que entre los proyectos en camino hay dos instalaciones solares en Grijota y Herrera, mientras que Paredes de Nava contará a comienzos del año que entra con dos parques eólicos en funcionamiento que ayudarán no solo a revitalizar la zona, sino a contribuir con una energía limpia que está bajando la huella de carbono.

La forma que tiene un aerogenerador de convertir el viento en electricidad es la siguiente: el dispositivo se orienta automáticamente para aprovechar al máximo la energía cinética del viento, a partir de los datos registrados por la veleta y anemómetro que incorpora en la parte superior. El viento hace girar las palas, que comienzan a moverse con velocidades de viento de unos 3,5 m/s y proporcionan la máxima potencia con unos 11 m/s. El rotor (conjunto de tres palas engarzadas en el buje) hace girar un eje lento conectado a una multiplicadora que eleva la velocidad de giro desde unas 13 a unas 1.500 revoluciones por minuto. La multiplicadora, a través del eje rápido, transfiere su energía al generador acoplado, que produce electricidad. La energía generada es conducida por el interior de la torre hasta la base y, desde allí, por línea subterránea hasta la subestación, donde se eleva su tensión para inyectarla a la red eléctrica y distribuirla a los puntos de consumo.

Ignacio Blanco, presidente de una compañía eléctrica hispano-japonesa.

«La llegada de las nuevas plantas solares en proyecto abaratará la factura de la luz»

Ignacio Blanco es un licenciado en Derecho que nació en Palencia hace 47 años. Trabajó primero en un despacho de abogados, luego dio el salto a la banca, pero la decisión que marcó su vida fue la apertura de una pequeña empresa de energía solar y eólica llamada Enerpal, con la que se encargó de cubrir las necesidades del mercado energético renovable hasta que llegó el frenazo provocado por la crisis y tuvo que salir fuera para triunfar en un sector fotovoltaico al que hundió el denominado impuesto al sol. El accidente nuclear de Fukushima hizo que Japón cambiase su política energética y se marchó a la tierra del sol naciente en busca de una fortuna que se le negó en uno de los países con más horas de sol de Europa. Lleva siete años en Japón, es el presidente de la empresa Univergy y ha regresado a esa España que le dio la espalda en busca de nuevas opciones de negocio que dependen, en gran medida de un Gobierno que lleva ya demasiado tiempo en funciones.

–El futuro de su empresa en España depende de las medidas que adopte un Gobierno en funciones. ¿Cómo se viven estos momentos de incertidumbre desde un sector que depende tanto de las decisiones políticas?

–Existe voluntad política con el gobierno socialista de Pedro Sánchez y el ministerio de Transición Energética, pero está claro que llevamos demasiado tiempo con un Gobierno en funciones. No es fácil regular este tipo de asuntos cuando se está en funciones. Las grandes compañías eléctricas eran nuestras enemigas hasta hace bien poco, pero se han dado cuenta de que esto es imparable, que no hay marcha atrás, y ellas mismas han creado sus divisiones de renovables, de autoconsumo, y están desarrollando grandes plantas. Han entrado todas –Endesa, Iberdrola y la antigua Gas Natural–, incluso ha entrado Orange en el negocio de la energía solar. Hay una transición energética evidente y muy rápida en España. Se están cerrando las centrales de carbón y las nucleares, y lo que pensábamos hace dos años que era el futuro, ahora es la realidad.

–Con el cambio de modelo energético, mucha gente ha visto peligrar su modo de vida. ¿Tienen pensado invertir en zonas en las que el proceso de descarbonización ha hecho mella, como el norte de la provincia?

–En Palencia tenemos varios proyectos. En Herrera y Grijota hay proyectadas nueve plantas, que comenzarán a levantarse en 2021. En España se tarda en construir este tipo de plantas de gran formato entre dos y tres años. En Velilla hemos estado buscando terrenos, pero la dueña de la central tiene ventaja sobre nosotros. Hay muchas zonas públicas y estamos pensando en entrar en algún concurso o subasta. Confío en que todas esas personas que dependían de la central se puedan reubicar en los proyectos que puedan surgir en el futuro, cuando se consiga un Gobierno estable.

–Teniendo en cuenta las particularidades de la provincia de Palencia, ¿es más rentable la energía solar o la eólica?

–Palencia está entre las cinco mejores provincias de España para la energía eólica, pero las condiciones adecuadas para este tipo de instalaciones está en los páramos. Ahora se están repotenciando parques, que antes iban a 90 metros de altura y ahora van a 140. Donde antes se conseguían 2.500 horas de viento, ahora se llega a las 3.500 horas porque a esa altitud se consigue acceder a otro tipo de vientos. Pero esto se da en zonas muy concretas porque el viento es muy caprichoso y no es estable en todos los puntos de la provincia. Lo bueno de la energía solar es que hay en todos los sitios. España es la gran potencia europea en energía solar y Palencia, también.

–El año pasado aseguró en una entrevista a este periódico que las renovables iban a hacer que la factura de la luz bajase un 40% en cinco años. ¿Vamos a dejar la rebaja para el final del plazo?

–Los trámites administrativos no se han agilizado todavía. Hay muchas plantas en trámite para los próximos cinco años, pero no hay mucho proyecto ejecutado. Esto se moverá por la ley de la oferta y la demanda. Cuando haya mucha oferta de energía, el precio bajará. Llegará un momento en el que sobre energía y esa bajada del 40% llegará pronto.

–¿Cómo se hacen las previsiones en un sector que cambia tanto?

–Es ciertamente complicado saber cómo será el futuro, pero las tendencias son claras y son las que no llevan a actuar en uno u otro sentido. De hecho, hay grandes instalaciones solares en España que se están empezando a dimensionar con baterías, pese a que el coste actual de las baterías convertiría los proyectos en inviables. No obstante, como los trámites tardan en acabarse entre dos y tres años, cuando esas plantas estén listas para construirse, el precio de la batería habrá caído tanto que serán rentables. En este sector siempre se trabaja mirando al horizonte.

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