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Participantes en el proyecto y responsables, junto a Santa Eulalia en Paredes de Nava. MANUEL BRÁGIMO

Paredes de Nava, con cinco familias, es un ejemplo de los 30 municipios en atraer pobladores con el proyecto Arraigo

El proyecto Arraigo se propone aprovechar las oportunidades que está generando la pandemia para fijar población en el mundo rural

ALMUDENA ÁLVAREZ

Palencia

Miércoles, 25 de agosto 2021, 00:34

Establecer, acomodar, asentar, enraizar, aclimatar o avecinar. Son muchos los sinónimos que recoge el diccionario para la palabra arraigo, y todos valen para definir los objetivos de un proyecto que, desde 2016, está empeñado en repoblar la España vacía.

En Palencia, este proyecto puso las primeras semillas en pueblos como Dueñas y Paredes de Nava, donde hace meses llegaron nuevos pobladores, se ha extendido a otros como Villerías y Cervera de Pisuerga, y en junio firmó un convenio con la Diputación de Palencia, la primera institución provincial de Castilla y León en adherirse a este proyecto, para multiplicar fuerzas y resultados. Porque, como explica Enrique Martínez, director del Proyecto Arraigo, «con más recursos, los resultados serán mayores». Y además se han propuesto aprovechar «las nuevas oportunidades que está generando la pandemia para el mundo rural» para establecer nuevas alianzas y multiplicar unos resultados que en Palencia ya tienen nombre y rostro y han despertado el interés de 30 municipios de la provincia. Algunos, como Paredes de Nava ya cuentan con cinco familias empadronadas y son ejemplo del tirón que pueden tener los pueblos.

La primera urbanita que llegó a Paredes de Nava de mano del Proyecto Arraigo fue Isabel Calvo, una auxiliar de enfermería a punto de jubilarse con «muchas ganas de cambiar de aires» llegada desde Navarra. Tantas ganas tenían de un cambio, que miró y remiró en Internet hasta dar con un video promocional del Ayuntamiento de Paredes, se emocionó, tiró del hilo, dio con el proyecto Arraigo, encontró el respaldo y el apoyo necesarios para dar el salto y el 12 de junio aterrizó en Paredes de Nava. Casi dos meses después, Isabel sigue asombrada con «la paz y la tranquilidad» que se respira en este pueblo, donde se siente acogida desde el primer día y donde ha decidido «encontrarse» y reconstruir su vida.

Marta de la Iglesia llevaba años buscando un entorno tranquilo para cambiar de vida y huir del estrés de Durango y cuando sus hijas se fueron de casa decidió que había llegado «su momento». Conoció el proyecto Arraigo, habló con Ana Gutiérrez, la técnica de Paredes, y «ella me transmitió tan buenas vibraciones que desde el primer momento tuve claro que aquí estaba el lugar donde yo quería vivir». Marta, que se ha pasado la vida trabajando como cuidadora de niños y mayores y administrativo en varias empresas, llevará la gestión del Museo de los Cuentos y la Ciencia que se abrirá en la iglesia de San Martín. Un proyecto que le encanta y apasiona a partes iguales, confiesa, y en el que ha encontrado la oportunidad que estaba buscando para resetear su vida y «empezar de cero a nivel personal, laboral y social». Un salto al vacío que ha dado con las sujeciones que le ofrece el proyecto Arraigo y que ahora le abre la puerta a «un mundo de incertidumbres y oportunidades» con el que está muy ilusionada.

«Llegan con proyectos interesantes y mucho que ofrecer, no los podemos dejar escapar»

Ana Gutiérrez empezó a trabajar para el proyecto Arraigo en abril y en tres meses ha conseguido que cinco familias hayan apostado por Paredes para iniciar nuevos proyectos de vida. «Aquí la química es muy importante, yo solo hago de intermediaria», asegura quitándose el mérito que tiene un trabajo «especial, ilusionante, que te atrapa y no puedes quitarte de la cabeza». Tanto, que cuando pasea por Paredes, ya sea para ir al trabajo o hacer la compra, va «buscando posibilidades y oportunidades», archivando en su memoria de vecina de toda la vida del pueblo, las casas que están vacías, sus dueños, los negocios que se van a cerrar o los locales ideales para emprender. Con cada oportunidad que encuentra en Paredes, se inicia la búsqueda en la base de datos hasta dar con un perfil de urbanita que encaje. Y cuando las piezas del puzle encajan, «intento ilusionarles, mostrarles las oportunidades de futuro que pueden tener en Paredes». En este tiempo ha conseguido que diez familias vinieran a visitar el pueblo y con «buen ojo» y mucha persistencia, ha conseguido que cinco familias hayan decidido plantar sus raíces en estas Tierras del Renacimiento. «Todos llegan con proyectos muy interesantes, mucho potencial y mucho que ofrecer», afirma. «Y no podemos dejarlos escapar porque son una gran oportunidad para nuestro pueblo», añade, mientras señala casi en un susurro, como para que no se rompa la magia: «a ver si llegamos a los 2.000» (habitantes claro).

El mismo flechazo llegó desde Paredes hasta Argentina, pero por videoconferencia, y dio en plena diana en la vida de dos emprendedores, Flor y Fede, que se han trasladado a Paredes de Nava con sus dos hijos Giusepe y Tulio, de 10 y 8 años. Ellos van a ser los encargados de abrir el Centro de Día de Paredes replicando toda la experiencia de gestión adquirida en el Centro para personas con discapacidad intelectual que tienen en Santa Fe y que siguen gestionando desde aquí, gracias al espacio de 'coworking' que facilita el ayuntamiento de Paredes a emprendedores como ellos.

Buscaban para sus hijos una infancia distinta a la que podían darles en Santa Fe y querían emigrar al medio rural, aunque no tenían muy claro si venirse a España o ir a Italia. El proyecto Arraigo les dio las certezas que necesitaban para dar un paso tan importante, el ayuntamiento de Paredes el apoyo necesario, y el pueblo los servicios y las oportunidades que buscaban. Solo un mes después de su llegada a Paredes tienen claro que acertaron con la apuesta. «Llegamos el 1 de julio y el 2 ya estábamos empadronados y todo lo que nos hemos encontrado aquí ha sido positivo. Los chicos están bien, tienen amigos y se han integrado», relatan. «Es un lindo desafío», afirma Flor, que ha decidido poner todo su empeño en «cambiar la rutina de una ciudad de 500.000 habitantes por la de un pueblo de 1.900» en el que, como apostilla Fede «vemos un potencial enorme». Se califican como «emprendedores con una filosofía de vida bastante tranquila» y ha encontrado su hueco en Paredes de Nava, donde además de llevar el Centro de Día, que está en proceso de licitación, tienen previsto abrir una consulta de Psicología, porque Flor es psicóloga, y un taller de fabricación artesanal de fundas rígidas de guitarra, una pasión que Fede compagina con la música y por eso sueña también con «volver a armar la banda que tenía allá, Florlavanda». De hecho, está previsto que en diciembre lleguen a Paredes Javi, su «hermano de música» y su mujer, ambos fotógrafos y editores que, como adelanta Fede, «también se vienen a vivir al pueblo».

Hasta la hermana de Fede, Carolina, que está de visita estos días, asegura que, desde que llegó no deja de darle vueltas a la cabeza pensando en todas las posibilidades que podría ofrecerle a ella y a su hija de dos años. Ella vive en Gante, en Bélgica, donde trabaja en la Volvo, pero ahora que tiene una hija quiere «tener a la familia cerca» y ha visto en la provincia de Palencia muchas posibilidades laborales en las que podría encajar. «Recién llegué empecé a ver posibilidades para cambiar y crecer: restaurantes, tiendas de ropa, incluso un gimnasio para no tener que ir a Palencia», enumera. De momento son solo castillos en el aire, pero, quien sabe, dice, últimamente la vida rural está muy de moda.

«Para tener éxito, es fundamental el apoyo de empresas y ayuntamientos»

El director del proyecto Arraigo, Enrique Martínez, considera fundamental una alianza público-privada entre empresas, administración y los repobladores que garantice el éxito de este proyecto, teniendo en cuenta que «los resultados no son inmediatos y que no siempre se acierta, porque esto no es algo matemático, son personas que hay que acomodar en un entorno diferente y favorecer su arraigo», señala.

Por eso, primero hay que preparar el territorio, y el territorio incluye las casas, el apoyo del ayuntamiento y las necesidades de la familia, colegios, transporte, médicos. «Porque no se trata de que vengan de vacaciones al pueblo, se trasladan con todo y hay que favorecer que sea lo más seguro posible para ambas partes y para que la familia se quede a vivir y desarrolle su proyecto de vida en el pueblo», asegura. Para preparar el territorio cuentan con personas que pisan el terreno, técnicos como Ana Gutiérrez en Paredes de Nava;Cyntia García en Dueñas; Emma Zalama en Cervera de Pisuerga o Eva Mínguez, que coordina el proyecto en la Diputación Provincial de Palencia, que se encargan de buscar oportunidades en los pueblos, de ilusionar a nuevos pobladores y de «convencer a los vecinos de que la familia que viene es una familia que tiene un proyecto de vida y quiere vivir allí», argumenta Enrique Martínez.

Pero además es fundamental el apoyo de los ayuntamientos y de las empresas. «El alcalde tiene que ser una persona activa dispuesta a involucrarse, tiene que haber casas para alquilar, oportunidades para trabajar o emprender y voluntarios en los pueblos que acompañen a las familias que llegan», explica Martínez.

Por eso, han dedicado estos meses a visitar pueblos y a reunirse con alcaldes y empresas para elaborar un catálogo de oportunidades. Y finalmente se han seleccionado 30 pueblos y se han activado necesidades de trabajo, negocios a reabrir, casas que se pueden alquilar y otras que hay que mejorar. «Ya tenemos la información y ahora estamos cruzando los datos con posibles urbanitas interesados».

Ellos no son los únicos, Rosalín y Bras, un matrimonio brasileño que lleva viviendo en Madrid 18 años, están estos días haciendo la mudanza para trasladarse con sus dos hijos de 16 y 10 años a Paredes. «El mayor ya está matriculado en la Escuela de Artes Mariano Timón y el pequeño en 6º de Primaria en Paredes», explica la técnica de Arraigo en Paredes de Nava, Ana Gutiérrez. Bras es mecánico y ha encontrado trabajo en el Taller Agrima, propiedad de Miguel Ángel, que además les ha alquilado una casa. «Estoy segura de que se van a entender muy bien», afirma Ana, señalando que «la química» es muy importante para que estas apuestas tengan éxito. Y para demostrar que la moda de la vida rural es mucho más que una moda.

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