Uno de los espacios naturales de bosques autóctono que ofrece Brañosera para el visitante. Fotos Nuria Estalayo

Un paraíso en la Montaña Palentina

Conocer Palencia ·

Brañosera ofrece un paisaje lleno de espacios naturales y bellezas de mundo animal que invita a conocer cada rincón de un municipio situado en el norte de la provincia

nURIA ESTALAYO

Viernes, 17 de julio 2020, 12:45

Brañosera es aire, agua, tierra, vida. Brañosera es historia, naturaleza, patrimonio, gastronomía. En este municipio se respira el aire puro de la montaña, y en su recorrido encuentras hermosos rincones para despejar la mente y refrescar el cuerpo, ya sea tras haberlo maravillado con ... majestuosos paseos por sus variadas y encantadoras rutas o antes (o después) de haberlo mimado con su deliciosa oferta culinaria en alguno de sus numerosos restaurantes.

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Situada al noreste de la provincia de Palencia, se alza hasta los 1.220 metros de altitud y forma parte del Parque Natural Montaña Palentina. Está salvaguardada por la sierra de Hijar y el macizo de Valdecebollas, elevaciones en torno a los 2.200 metros. En estas cumbres nace el Rubagón, río que baña estas tierras. El término municipal tiene una extensión de 3.095 hectáreas rodeadas por bosques de roble y haya, con gran abundancia de flora y fauna.

Pozo Merino, uno de los lugares donde los más osados pueden bañarse en sus aguas claras y frías. N. E.

Cada vez es más conocido que aquí se originó el municipalismo en 824 por ser el primer ayuntamiento de España en serle otorgado la primera carta puebla. Recientemente, Pilar Vázquez lanzaba esta pregunta a los concursantes de 'Saber y Ganar' (uno de ellos acertó), recordando el homenaje que Correos hizo a este pueblo palentino de casi 1.200 años de historia al sacar un sello este 2020 mencionado su fuero.

824 fue el año en el que se otorgó la carta puebla del que se considera el primer municipio de España, un hecho que se recuerda en Brañosera cada año y especialmente en este en el que Correos ha editado un sello que recuerda la fecha.

Si la opción del visitante es desgastar calzado, las rutas son numerosas y atractivas. En todas encontrará el paseante rincones mágicos que le llenarán de emoción. Y la recompensa será similar, ya sea partiendo desde la cabecera del municipio que lleva su nombre o de alguna de sus cuatro pedanías: Salcedillo, Valberzoso, Orbó y Vallejo de Orbó. En cada pueblo, la belleza del paisaje, sus leyendas y su historia sobrecogerá al caminante.

Chozo Tonino, uno de los refugios de pastor que se pueden encontrar por este entorno natural. Abajo, el puente romano de Rojadillo y un haya de gran porte de las que se encuentran por la zona. N. E.

Las mejores rutas

Entre las mejores rutas se encuentra la caminata hasta el puente romano de Rojadillo, un lugar entrañable, al que se puede llegar tanto desde Valberzoso (más cerca) como desde Salcedillo. Algunas voces claman por que se declare de Bien Interés Cultural. Por esta zona se encuentra el chozo Tonino. La sensación que provoca la naturaleza en la senda que asciende al Tonino es de un abrazo gigante, colosal; parece que los árboles no se hubieran dispuesto de forma arbitraria, sino que su colocación obedeciera a un camino pergeñado por un ilustrador de cuentos o de historias para escuchar a media luz.

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Tonino forma parte de la ruta de los chozos, un buen motivo para el paseo por la montaña e ir descubriendo estos antiguos refugios de los pastores. Pero hay algo que el caminante ha de hacer si quiere disfrutar de lleno: pararse y escuchar. El silencio, roto por algunas aves y el roce del viento acariciando las ramas, es único. Aquí uno puede sentirse en paz y reconciliarse con la tierra, con las raíces milenarias que te observan y abrigan a su paso.

«Por la Mata del Fraile se encontrarán los senderistas con muchas especies de árboles y podrán vislubrar en el recorrido una gran variedad de animales y llegarán a pozos de agua fresca, como el Merino»

Otro singular trayecto es la senda de la Pedrosa, que une Brañosera con Barruelo. Aunque no es en la época estival cuando muestra su mayor esplendor, es agradable pasear entre sus robles y a orillas del Rubagón. Se puede volver a Brañosera por la misma ruta, por la carretera, paseo que tampoco va a decepcionar, o por la ruta de la Mata del Fraile.

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Por la Mata del Fraile, los senderistas se encontrarán con muchas especies de árboles como hayas, majuelos o quejigos, entre otros; además de bosques poblados de robles centenarios. Durante el recorrido se puede vislumbrar una gran variedad de animales terrestres y aéreos. Se tropezará el viandante con lugares de recreo, mesas para el reposo o el tentempié, y con pozos de agua fresquita para el refrigerio de parte o de todo el cuerpo. Uno de estos pozos es el Merino, lugar paradisiaco donde darse un baño, y donde aquellos valientes (u osados) desde su cascada, donde suele haber una liana, podrán lanzarse a lo 'Tarzán' a sus aguas.

Un camino por medio de un robledal en Brañosera. Abajo, el río en la pedanía de Salcedillo y a la derecha, pinturas de la iglesia de otra de las pedanías del municipio, la de Valberzoso. N. E.

Hasta el Valdecebollas

Este municipio es atravesado por la Ruta del Besaya, perteneciente al Camino de Santiago del Norte. Otra alternativa, recomendable para los más enérgicos, es subir al torreón de Valdecebollas desde el Golobar, quienes lo alcancen serán premiados con las espectaculares vistas de las cumbres de la Montaña Palentina y los Picos de Europa.

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Pero quienes deseen paseos más relajados no deben olvidarse del pasado minero de la comarca y acercarse a los vestigios que en estos pueblos se hallan, entre ellos el emblemático Pozo Rafael en Vallejo de Orbó, localidad en la que también se puede contemplar la fachada del cine Ideal, de 1905, el primero de la provincia palentina. No hay que dejar tampoco de adentrarse por sus iglesias románicas en los diferentes pueblos, cada una de ellas alberga alguna sorpresa que dejará admirado al visitante.

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