La pandemia impulsa las incineraciones en Palencia y llegan al 50% de los fallecidos

«La pandemia de la covid ha marcado una diferencia, le ha dado un gran empujón, aunque era una tendencia al alza que ya se veía viendo en los últimos años», añade.

Palencia está próxima al 50% de las incineraciones, concretamente en el 48,38%, por lo que casi la mitad de los fallecidos de la capital y la provincia escogen este método. Hace tan solo diez años, no se superaba el 30%.

La media nacional no llega a la palentina, aunque está cerca, y se planta en el 45,54%. «Influyen las costumbres y la idiosincrasia de cada uno», argumenta Rodríguez. Por este motivo, hay un brecha entre las incineraciones en la capital palentina y en la provincia. Se realizan muchas menos en el sector rural, acumulando la capital cerca del 60%. «Las nuevas generaciones que van creciendo o el poder comprar una sepultura», agrega.

El tema económico también cobra peso en estas decisiones finales. «Con las incineraciones se evitan unos gastos superiores porque el que tiene un panteón, bien, pero si hay que comprarlo aumenta mucho. Y también, hay muchas formas de guardar las urnas, ofrece más alternativas», analiza Julio Rodríguez.

Durante la pandemia, la mayoría de los decesos concluyeron en incineración, pero no porque fuera obligatorio. Se podía escoger también la inhumación, ya que los fallecidos con covid tenían que estar dentro de una bolsa estanca, pero incinerar daba la posibilidad de posponer el entierro –reducido a tres personas durante los meses duros del coronavirus– y hacerlo posteriormente con los seres queridos.

«Mucha gente decidió guardar las cenizas para poder juntarse y hacer una despedida con toda la familia cuando todo esto pasase o se relajase. Este verano se han celebrado muchos entierros del año pasado», argumentó.