Del Paleozoico a la era cenozoica en la herencia de una familia en Villamuriel

La historia de una familia y la historia de un planeta se unen en una exposición de fósiles. Villamuriel de Cerrato acoge en la Casa de Cultura Jesús Meneses una colección de 765 piezas expuestas de las 10.000 cedidas por la familia Martín Lorenzo, vecinos de la localidad. 'Fossilium', que así es como se llama el aula paleontológica, cuenta con cinco partes que narran la evolución de los seres vivos y dibuja no solo la transformación de la Tierra, sino la herencia de una familia. Juntos compartían la afición por encontrar fósiles, como reconocía Rafael Martín, impulsor de este proyecto y rodeado de los suyos. «Nosotros hemos disfrutado de esta colección durante muchos años, ahora queremos compartir esa alegría que le hace a uno cambiar su forma de ver la vida».

Después de más de treinta años de un trabajo de recopilación y muchas horas para catalogar, clasificar y ordenar las piezas y hacer así posible esta muestra inigualable, se abren las puertas a este viaje al pasado. «Vamos a otear nuestro pasado para comprender nuestro presente y proyectarnos hacia el futuro», añadió el concejal de Villamuriel Juan Antonio Obispo. Una vista a millones de años atrás con los que no solo se pretende imaginar el ayer sino enseñar su repercusión a nuestros tiempos. «Hemos intentado hacer un recorrido didáctico para que la paleontología sea más conocida por parte de la población», apunta Alex Miranda, director de la empresa patrimonio inteligente que se ha encargado de «trasladar a la realidad un proyecto que estaba en el imaginario de distintas personas».

Precisamente que la exposición sea lo más divulgativa posible es el principal objetivo de Rafael Martín. Directores de varios centros educativos acudieron a la presentación animados para poder ser embajadores en los colegios e institutos de este conocimiento porque, tal y como el propietario de los fósiles mantiene, «si no se comprende, son solo piedras». La ilusión por esa pedagogía se suma a la oportunidad cultural que trae consigo esta exposición para el municipio en particular, y la provincia en general. «Villamuriel se encuentra en el eje de nuevos visitantes con esta colección que registra el paso del tiempo», aseguraba la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.

Un recurso que pretende poner en valor la historia de Palencia, y para ello una de las salas está dedicada exclusivamente a piezas encontradas en la provincia. Representante de todas las eras geológicas, la tierra palentina supone un reflejo fiel al paso del tiempo y por ello, tiene un muestrario especial dentro del aula paleontológica. «Las piezas que más cariño tengo son las palentinas, aunque todas son importantes porque son muestras de una vida pasada», apuntaba Rafael Martín. Describía como «el amor de mis amores de Palencia» a los primeros cefalópodos que existen en el mundo y que señalaba como guía de esa inauguración.

Lejos de ser una muestra con un valor científico incalculable, es la narración de un aprendizaje personal de Rafael Martínez. «Cuando ves esto, entiendes que todo ese antropocentrismo de pensar que somos lo más importante se queda en nada», asegura. Una reflexión que se materializa en cinco salas repletas de piezas únicas y que comienza con la primera era en la que se divide la historia más reciente de la tierra. «Hay registros de hace 400 millones de años, y nosotros nos creemos imprescindibles por haber nacido hace cuatro días», resalta. En esta sala, denominada Paleozoico y que recoge la primera radiación evolutiva del mundo animal hace 540 millones de años, comienza la exposición. «Es un punto de referencia y de interés a nivel nacional», apuntó el alcalde de Villamuriel, Roberto Martín.

Un recorrido que sigue por el Mesozoico, conocido como «la edad de los dinosaurios» y que se extendió entre los 250 y 65 millones de años. Los asistentes se agolpaban en las vitrinas y los comentarios de asombro por la conservación de los fósiles se continuaban. La admiración de los presentes por la amplia colección se asemejaba a la sorpresa que el alcalde sintió al conocer el proyecto que tenía entre manos Rafael Martín. «No podía imaginar que en una casa de Villamuriel podría haber tal cantidad de joyas. Esta exposición muestra la historia de la Tierra, pero también la historia de la familia que será a partir de ahora y para siempre parte de la historia del pueblo», explicó Roberto Martín.

La tercera sala contiene las piezas pertenecientes a la Era Cenozoica que se extiende hasta la actualidad. Muchas de ellas han sido recogidas por la propia familia, pero su afición por la paleontología les ha permitido intercambiar fósiles para ampliar la colección. «Muchos son frutos cogidos personalmente, pero otros son intercambiados en ferias tanto nacionales como internacionales», apunta Rafael Martín. Por último, se encuentra el espacio didáctico y multimedia equipado con unos bancos para que los visitantes disfruten de contenido audiovisual que explica las diferentes etapas, una iniciativa que se abrirá a centros educativos.

Con una recopilación de moluscos, huellas, corales, dientes y distintos moldes e impresiones, la familia Martín Lorenzo pretende trasladar esta tradición familiar al recuerdo de todos los palentinos.

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