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Palenzuela lució ayer sus mejores galas para celebrar la XIX Feria de la Cebolla Horcal, que congregó a miles de personas durante toda la jornada. Una feria totalmente consolidada y que es un reclamo para los visitantes, que tienen la oportunidad de conocer de primera mano las bondades de la hortaliza estrella de la huerta palenzolana. Esta feria es posible gracias a la implicación de los vecinos, que desde los días previos al evento trabajan voluntariamente para elaborar los numerosos pinchos y tapas cocinados con cebolla horcal como ingrediente principal. «Todo el pueblo se vuelca con los preparativos de la feria, lo que nos permite disfrutar de un día de fiesta en Palenzuela y ensalzar nuestro producto estrella, que es la cebolla horcal. Esta feria está plenamente consolidada y es un referente en Castilla y León, como demuestra la cantidad de gente que acude cada año», señaló Sara Esteban de los Mozos, alcaldesa de la localidad.
La feria fue organizada por el Ayuntamiento y cuenta con la colaboración de la Asociación Promotora del Distintivo de Reconocimiento de la Cebolla de Palenzuela y otras instituciones, así como el apoyo de los propios palenzolanos. Esta agrupación, a la que pertenecen todos los productores, se constituyó en 2004 con el fin de promocionar la hortaliza local y conseguir la Marca de Garantía como figura de calidad para relanzar la cebolla.
El reglamento de uso necesario para lograr la marca de calidad ya está aprobado por la asociación, lo que permitirá conseguir la Marca de Garantía en un plazo medio. Por este motivo, la feria también es un medio para reivindicar esta marca de calidad y desde el Ayuntamiento se insiste en la necesidad de conseguir este distintivo.
Los actos comenzaron a primera hora de la mañana con los pasacalles amenizados al son de tamboril y dulzaina por los Dulzaineros del Cerrato y El Cabás. Acto seguido, se procedió a la apertura de los puestos, que al cierre de la feria finalizaron con un elevado número de ventas. Otro de los actos que congregó a numerosos fieles fue la celebración de la eucaristía, que estuvo amenizada por el Coro Parroquial Santa Lucía, de Quintana del Puente, que arrancó los aplausos al término de la celebración. Varios niños de la localidad ofrecieron los productos típicos de la huerta de Palenzuela.
Después de la misa, se inauguró oficialmente la feria. A partir de este momento, todos los asistentes degustaron los más de 5.000 pinchos de tortillas elaboradas con patata y cebolla, así como los canapés preparados por los vecinos. La feria ofreció numerosas recetas para todos los gustos, con la única condición de que entre los ingredientes estuviera presente la cebolla horcal.
Los palenzolanos también elaboraron miles de pinchos de morcilla asada, que hicieron las delicias de todos los asistentes y los jóvenes ofrecieron otras exquisiteces para el paladar, como sopa de cebolla, aros de cebolla y aceitunas aliñadas con pimentón y cebolla. Los jóvenes se implicaron de un modo especial en el reparto de los pinchos.
La feria contó con varios puestos en los que estuvieron presentes los distintos productores de la localidad, además de artesanos de la zona y de 'Alimentos de Palencia'. Además de las cebollas, los asistentes pudieron comprar otras verduras de la huerta palenzolana, frutos secos de la zona, repostería, embutidos, quesos, envasados, cervezas y artesanía.
El grupo local de Manos Unidas también ofreció sus labores, con gran acogida durante toda la jornada.
El Museo ubicado en la Torre del Reloj y la iglesia parroquial de San Juan Bautista, entre otros monumentos, registraron centenares de visitas durante la jornada. Los niños también tuvieron su espacio con juegos recreativos e hinchables. La tarde contó con la actuación musical de Alfonso Pahino, que puso el broche de oro a una jornada festiva para la localidad.
Con motivo de la XIX Feria de la Cebolla Horcal de Palenzuela, el Ayuntamiento entregó la Cebolla de Honor que se concede a aquellas personas o instituciones que contribuyen a la promoción de la localidad. En esta ocasión, la galardonada fue la Cooperativa Agropal, galardón que fue recogido por su presidente, Cipriano Rodríguez Rodríguez. «Hoy nos reunimos para celebrar algo muy especial, la cebolla horcal de Palenzuela. Este ingrediente no sólo mejora nuestros platos, sino que también es un orgullo para nuestro pueblo. La cebolla de Palenzuela es reconocida por su gran sabor y versatilidad, gracias al esfuerzo y dedicación de nuestros hortelanos y agricultores, que trabajan día a día para ofrecer lo mejor de la tierra. Como cada año, el Ayuntamiento otorga la Cebolla de Honor a entidades o personas que apoyan la agricultura y sus productos, como es el caso de la Cooperativa Agropal, que mantiene un compromiso con el sector primario y el mundo rural», destacó la regidora, Sara Esteban de los Mozos, que entregó la Cebolla de Honor a Cipriano Rodríguez, quien estuvo acompañado de numerosas autoridades nacionales, regionales, provinciales y comarcales.
Por su parte, Cipriano Rodríguez mostró su gratitud al Consistorio y destacó las bondades de la cebolla horcal y ensalzó la importancia de la huerta palenzolana, así como el compromiso firme de Agropal con el mundo rural, con el campo y la ganadería. Con esta distinción, Agropal' se suma a la lista de los galardonados desde 2013, como Ignacio Cosidó Gutiérrez, la Diputación de Palencia, la Delegación de Palencia de la Junta de Castilla y León, el periodista Javier Pérez Andrés, la consejera de agricultura Milagros Marcos, el periodista y corresponsal de El Norte de Castilla Luis Antonio Curiel, el comunicador José María Ruiz, 'Diario Palentino' y ADRI Cerrato Palentino. La localidad cuenta desde 2004 con una escultura dedicada a esta hortaliza, obra del maestro burgalés Bruno Cuevas.
Los productores de cebolla horcal aseguran que este año la producción rondará las 8.000 toneladas de excelente calidad, una cifra ligeramente superior a otros años, aunque las últimas lluvias no han venido bien para el final de esta campaña. En la actualidad, Palenzuela cuenta con 125 hectáreas dedicadas a la cebolla horcal, llegando a las 200 hectáreas gracias a los cultivadores de los pueblos del entorno, en la cuenca baja del Arlanza y el Arlanzón. Esta cebolla se exporta a varias provincias de Castilla y León y a las comunidades de Asturias, Galicia, Madrid y País Vasco. Los productores de la zona estuvieron presentes en la feria.
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