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«Esto es ciencia. Y esto es lo que ocurre cuando haces experimentación», afirma el palentino -y científico- Sergio Delgado, una de las 2.000 personas que han participado en la fase 3 (se prueba la efectividad y seguridad en un grupo grande antes de ser aprobada para el uso generalizado) del ensayo de la vacuna contra la covid de Curevac, en los institutos de investigación sanitaria Biodonostia y Biocruces de Vizcaya. «Yo estoy encantado de haber podido colaborar, de haber podido echar un cable a la creación de una nueva vacuna», añade, convencido y satisfecho de haber formado parte de este estudio.
Hace unos días se conocieron los resultados finales de la biofarmacéutica alemana que sitúa su inmunidad en el 52%, mejorando un poco sus resultados preliminares que se estancaban en el 47%. «Ellos querían mejores resultados, lógicamente. No es tan efectiva como se esperaba, pero nos han dicho que esta vacuna no cae en saco roto, que va a comenzar esta empresa a fabricar otra en octubre con un sistema de ARN mensajero mucho más innovador que lo que tenían hasta ahora», afirma Delgado.
La Curevac, al igual que Pfizer o Moderna, emplea la tecnología del denominado ARN mensajero y requiere de dos dosis, aunque, en este caso, separadas por 29 días y, por contra, no exige temperaturas ultracongeladas para su conservación. «El problema ha sido que Pfizer y Moderna utilizaron y modificaron el ARN mensajero y Curevac, no», argumenta el de Villaherreros.
Hace unos días le preguntaron si quería 'levantar el ciego', esto es conocer si había recibido vacuna o placebo. Nadie sabía durante la fase 3 si le estaban poniendo el placebo (la mitad de las dosis -1.000- eran suero salino) o la vacuna, ni siquiera los profesionales encargados del seguimiento. Eso garantizaba la calidad y el rigor de los datos generados por el estudio. Todos los voluntarios tienen una aplicación en el móvil donde cada dos o tres días ponían cómo se encontraban y, si habían tomado algún medicamento, evaluaban cómo les había sentado.
«Les dije que sí porque me interesaba saber si estaba ya vacunado porque quiero viajar y pasar un verano a gusto», explica. Y sí, Sergio era uno del millar que recibió la vacuna de Curevac -en dos dosis-. Conocida ya la protección que otorga este suero, le ofrecieron vacunarse con Pfizer para mejorar su inmunización y aceptó. A todos los que han participado en este estudio, recibieran placebo o vacuna, les han dado la oportunidad de completar su ciclo de inmunización.
Y este pasado jueves recibió la primera dosis de Pfizer, y la tercera dosis de una vacuna contra la covid. «No me da miedo porque confío 100% en la ciencia. Yo solo quiero dar mi brazo y acabar con esto», señala. «Me han pedido hacerme un seguimiento también para estudiar qué efectos puede producir poner otra vacuna y la inmunización final. Así que voy a estar bajo control», añade con confianza.
«Aún no nos lo han confirmado, pero posiblemente el día 22 nos pongan la segunda dosis de Pfizer, para que estemos protegidos, sobre todo para la variante Delta», incide Sergio Delgado, que estudió Biología en la Universidad de Salamanca y trabaja sobre cómo afecta el impacto del cierre de vertederos en el caso concreto de la gaviota patiamarilla en el País Vasco en la Sociedad de Ciencias Aranzadi, un centro adscrito a la Universidad del País Vasco, donde realiza su doctorado.
«La clave de esta vacuna va a ser poder llegar a otros países, llegar a África, a países del Este porque menos es nada. Esta es una protección del 50%, aquí tenemos la suerte de poder disponer de más vacunas y nos van a poner Pfizer», argumenta.
La firma alemana ha asegurado hace unos días, según recogió Reuters, que se encuentra en conversaciones con su principal cliente, la Unión Europea, sobre en qué lugar del mundo desplegar mejor su vacuna experimental si obtiene la aprobación de la EMA (Agencia Europea del Medicamento).
«El otro día nos explicaron que probablemente no se apruebe hasta finales de año porque tendrían que hacer algún tipo de modificación y revisar todos los datos», concluye Sergio, quien, tras recibir la primera dosis de Pfizer, solo tuvo un poco de dolor de cabeza y también de brazo.
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