Palencia retomará la campaña de captura de palomas en quince puntos críticos
La última actuación, que se desarrolló en el mes de diciembre, permitió atrapar 172 aves, entre las que había nueve torcaces
Las palomas han perdido ya su identificación con un símbolo de paz. El crecimiento desmesurado de sus poblaciones en muchas ciudades ha llevado a su ... catalogación como auténtica plaga en numerosas localidades. Invaden plazas y parques, ocupan cualquier edificio en el que encuentran un resquicio por el que acceder y destruyen con sus ácidos excrementos todo aquello que convierten en su hábitat.
Palencia no es ajena a este problema, que se ha visto agravado en los últimos años con la presencia en la ciudad de nuevas especies de palomas, de mayor tamaño y mucho más escurridizas, como los ejemplares torcaces, que traen de cabeza a los servicios de limpieza de la ciudad por el desmesurado tamaño de sus excrementos. Y junto a ellas, pueden verse también tórtolas y algunos otros tipos de aves que han encontrado en la ciudad un espacio de seguridad, sin depredadores, con numerosos refugios y con una abundancia exagerada de alimentos.
Porque este es otro problema que se viene generando en la ciudad en los últimos años. Los servicios de limpieza de la empresa Urbaser y los operarios de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Palencia han comprobado que diversos vecinos tienen la costumbre de alimentar diariamente a las palomas. Establecen comederos por diferentes rincones de la ciudad e incluso algunos recorren las calles con carritos cargados de pan, cereales y maíz, que van distribuyendo por las calles para que las palomas encuentren siempre abundancia de alimento. «Es un problema y no podemos atajarlo. Si hay personas que alimentan a las palomas, no vamos a conseguir reducir su población, el problema se va a agravar y en algunas zonas de la ciudad ya es muy importante, porque hay unas colonias grandísimas que están causando graves daños en los edificios, no solo públicos, sino también de viviendas, y en el mobiliario urbano», explica Julio Gancedo, gerente de la empresa Urbaser, que gestiona el contrato de limpieza en la ciudad, en el que figura también el control de plagas, incluida la de palomas.
También el concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos, reconoce que hay zonas de la capital palentina que sufren graves daños por la presencia masiva de las palomas. «Estamos intentando reducir la población de palomas, pero no es fácil. Las personas que las alimentan no ayudan, porque cada vez se concentran más y provocan más daños. Hay zonas muy afectadas, como la que va desde San Francisco hasta la Compañía. En todas esa zonas, hay muchísimas, porque hay muchos edificios antiguos, algunos vacíos y están plagados de nidos de palomas. Hay también zonas en el barrio de San Juanillo, por la zona de Los Abetos y Los Robles, donde son un gran problema. Y estos son solo unos ejemplos, porque hay más», explica el edil de Medio Ambiente, quien confía en que en las próximas semanas pueda desarrollarse una nueva campaña de captura.
«A partir de ahora es buen momento. Aunque ha llegado a un punto en que están con el celo prácticamente todo el año, a partir de ahora es más intenso y es el momento adecuado para intentar atraparlas. Pero no es fácil. En la ciudad no hay buenos sitios para las jaulas y con redes es complicado, aunque se va consiguiendo. El mayor problema ahora son las torcaces, que hasta ahora eran campestres, pero se están acostumbrando a vivir en las ciudades. Y como son migratorias están próximas a llegar otra vez», manifiesta el edil.
Y por ello, desde la empresa Urbaser se plantea para las próximas semanas una nueva campaña de captura de palomas. Por el momento, los trabajadores de la empresa de limpieza se encuentran centrados en la retirada de chicles de las aceras, aprovechando las bajas temperaturas de la época. Pero a partir de marzo puede iniciarse una nueva campaña de captura, para lo que resulta necesaria la colaboración de los operarios de Urbaser.
El sistema que se utiliza en Palencia es el de captura con red, para lo que es preciso cebar primero a las palomas. Así, los trabajadores de la empresa de limpieza acostumbran a las aves a encontrar comida en puntos determinados, con lo que todos los días tienen que depositar en esos lugares concretos maíz y cereales a una hora determinada, con el fin de que las palomas adopten la costumbre de acudir todos los días a la misma hora a ese lugar para poder tenderles una trampa.
«Tenemos un veterinario contratado que es especialista en este tipo de capturas, con un arma especial que dispara redes. No es fácil, pero se van atrapando muchas palomas. Una vez que las has cebado y acostumbrado a un lugar, hay que preparar la trampa para cazarlas y luego se sacan de la ciudad», explica Julio Gancedo, gerente de Urbaser, quien señala que esta forma de actuar se desarrolla en quince puntos críticos de la ciudad, en los que se ha detectado la concentración de palomas.
«Los trabajadores las van cebando en los diferentes lugares siempre a horas concretas, para que se acostumbren. El año pasado, iniciamos la campaña de cebado en el mes de octubre y las capturas se realizaron en diciembre. Se atraparon bastantes, pero sigue habiendo muchas», señala Gancedo.
En la última campaña, la del pasado diciembre, el veterinario contratado por Urbaser logró atrapar 172 ejemplares, entre las que se encontraron 9 palomas torcaces y 27 tórtolas –estas últimas se liberan de forma inmediata–.
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