Palencia retoma el pulso y las ansiadas rutinas con la reapertura de la hostelería y los gimnasios
Los restaurantes y bares celebran tras dos meses de clausura la reapertura de los interiores de los establecimientos, igual que los gimnasios y centros comerciales y sus clientes
Las luces encendidas, las mesas ocupadas, las conversaciones. La vida ha vuelto este lunes al interior de los bares y de los restaurantes, también de ... los centros comerciales y de los gimnasios. 'Ponme un cortado' o 'Caña y pincho, por favor', volvieron a escucharse entre cuatro paredes y no en una terraza. Dos meses después, volvió el calor. Por fin se podía escoger, fuera o dentro. Por fin el descenso de casos permitió levantar la medida del cierre.
El frío y el aire quisieron hacer acto de presencia, para subrayar, aún más, lo necesarios que son las paredes y los techos, aunque la puerta esté abierta para ventilar siempre y que el cliente esté un poco más tranquilo en un lugar cerrado. «La gente sigue eligiendo exterior, pero hoy (por ayer) hacía viento y se ha metido todo el mundo», señala Noelia Rodríguez, mientras limpia la barra del Carpe Diem, que hasta ayer atendía la terraza y tenía las luces del interior apagadas. «Ahora se me hace raro ver tanta luz y a los clientes dentro», añade.
Las restricciones del 33% de aforo y de no poder utilizar la barra siguen vigentes. «Me he pasado toda la mañana diciendo 'La barra no', 'Esto no'. He dicho que en vez de un churrito con el café, voy a poner un manual de instrucciones porque son tantas cosas», afirma.
La apertura de los interiores arranca con esperanza y optimismo, pero también con el ronroneo de un paso atrás. «Tenemos ilusión y estamos esperanzados, pero ya están hablando de la cuarta oleada. Esperemos que entre todos, el sentido común y la responsabilidad lo paremos y no tengamos que llegar a esto, porque entonces va a ser bastante más triste de lo que ya ha sido para todo el sector», argumenta Luis Carlos Martín, de La Parrilla de Don Jamón. «La hostelería es un sector muy dañado, los gimnasios también. Muchos compañeros no van a poder abrir», añade.
El toque de queda a las diez de la noche es otra piedra en el camino, a la hora de tratar de trabajar con normalidad. «Nos resta mucho el servicio de las cenas, estamos un poco condicionados. Pero vamos viendo la luz al final del túnel», concluye.
«Teníamos muchas ganas de abrir porque las facturas y las cuentas continúan y si no hay ingresos, a ver cómo se paga. Día que no abres, día que pierdes dinero. Por lo menos, tenemos que ir arrancando, que la gente vea que hemos vuelto y que vaya esto regenerando un poco», afirma, mientras corta jamón, Francisco José Arroyo, del Bocoy.
El clamor de abrir para no cerrar era general en todos. «Queremos abrir otra vez y que sea de continuo, que la gente sea responsable también para que no se cierre de nuevo. Que pase la Semana Santa y no tengamos que cerrar», señala, por su parte, Diego Alejandro Ramos, de Gastrobar Bocados.
El Mesón Gallego también levantó la persiana dos meses después con optimismo, pero también con algo de incertidumbre. «Nosotros tenemos ganas de hacer nuestro trabajo lo mejor posible», reconoce Beatriz Cancho, que ya tenía reservas de comidas. «Ahora compras más a cuentagotas, porque no sabes cuándo te van a decir que cierras de nuevo y dejar las cámaras llenas. Nos pasó en Navidad y teníamos muchísimo producto», señala.
Los gimnasios también volvieron ayer a la actividad, tras dos meses sin poder trabajar. Y la sensación de incertidumbre también planeaba sobre ellos. «Los clientes nos decían, 'Esperemos que no vuelvan a cerrar'», afirma Aurora Miguel, del gimnasio Cronos. «Hay ciertos clientes, como los mayores, que ya no volverán junto con otros que, por miedo y por otros hábitos deportivos, ya no recuperaremos, quizás hasta octubre», señala con pesar.
Las limitaciones también afectan a los gimnasios, ya que hay que guardar distancias en las clases entre los clientes y todo depende del tamaño del aula. «Solicitamos al Ayuntamiento y a la Junta espacios amplios cerrados para llevar a cabo actividades colectivas, poder dar trabajo y crear empleo», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.