El Palencia CF pierde ante el Bembibre, que se adaptó mejor a la climatología

De la mejor manera posible arrancó el encuentro para el Palencia CF gracias a un gol nacido de una acción embarullada con mil rebotes que acertó a finalizar Djaló. Antes de que el central barcelonés pudiese remachar el cuero a puerta vacía, Ivanildo se encargó de generar varios despejes a los remates de Víctor, en primera instancia, y Torres en segundo caso, que sirvieron para desordenar a la zaga del equipo rojiblanco y dejar la pelota en óptimas condiciones al propio Djaló.

Los palentinos se sintieron muy cómodos con su habitual propuesta de presión alta y juego vertiginoso después de robar el esférico. Con muchos hombres cerca de la acción, llevaron una constante sensación de peligro que se encargó de anular una zaga local bien ordenada. Del resto se encargó Ivanildo, siempre eficaz en el juego aéreo a la hora de atajar los centros al punto de penalti. Fueron los mejores minutos de un Palencia que se vio sorprendido por el gol del Bembibre por la forma en que se produjo. De firmar el empate se encargó Iker con un chut desde cerca de treinta metros que se coló por la escuadra.

Dibujadas las tablas sobre el tapete del Jesús Esteban, los dos equipos trataron de llegar con balones profundos y tiros lejanos ante la imposibilidad de crear largas combinaciones por el maltrecho estado del césped. El viento y la lluvia condicionaron las labores de los protagonistas y modelaron un espectáculo en el que hubo más intensidad que creatividad. Ya cerca del intermedio llegó el segundo mazazo para un Palencia CF que mereció mejor suerte en la primera parte. Estaba el terreno abonado para un despiste o una contra como la que lanzó Álex Martínez antes de ceder la pelota sobre la llegada de Tato, cuyo recorte y posterior disparo desvió Djaló hasta engañar la estirada de Alberto.

En la reanudación una acción ensayada de córner habilitó a Rubén Vallejo desde la frontal del área para conectar un disparo raso que abortó con apuros Ivanildo. Una ocasión que encontró respuesta fulminante por parte del equipo berciano. El recién entrado Enzo recogió un despeje de la defensa de la escuadra morada tras el saque de una falta lateral para golpear de volea cerca del poste. El 3-1 caldeó los ánimos del banquillo del cuadro palentino, cuyo cuerpo técnico fue amonestado.

Reaccionó Kuko para cazar un balón dividido cerca del área grande y poner en apuros a Ivanildo. Fue el toque a rebato de un equipo que buscó acortar distancias por las bravas a base de encerrar en su campo al rival y poner cer