Trabajos de la cosecha en una tierra de Palencia. el norte
Palencia

Los agricultores alertan de una gran subida de precios tras una cosecha «irregular y mala»

La sequía y el calor han mermado la producción en un año que las organizaciones del sector califican de «nefasto»

carmen aguado

Domingo, 31 de julio 2022, 00:40

La sequía y las altas temperaturas han sido los dos factores que han lastrado una campaña de cereal que ha sido muy mala provincial y regionalmente. La cosecha de cereal ha disminuido hasta un 34% respecto al año pasado y se han producido 2,6 ... toneladas menos que en 2021. Unas cifras previsibles tras un año meteorológicamente muy malo.

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La falta de precipitaciones regulares y, sobre todo, las altas temperaturas registradas en los meses de mayo y junio han sido claves en una cosecha que ha sido un 20% menos a la media de los últimos cinco años, que estaba fijada en 6,3 toneladas. En definitiva, una campaña «irregular y mala» tanto en la producción como en calidad.

A pesar de ello, la campaña ha arrancado con muy buenos precios debido a la guerra de Ucrania y el valor estimado de la producción asciende a 1.700 millones de euros, un 17% más que el año pasado. Aunque, también hay que tener en cuenta también el incremento de los costes actuales. Meteorológicamente hablando, los meses entre octubre y febrero fueron más secos de lo normal, lo que provocó un cierto retraso en el cereal. Ya en marzo, cayó el doble de la media de lluvia de otros años, con un abril bastante regular (a excepción de un período de heladas que afectó a cultivos como el almendro, la remolacha o la colza).

Mayo y junio, sin duda meses clave del año para las cosechas, fueron bastante secos y con lluvias muy irregulares. Además se registraron unas temperaturas mucho más alta de lo habitual, lo que provocó que mermase en buena parte el tamaño del cereal. La maduración temprana también ha obligado a tener que cosechar semanas antes de lo normal. La cebada, cereal que necesita menos precipitaciones para acabar el ciclo, ha podido ser cosechado en óptimas condiciones; mientras que el trigo, al necesitar más lluvia, lo ha sido por debajo de las perspectivas que se tenían.

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El principal problema que ha lastrado la cosecha de este año han sido las altas temperaturas del mes de mayo, que, tal y como explican desde Asaja Palencia, la primera ola de calor registrada este 2022 fue la que más daño hizo al cereal.

Algo que ya se está repitiendo también con otros cultivos como el girasol, que se plantan en los meses de mayo y junio, y que todavía no ha recibido ninguna precipitación, salvo alguna tormenta localizada y de poca duración a lo largo de la provincia de Palencia.

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Las organizaciones piden que cada agricultor tenga libertad para sembrar, debido al alto precio de algunos cultivos

Desde Asaja Palencia se espera que se puedan producir cambios en la PAC (Política Agraria Común) y desde las organizaciones agrarias han pedido libertad a la hora de poder sembrar lo que cada agricultor vea que es la mejor opción, ya que hay cultivos que actualmente no se pueden sembrar debido al alto coste que tienen.

Repetir el cereal sobre el cereal no es ahora mismo una buena alternativa, por lo que solicitan que en su lugar se pueda sembrar girasol o cultivos proteicos. «Que dejen a cada agricultor elegir, que lo hacemos bastante bien y somos los más protectores del campo y los que más entendemos», defiende José Luis Marcos, presidente de Asaja Palencia.

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Los agricultores de la provincia recuerdan además que están existiendo problemas no solo en secano, sino también en regadío ya que se va a tener que dar por finalizada esta campaña un mes y medio antes de lo habitual (en vez del 30 de septiembre, sobre el 15 de agosto se terminará el agua).

La subida de las materias primas y de la energía ha incrementado el coste de fertilizantes y combustible

José Luis Marcos alerta de que los pantanos se van a quedar muy secos y este va a ser un grave problema a la hora de plantar los cultivos de regadío en Palencia. La falta de agua ya se está empezando a notar debido a que no se está produciendo tampoco ninguna aportación en forma de precipitaciones. Un verano extremadamente seco que va a causar la finalización de estas campañas de forma muy temprana.

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«Además de haber tenido una cosecha muy mala y mediocre, el mayor problema al que nos enfrentamos son los altísimos precios de producción. Vamos a comenzar la campaña con unos precios muy elevados y una gran incertidumbre», explica José Manuel González, COAG Palencia.

Duplicar los gastos

Unos costes que se han disparado por dos y por tres en algunos casos. Desde COAG estiman que si hace un año un agricultor medio podía llegar a arriesgar entre 50.000 y 70.000 euros en una cosecha, este año se va a duplicar o triplicar. Un gran riesgo, aseguran, para alguien que no sabe si se va a poder recuperar.

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La subida de materias primas y de energía se ha visto traducida en un altísimo coste tanto de fertilizantes como de combustible además de una paralización en la renovación de maquinaría. «Se compra lo que es imprescindible, lo que no, no se compra, sino que se retiene», agrega José Manuel González.

Los agricultores piden que desde las administraciones tanto regionales de la Junta de Castilla y León como centrales del Gobierno de España se pueda flexibilizar la PAC y no se exijan más requisitos medioambientales que aumentan los costes de producción porque «no nos podemos gastar más de lo que nos van a dar», concluye José Manuel González.

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Palencia mantiene el marchamo como uno de los grandes graneros de España

Palencia sigue siendo la segunda provincia de Castilla y León que más cereal produce, un total de 956.000 toneladas. Sólo por detrás de Burgos que se encuentra a la cabeza con 1,2 millones de toneladas. Por detrás, Valladolid con una producción de 905.000 toneladas. Entre las tres provincias producen el 50% del cereal de la comunidad.

Regionalmente hablando, este año se ha cultivado 1,84 millones de hectáreas, un 4% menos que el año pasado, y un 2% inferior a la media de los cinco últimos. En esta superficie ya está descontada la superficie media que se siega para forraje, que se prevé en unas 75.000 hectáreas. El trigo ha ganado terreno a la cebada y los cereales minoritarios como el centeno o la avena, con 150.000 hectáreas a favor.

El rendimiento medio esperado es de 2.700 kilos por hectárea, un 19% inferior a la media de los últimos cinco años. El rendimiento esperado del trigo es de 2.815 kilos por hectárea; un 21% inferior a la media, y el de la cebada 2.870 kilos por hectárea, un 114%. En avena se esperan 1.906 kilos por hectárea, en centeno 1.795 y en triticale 2.081, todos ellos también por debajo de la media.

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