El Palencia Cristo sufre para ganar en casa del colista

Quizá por la relajación que supuso colocarse con 0-2 de ventaja al poco de superar la media hora o bien por las condiciones metereológicas, el Palencia Cristo mostró dos caras bien diferentes, llegando a pedir la hora en los compases finales para amarrar la victoria. Un triunfo que permite, una semana más, continuar al acecho de los puestos de privilegio con el objetivo de avanzar en la pelea por el ascenso de categoría.

El once elegido por Carlos Doyague salió con actitud ambiciosa y ofensiva. Desde el pitido inicial los jugadores morados quisieron sentirse cómodos y dominadores sobre el césped del Vicente del Bosque pese a su condición de visitantes. Lo hicieron primero adueñándose del balón en la parcela ancha para después ganar metros con el paso del reloj para incursionar en el área contraria. Así llegó la primera opción clara de gol al cuarto de hora de juego con un disparo de Adeva que rechazó Palop a córner.

Gol de bandera

No hubo más avisos para el filial blanquiazul. En la siguiente acción, el propio Adeva en primera instancia y Pablo Rubio, posicionado entre la frontal y la línea del centro del campo tras recoger el rechace del guardameta, coló el balón en la escuadra para alegría del Palencia Cristo. Un gol de bandera para dibujar la senda por la que después discurrió, con más rodeos de los previstos, el triunfo morado.

Con superioridad en el marcador y en el juego, el conjunto palentino volvió a la carga tratando de dejar el choque visto para sentencia con un segundo tanto que se hizo esperar en exceso a tenor de los méritos realizados. Se encargó Javi Álvarez con un toque ajustado al poste izquierdo tras recoger un envío filtrado de Sanz entre los centrales. Poco menos de un minuto tardó en emitir acuse de recibo Álex Costa, una auténtica pesadilla con su juego de espaldas y sus movimientos de desmarque. En uno de ellos fue capaz de recibir, acomodar y direccionar la pelota para batir a Javi Marcos.

Esa buena inercia con la que terminó la primera mitad el equipo de Rubén Vega la aprovechó el filial berciano para tomar la iniciativa en la segunda parte, incluso con un jugador menos sobre el césped. Empezó bien la Ponferradina B tras el descanso, jugando con desparpajo y dinamismo bajo un aguacero y una ventisca. La presión alta y los envíos directos cortocircuitaron a un Palencia Cristo que solo encontró salida en una acción vertiginosa que finalizó Fabián en un mano a mano infructuoso ante Palop. También lo intentó Samu con un lanzamiento lejano que se fue por encima del travesaño. Entre medias, la expulsión de Velasco por un codazo en el estómago a Adeva.

Contra todo pronóstico, la Ponferradina B estuvo a punto del empate ya cerca del pitido final con un remate alto, un susto que despertó la intensidad morada para defender la renta obtenida en la primera parte.