
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
El Palacio de Justicia ha abierto sus puertas de nuevo tras una reforma que ha permitido instalar en el edificio la Audiencia, la Fiscalía, la clínica forense y todos los juzgados de Primera Instancia e Instrucción, así como dos pequeñas habitaciones para abogados y procuradores.
Se pensaba que la reinauguración se llevaría a cabo por todo lo alto, pero la realidad ha sido bien distinta, y es que la mudanza aún no ha finalizado y las caras de los funcionarios eran un poema al ver la pila de cajas que les recibía en el vestíbulo, así como las numerosas deficiencias que se encontraron al llegar a su puesto de trabajo. «Un día antes de la apertura, el personal que accedió al edificio no pudo ir al baño porque había goteras, atascos, atranques y olía a orín», aseguraba Roberto Alonso, responsable de la sección de Justicia de CO OO, que ve deficiencias en apartados básicos.
Si desde Comisiones Obreras se apuntaba que la excesiva premura ha repercutido de forma negativa en el servicio al ciudadano, desde el Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ) se incidía en que esa excesiva celeridad responde a razones que nada tienen que ver con criterios profesionales. «Hubo un cambio de Gobierno y justo ese día el secretario de Estado de Justicia, Dorado Picón, firmó y se marchó. No sé si hay componente político de querer ponerse medallas porque lo han hecho con una rapidez extrema, como si les persiguiera la muerte», aseguraba Amaya Ruiz desde STAJ, que cree que esta premura desmedida va a ser soportada por los que menos culpa tienen. «Los que están pagando todo esto son los funcionarios. Veo tal caos que no sé cuando va a levantar esto. Es increíble», apostillaba Amaya Ruiz.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.