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Los padres de alumnos con alergias e intolerancias piden una normativa clara en los colegiosCarmen Aguado
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Sábado, 30 de diciembre 2023, 00:15
Los niños con alergias alimentarias representan entre el 6% y el 8% de la población en edad escolar. Un porcentaje elevado que no se ha visto acompañado en avances a la hora de implementar estrategias y medidas que reduzcan el riesgo de exposición a agentes ... causantes de anafilaxia en las aulas y áreas comunes de los centros docentes.
La Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA) reclama la puesta en marcha de un plan de comunicación y formación para la difusión de información sobre alergias mortales a padres, alumnos y profesores. Esto es, capacitación regular sobre el manejo de alergias potencialmente mortales para los docentes y otras personas que están en contacto directo con los alumnos de manera regular.
«Buscamos cubrir las necesidades que tienen estas familias, ya que no hay una ley que establezca el protocolo a seguir por los centros escolares. Lo que perseguimos es que cada centro escolar tenga un plan de actuación, aunque sea interno, que haya sido aprobado por los diferentes organismos para que establezca cómo actuar», explica Roberto Revilla, delegado de la asociación en Palencia.
También se solicita que se pueda realizar una administración de medicamentos de emergencia y/o rescate, así como revisar el protocolo de actuación ante urgencias sanitarias en los centros escolares. Para ello se ofrecen con el objetivo de ayudar a elaborar un anteproyecto de ley sobre escolarización segura del alumnado alérgico.
«Nos preocupa que no se sepa cómo actuar. Hay actividades curriculares en las que los niños tienen que estar y en la que se puede estar en contacto con uno de los elementos a los que se tiene alergia. Una de nuestras preocupaciones como padres de estos niños es la impotencia», agrega Roberto Revilla.
La asociación reclama la necesidad de que se definan las obligaciones de la comunidad educativa en su conjunto, incluidas las familias, y la seguridad jurídica para el personal en caso de tener que actuar en caso anafilaxia y desarrollar una actividad formativa específica para profesores a través de los Centros de Formación del Profesorado de la Junta de Castilla y León.
«Esto es una necesidad que los padres estamos teniendo cada vez más. Pedimos que se regule. Hay cosas ya reguladas como el registro del alumnado, pero se queda corto. Además, nos preocupa que no haya un plan de emergencia descrito ante un ataque de anafilaxia, ya que no determina si se debe suministrar o no la medicación de rescate, en este caso la adrenalina, ni quién la pone», señala Revilla.
La AEPNAA reclama que haya personas formadas para evitar la muerte de cualquier niño al que no se le suministre este tipo de medicación en un caso extremo como esta reacción. Para ello, se quiere proponer un plan de formación completo en información sobre alergias y suministro de adrenalinas. Además, la asociación también pone el foco en los comedores escolares, a los que muchos alumnos no se quedan por el miedo que tienen los padres a que sufran una reacción, sostiene Roberto Revilla. Todo ello causa problemas de conciliación familiar y también económicos a estas familias que están afectadas.
La asociación representa las alergias alimentarias y por látex, pero afirman que hay muchas más, como las ambientales. Todas ellas carecen de un paraguas legislativo con el que poder garantizar la seguridad de todos estos niños. Por eso, este viernes se ha llevado a cabo una charla-coloquio dirigida a las comunidades educativas, padres y todo aquel interesado en la materia.
«Si sale adelante lo que pedimos, Palencia y la Junta de Castilla y León serían las primeras en establecer un protocolo a nivel nacional ya que no existe en ninguna otra comunidad autónoma. Cada centro escolar actúa de una forma. Nosotros hemos empezado la casa por el tejado haciendo una propuesta no de ley al Ministerio de Educación que fue aprobado para que el Gobierno se reúna con las comunidades autónomas y se pueda regular, pero va todo muy despacio. Ahora queremos empezar por abajo, hablar con los profesores, los centros y la Junta de Castilla y León. Cada vez hay más niños alérgicos y más alergias y es el momento de atajarlo antes de que pase nada y que ocurra una desgracia», concluye.
La Sociedad Española de Inmunología, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) alerta sobre el incremento del bullying en menores con alergia alimentaria y reclaman más seguridad para estos menores, no solo por el riesgo de reacciones anafilácticas sino por las mayores posibilidades que tienen de sufrir rechazo.
Según SEICAP, más de la mitad de estos niños asegura haber sufrido acoso físico de forma evidente, mientras que dos de cada diez relacionan el acoso llevado a cabo por compañeros de clase directamente con las alergias alimentarias, según un estudio reciente publicado en la revista 'Journal of Pediatric Psychology'.
Además, de entre los encuestados para este trabajo, uno de cada tres niños denunció haber sufrido acoso relacionado con su alergia. Entre las agresiones más comunes sufridas, los niños destacaron agitarles la cara con un alérgeno o ponérselo intencionadamente en la comida, además de la difusión de rumores o ser ignorados por su alergia alimentaria.
«Debemos tener en cuenta que los niños alérgicos sufren un fuerte impacto en su calidad de vida como consecuencia de las dietas de eliminación que han de seguir, que les genera estrés y ansiedad por evitar una ingesta accidental, pero también les conduce al aislamiento social y al rechazo», explica la doctora Ana Martínez-Cañavate, presidenta de la SEICAP.
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