Villarrabé, vecinos dispuestos a apostar por las tradiciones

La agricultura y la ganadería forman parte de la historia y de la tradición de Villarrabé, por la que muchos apostaron tiempo atrás y por la que otros han decidido hacerlo ahora. Frente al envejecimiento que ha experimentado el municipio, en el que viven muchos jubilados, hay un grupo de vecinos más jóvenes que han decidido quedarse en el pueblo y trabajar el campo. No lo tienen fácil, porque se necesita mucho dinero para la maquinaria y para mantener las tierras, pero tenemos la suerte de que una generación joven haya tomado las riendas de este sector, teniendo en cuenta que hace no tanto nadie quería quedarse.

Los tiempos han cambiado, hay quien quiere vivir en Villarrabé y conservar las tradiciones ligadas a su tierra, como una forma de preservar y difundir la historia de su pueblo, un legado agrario que nos encantaría que pudiera ser transmitido también a generaciones venideras. Que pusiera continuar esta transmisión de valores y de afecto a nuestra tierra es algo que a toda esa gente mayor que aquí vive (yo tengo 60 años y soy de los más jóvenes...) le encantaría, aunque el deterioro del censo es general en la zona, e incluso Saldaña y Carrión tienen cada vez menos vecinos.

En nuestro Ayuntamiento no hay gente en paro, pero tampoco viviendas donde alojarse. Sí creo que existen los atractivos propios de la vida tranquila que ofrece el mundo rural, por la que esos jóvenes agricultores y ganaderos se han visto atraídos. Es una lástima que no sean más, pero entendemos que si no es así es porque los políticos no se han molestado en evitar que esta España se vacíe.

Entre las oportunidades que ofrece nuestro municipio se encuentran las industrias lácteas, que dan empleo a varias personas de nuestros cuatro núcleos poblacionales, donde las prácticas agrarias forman parte de nuestras vidas desde hace ya muchas décadas. Y de ello estamos orgullosos, de una historia que sigue viva y que desde el Ayuntamiento intentamos preservar, con la conciencia puesta en mantener los servicios de la mayor calidad que sea posible, para que los vecinos que somos y los que seremos podamos conciliar nuestras vidas de la mejor manera posible, acompañando a nuestros jóvenes y teniendo claro que la vida en el pueblo es posible, aunque sepamos que sería más sencilla si las administraciones pusieran más de su parte para preservar estas tierras, que forman parte del corazón de Palencia, de la región y de nuestro país.

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