![Pablo Casado desconecta en Husillos](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201908/07/media/pablo.jpg)
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Han pasado unos días desde que Pablo Casado volviera a casa en verano, pero en la barra de la taberna La Vieja Escuela de Husillos se sigue hablando de su estancia. Corta, pero intensa. No es tan raro verle cada poco en esta localidad donde ... disfrutaba cada mes de julio y agosto junto con su familia y amigos. Pablo Casado creció y las raíces creadas hace décadas siguen bastante arraigadas en su chalé a las afueras de Husillos, aunque su agenda ha hecho que lo que eran semanas se conviertan en escasos días.
Un respiro en la ajetreada e incierta vida política que atraviesa el país y que vive en primera persona el palentino. Con unas nuevas elecciones acechando en el horizonte, lo que precisamente buscaba el líder del Partido Popular era evitar palabras como investidura, elecciones o nombres como Javier Maroto. Términos que le han dado algún quebradero de cabeza en los últimos meses, pero que durante la semana pasada no han estado en sus pensamientos, por lo menos en las conversaciones y paseos que ha compartido con sus vecinos.
En Husillos se ha dado un baño de masas, de esos que se dan los políticos durante las campañas electorales ante los 'flashes' y las cámaras, aunque en esta ocasión imperaban las sonrisas de los vecinos, sobre todo las de las mujeres. «En esta misma terraza, al pobre no le dejaban tranquilo, sobre todo las señoras, que no paraban de preguntarle y hacerle fotos», recuerda Amado Saiz en la taberna La Vieja Escuela, que no da mayor importancia a la última visita del líder nacional popular. «Es que viene a su casa, es normal que se le vea por aquí», continúa con normalidad.
En ese mismo establecimiento hostelero, al que suele acudir Casado cada vez que vuelve a sus orígenes, se encontró también la semana pasada con José María Crespo, director general de Diario Público, que también es del mismo pueblo. Pero, un saludo cordial y a disfrutar de los festejos de Husillos, que no era momento de analizar otros aspectos del día a día del político y periodista.
De la gastronomía también ha podido disfrutar durante sus días de desconexión en Husillos, especialmente en la propia taberna. La comida casera le llamaba la atención y no dejó sin probar ninguno de los platos que crean en la cocina. Hamburguesas, elaboraciones propias, y algunas raciones fueron del agrado de Casado, que no dudó en conocer los entresijos de la gestación de los platos y entró hasta los fogones, donde tuvo la ocasión de conocer a la cocinera Belén Ibáñez. «Parecía que iba a reventar de todo lo que comió. Siempre que viene pasa por aquí y alguna vez con algún guardaespaldas», afirman desde el establecimiento hostelero con una sonrisa.
Hay quien en Husillos todavía se sorprende de la presencia de un político nacional, pero otros vecinos no conciben que las vacaciones de un político se conviertan en noticia, sobre todo cuando la vida de Pablo Casado en Husillos, aunque sea de forma breve, no sigue siendo la de aquel niño para quien la bicicleta y los juegos eran su única preocupación.
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