Una oportunidad de vida en la Montaña Palentina

Dejarlo todo atrás. Huir porque tu vida corre peligro. Nunca es sencillo. Y es exactamente lo que les ocurrió a Fernando y Jorge Fuentes, dos hermanos obligados a huir de su tierra natal, el municipio de Simití, en el departamento de Bolívar, al sur de Colombia, junto a sus familias, por no aceptar los chantajes de bandas paramilitares. En Colombia tenían una vida próspera. Tras años de estudio, esfuerzo y entrega, habían logrado afianzar su futuro gestionando, entre otros negocios, una mina de oro y un centro médico, que empleaba a más de 70 personas. No plegarse a los chantajes de las bandas paramilitares que operan en la zona, le costó la vida a su hermana y puso en riesgo al resto de la familia. Se acogieron a un programa de ayuda a refugiados y llegaron a España en 2023. Primero, Fernando con su mujer, Dary, que dio a luz aquí a su hija, Macarena, y, posteriormente, Jorge y su familia –su esposa, Charlies, sus dos hijos, Santiago, de 8 años, y Christian David, de 17, y su sobrina, Astrid–.

Gracias a la ayuda de la Fundación San Juan de Dios, Fernando y Dary han encontrado un segundo hogar en el centro que la entidad gestiona en Aguilar de Campoo. Jorge y Charlies, por ahora, residen en Burgos, a la espera de que les asignen un lugar definitivo. Su deseo es que pueda ser el mismo, para que la familia se mantenga unida. En San Juan de Dios, les han apoyado, les han ofrecido cobijo, les han ayudado a legalizar su situación y, además, les prestan apoyo para encontrar una oportunidad de trabajo y un hogar definitivo.

«Ahora mismo tenemos 24 personas en acogida, una de ellas embarazada», explica Pachi Franco, coordinadora de protección internacional en el centro San Juan de Dios. «Proceden de Colombia, Ucrania, Bielorrusia y Perú, de donde han tenido que huir por la guerra o porque su vida estaba en riesgo». El centro cuenta con trabajadores preparados para ayudarles en sus procesos de acogida e integración. Gracias a ellos, Fernando y Dary entraron en contacto con el programa Conecta Rural, que trabaja en el acompañamiento a personas que quieran establecerse en la Montaña Palentina y, más en concreto, en Barruelo de Santullán y Brañosera.

«Hemos tenido la oportunidad de visitar Brañosera, hemos hablado con su alcalde Jesús y hemos visitado varias casas en la zona», destaca Fernando. Les encantaría poder establecerse aquí con toda la familia e incluso traer a algunos de los seres queridos que han dejado atrás. «Queremos ser útiles a la sociedad, nos toca reconstruirnos y estamos dispuestos a hacerlo», destaca Jorge, que en Colombia estudió Criminología. Dary, ingeniería metalúrgica, y Charlies, enfermería, pero aquí, se adaptan con una sonrisa. Fernando ya ha hecho un curso de almacén y carretillero y Dary se está formando como administrativa. «Nuestra disposición es total, queremos comenzar de nuevo», aseguran.

No son los únicos que buscan una segunda oportunidad. También se han acogido al programa Conecta Rural Fernando Rojas, boliviano, y, su mujer, Gloria Ester, paraguaya. Ellos llevan varios años viviendo en España, con sus hijas Aranza, de 7 años, y Jussty, de 16. Decidieron establecerse aquí para ofrecerles una mejor educación, en un entorno seguro y tranquilo para ellas.

Tras vivir un tiempo en lugares como Galicia o Murcia, recalaron en la comarca de la Ojeda. Fernando trabaja en una granja, y Gloria Ester, en un supermercado. Se enteraron de la puesta en marcha del programa Conecta Rural a través de la Asociación de Paraguayos que funciona en Aguilar de Campoo, y decidieron informarse. Les encantaría poder trasladarse a Barruelo de Santullán, lugar que ya han visitado y en el que han tenido la oportunidad de ver varias casas a la venta. Solo les falta ese último empujón.

• Temas
• Aguilar de Campoo
• Barruelo de Santullán
• Brañosera