Visitantes en La Olmeda. Yoli Miguel

La Olmeda celebra sus 56 años con puertas abiertas y la recreación de un campamento romano

La villa romana de Pedrosa de la Vega conserva uno de los más importantes mosaicos del mundo y recibe al año 60.000 visitantes

Jose Rojo

Palencia

Sábado, 6 de julio 2024, 08:52

En plena guerra de Troya la diosa Tetis, de cabellera rubia y pies de plata y una de las cincuenta hijas del «anciano dios de los mares», Nereo, y de la ninfa Doris, obligó a su hijo Aquiles a ocultarse en Skyros (Esciros) para impedir ... su participación en dicho combate por temor a que muriera, como vaticinó el oráculo. Pero el legendario Odiseo (Ulises, en romano) le localizó en la isla griega del mar Egeo y le forzó a luchar en la contienda junto a los griegos, cumpliéndose el luctuoso desenlace pronosticado.

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La escena del descubrimiento de Aquiles ­­–vestido de mujer para evitar ser identificado­– por Ulises en Esciros es la joya de la corona de la villa romana de La Olmeda (VRO, abreviatura promocional de la misma), descubierta por el perito agrónomo Javier Cortes Álvarez de Miranda en una de sus fincas agrícolas ubicada en el municipio de Pedrosa de la Vega. Este saldañés, nacido circunstancialmente en Santander el 6 de diciembre de 1929, relató el hallazgo de los primeros restos arqueológicos de este tesoro romano en una de sus últimas entrevistas concedidas poco antes de su fallecimiento (3 de marzo de 2009, a los 79 años) y publicada en el periódico Carrión: «Recuerdo el día y la hora. Fue el 5 de julio de 1968, a las siete y cuarto de la tarde. Después del trabajo, estábamos Avelino Palacios, que falleció hace tiempo, y yo rebajando un terreno para ponerlo en regadío y apareció un bloque de piedra que resultó ser parte de un muro; bajamos con una azadilla por uno de los lados de ese bloque y a medio metro de profundidad encontramos algo que parecía una piedra. En un primer momento no sabíamos qué era porque estaba ennegrecida, pero Avelino se fijó en unas rayitas y en unos dibujos en forma de arco. Al día siguiente, por la mañana, volvimos con un cuchillo para raspar la supuesta piedra y descubrimos un mosaico». En aquel fructífero año, cuando Cortes y su compañero de faenas se toparon con esta insólita y extraordinaria 'cosecha' que cambiaría el rumbo de la comarca y de la provincia palentina, el primero de ellos ocupaba la alcaldía de Saldaña, localidad en la que se crió y vivió y a la que siempre amó y que dista seis kilómetros de Pedrosa de la Vega.

Un filántropo sencillo y con estilo de vida espartano

El descubrimiento de La Olmeda trastocó también el pensamiento de este terrateniente de la comarca de la Vega-Valdavia ­–heredero de las propiedades de su padre, el abogado y político conservador Ricardo Cortes Villasana (1890­-1936)­­–, patrimonio del que nunca hizo alarde, sino todo lo contrario –fue un hombre sencillo y con un estilo de vida espartano–, ya que en él se despertó la curiosidad y el interés por indagar y adquirir conocimientos en arqueología e historia, convirtiéndose en un experto en ambas materias, a la vez que se erigió en un filántropo para su tierra. Su sublime altruismo se constató en 1980 cuando decidió donar la villa romana a la Diputación de Palencia para el disfrute del bien común. A Javier Cortes, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes en 2015 a título póstumo, también se le debe la permanencia en este Bien de Interés Cultural del archiconocido mosaico de Aquiles, ubicado en el salón principal ­–'oecus'­– y enmarcado por una galería de retratos y una cacería a sus pies, tras rechazar en 1969 una oferta de compra por parte del Museo Arqueológico Nacional. Una venta que, de haberse producido, habría privado a la VRO de su consideración como uno de los yacimientos más espectaculares e importantes para el conocimiento del mundo tardorromano y «uno de los grandes descubrimientos de la arqueología mundial», como subrayó en su día la revista 'National Geographric'.

Cincuenta y seis años de una vida repleta de éxitos

Esta gran mansión rural de finales del Imperio Romano (siglo IV) ocupa una superficie de 4.500 metros cuadrados y consta de una vivienda y un área de baños que se organizan en torno a un peristilo central rodeado de corredores y de treinta y cinco estancias, veintiséis de las cuales –más de 1.500 metros cuadrados– están enlosadas con mosaicos geométricos y figurados que han sido conservados y restaurados in situ ­–uno de los grandes logros de la intervención arqueológica­–, lo que le otorga su mayor riqueza. A la vera de la morada, en otro edificio al que se accede por un gran pasillo, es donde se localiza la zona de baños de los romanos residentes e invitados y que descubre circuitos de agua fría y caliente, una bañera, vestuarios y curiosas letrinas.

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La contemplación interior y exterior de este palacio romano de planta cuadrada flanqueado por cuatros torres dio un salto cualitativo cuando la diputación palentina sustituyó el edificio funcional que se construyó en 1984 por un magnífico envoltorio arquitectónico diseñado por Ángela García de Paredes e Ignacio Pedrosa que fue inaugurado por la reina Doña Sofía en 2009, un mes después de la triste pérdida de su descubridor y mecenas, un recinto que fue valedor de numerosos premios y reconocimientos; entre otros, una mención especial de los premios Europa Nostra en 2010. Desde esta reapertura hasta hoy, la afluencia de visitantes de la VRO se acerca a los 879.000 y la media anual se sitúa en torno a 60.000, lo que convierte al yacimiento de la comarca de la Vega-Valdavia en el recurso turístico más apreciado de la provincia palentina.

Una de las guindas del pastel de La Olmeda se instaló en marzo de 2022: un hydraulis, instrumento de teclado de origen grecorromano que data del siglo III antes de Cristo, órgano hidráulico que ha sido reproducido por primera vez en España por el taller de organería de Federico Acitores, ubicado en la localidad palentina de Torquemada, y que ya ha sido protagonista de numerosos conciertos.

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Además, la dinamización del tesoro romano de Palencia se arropa de abril a diciembre de una cuidada cartelera de actividades para todos los públicos que teje el servicio de Cultura de la Diputación y que se presenta bajo el título 'Cvltvro'.

Con motivo del quincuagésimo sexto aniversario de su hallazgo, que se conmemora este viernes, 5 de julio, tanto el yacimiento como el Museo de La Olmeda, que alberga la iglesia de San Pedro –cedida por el Obispado a la Diputación– de la localidad saldañesa, abren sus puertas a los visitantes sin coste alguno, como es tradición desde hace años. En este 56 cumpleaños se ha sumado a la jornada de puertas abiertas otra actividad que se celebrará el sábado: la recreación histórica de un campamento de la Legio IV Macedonica en el exterior del yacimiento, de 11:00 a 18:30 horas, un montaje que se complementará con la degustación de gachas, la comida habitual de los legionarios.

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