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Las visitas han concluido. Pan y Guindas ha sido el último de los barrios que ha recorrido el concejal de Obras y Urbanismo, Álvaro Bilbao, acompañado por los representantes vecinales para conocer sus demandas de mejora en las infraestructuras públicas, el mobiliario urbano y ... las zonas verdes. Generalmente, ha acudido a estas visitas junto con la concejala de Participación Ciudadana, Rosario García, pero en esta ocasión, dado que se cerraba el ciclo (doce barrios, además de la zona centro), ha participado también en el recorrido por las calles de Pan y Guindas la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, quien recalcó que estas visitas deben entenderse como «una nueva forma de gobernar en el Ayuntamiento de Palencia para gestionar los recursos públicos». La edil destacó la importancia de programar la actuaciones atendiendo a las necesidades que plantean los propios vecinos. «Lo primero es escuchar, y que esa escucha no caiga en saco roto. Se escucha a los vecinos y en los departamentos y servicios municipales se trabaja con lo que se ha escuchado, no con lo que nos interese o lo que creamos que se debe hacer. Habrá por supuesto que pactar también esas actuaciones, para ir priorizando cuáles son esas actuaciones. Por eso es tan importante pisar el terreno y conocer lo directamente, para ir marcando esas prioridades», manifestó Miriam Andrés.
La regidora aprovechó también la visita a Pan y Guindas para destacar la importancia de contar en la ciudad con un movimiento vecinal plenamente asentado, al que señaló como principal interlocutor para conocer cuáles son esas necesidades reales de los ciudadanos de Palencia. «Cuanto más fuerte sea el movimiento vecinal mucho más fácil será la gestión municipal para los que tenemos la responsabilidad de dirigirla».
Del mismo modo, la alcaldesa explicó que este recorrido por los barrios es un primer paso, dado que con los fondos disponibles para este año resultará imposible afrontar todas las peticiones planteadas por las asociaciones de vecinos. Por ello, Miriam Andrés insistió en que este tipo de programas se irán desarrollando durante todo el mandato. «El objetivo es que dejemos una ciudad mucho mejor de la que nos encontramos», señaló. En este sentido, el concejal de Obras y Urbanismo señaló que se ha recogido un número muy elevado de peticiones vecinas, «todas justas y legítimas», pero que no pueden acometerse con los fondos que se disponen este año, por lo que los servicios técnicos municipales, en colaboración con los propios representantes de los vecinos irán priorizando para acometer cuanto antes las que se consideren más urgentes.
«Vamos a centrarnos en las calzadas con mucho deterioro, las aceras que no son accesibles o están levantadas por las raíces de los árboles y los parques infantiles deteriorados o en zonas en proceso de expansión de su población», señaló Álvaro Bilbao, quien recalcó que el estado de «dejadez» en el mantenimiento de los espacios públicos ha sido generalizado en toda la ciudad, aunque, desde su punto de vista, el barrio del Cristo es el más necesitado de actuaciones.
El concejal explicó que a lo largo del mes de abril se redactarán los pliegos de condiciones para la contratación de las obras, con el fin de que la mayor parte de las actuaciones puedan arrancar en verano. El Ayuntamiento cuenta con 500.000 euros para mejoras en el asfaltado, otro medio millón para la renovación de las aceras y espacios públicos y 400.000 euros para actuaciones en parques infantiles.
Durante la visita al barrio, los representantes municipales se acercaron también a la zona de la Alcoholera, cuyos entornos se transformarán este año como espacio de esparcimiento.
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