HENAR MACHO
Palencia
Martes, 16 de agosto 2022, 08:10
Hasta ocho autobuses llegaron a la estación de trenes de Palencia en la tarde de ayer, 15 de agosto y día de la Asunción de la Virgen. Los cuatro primeros, que hicieron su llegada entre las 17 y las 18 horas, transportaban a viajeros desde ... Santander con destino a la estación Chamartín de Madrid. La segunda tanda de viajeros procedentes de la capital de España llegó en tren en torno a las ocho y media de la tarde a Palencia, donde hicieron el trasbordo para continuar en autobús el trayecto hacia Santander.
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Por ello, tanto las propias instalaciones de la estación de trenes como sus inmediaciones y, más concretamente, el parque de Los Jardinillos, se llenaron de decenas de personas que aguantaban estoicamente el tiempo de espera entre un trayecto y otro. Aunque en lo meteorológico se puede decir que obtuvieron una tregua, lo cierto es que a los viajeros no les resultó grato el plan de transporte alternativo por carretera que ha establecido Renfe a causa de las obras que Adif acaba de comenzar en el tramo Palencia-Santander.
Marta del Pozo es una de las afectadas que regresaba a Madrid después de pasar unos días en la capital cántabra y no ha llevado mal el cambio de planes en cuanto al viaje porque ya se lo esperaba «por las noticias» pero reconoce que, como medio de transporte, prefiere el tren. «Vas más cómodo, te puedes levantar, vas a la cafetería…», comenta esperando llegar a la hora prevista.
De cada autobús se apearon unos cincuenta pasajeros. Entre ellos, Miguel Ángel Herrán, que viajaba a la vecina Valladolid, el destino de muchos de los pasajeros. Se ha enterado de las condiciones del viaje en la misma estación, su billete era de AVE, al precio de 80 euros, y estuvo esperando desde las cinco de la tarde. «Preguntamos en ventanilla y nos dicen que miremos el panel, que ya vendrá el tren, que vamos a llegar bien». Les han asegurado. «Claro que vamos a llegar, pero he pagado para ir en tren, porque para eso lo pago más barato y vengo en el autocar», insiste y pide «que no mareen a la gente así».
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Elsa Sánchez es una leonesa afincada en Madrid que también ha hecho el trayecto Santander-Palencia en autobús con su pequeño chihuhua, Bugui. Juntos esperaron en el entorno de la estación la llegada del tren y relata que recibió un correo electrónico alrededor de dos horas antes de la salida en el que se le avisaba de las condiciones del viaje. «El precio es el mismo que de normal, nos han cobrado el billete de tren y nos han puesto en el autobús, tranquilamente», se queja. «Encima no vamos a poder reclamar porque está en el billete, y no nos van a devolver nada». El papel rezaba en un apartado de observaciones: 'Por obras trayecto Santander-Palencia por carretera', pero esta viajera, que ha pagado 69 euros por el billete, no había reparado en ello. Elsa desconfía de las garantías del viaje. «Ahora nos han dicho que vamos a ir en un Intercity, pero que vamos por una vía de alta velocidad, y que vamos a llegar igual un poco antes. Aunque eso hay que verlo», puntualiza.
Viajar con su mascota, ubicada en un transportín, no le ha supuesto nunca ningún problema porque antes de la pandemia, por su trabajo, viajaba mucho por todo el país en tren. No obstante, lamenta el trato que ha recibido por parte de un miembro del personal en la estación de Santander. «Encima de que tenemos este lío, me dice que igual no me dejaban subir al perro al autobús y ha ido a comentárselo al conductor, que no ha puesto ningún problema porque es un perro pequeño, no ladra y va en el transportín dormido», relata Elsa, que ha asumido un suplemento de 20 euros por viajar con su perro. A pesar de lo tedioso de la espera en el trasbordo, agradece, no obstante, que en el autobús había asientos libres que han permitido a los viajeros separarse unos de otros para mayor comodidad.
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La perplejidad de los viajeros era generalizada. «¿Obras en agosto? Cuando los trenes encima están ahora hasta arriba…», insiste Elsa, que confiesa que la situación le ha sobrepasado al principio. «No me sirve de nada cabrearme». Además, explica que su experiencia reciente con la compañía de transportes no ha sido agradable. «La semana pasada, volviendo de Málaga tuvimos 20 minutos de retraso y nos dijeron que nos devolvían la mitad del billete. ¡No aparece mi billete en internet! Es increíble».
Patricia Balo y Rocío Sánchez son otras dos amigas afectadas. «Saqué los billetes y no vi nada en la página web, pero después me dio por mirar y ponía que veníamos en autobús hasta aquí», relata Rocío. «De hecho, puse una queja a Renfe al día siguiente de coger los billetes, el 26 de julio, hace más de 15 días, y todavía no me han contestado. El motivo es que me hicieron pagar los asientos, porque los quise elegir, y además es que he pagado un asiento de tren, no de autobús». Comenta con resignación. «Pero insistiremos», anuncian al unísono. Y es que cuando han llegado a la estación de Palencia, han visto que su tren salía una hora más tarde. A esperar en Los Jardinillos.
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