El TSJ obliga a la Junta a aplicar un tratamiento específico a una palentina con esclerosis múltiple

La sentencia reconocía a Begoña del Valle el acceso al medicamento hospitalario Ocrevus y una indemnización por daños morales de 56.000 euros. El fallo del Tribunal Superior de Justicia, con fecha del 6 de febrero, ha ratificado la prescripción, pero exime a la Junta de pagar indemnización a la demandante.

Begoña del Valle comenzó en octubre de 2019 un tratamiento con Rituximab, que dejó de ser administrado en septiembre de 2020. En marzo de 2021 manifestó intolerancia a dicho medicamento –un informe del Servicio de Neurología del Hospital Río Carrión de Palencia de 8 de octubre de 2021 describe «efectos secundarios a la medicación y progresión de sus síntomas, predominando estreñimiento, irritación axilar, disminución de agudeza visual, molestia en ambos oídos, estreñimiento crónico, ITUs de repetición y escalofríos importantes»–, por lo que solicitó tratamiento con otro medicamento denominado Ocrevus (ocrelizumab) en sucesivas peticiones remitidas a la Gerencia de Salud. «El Ocrevus está específicamente destinado a este tipo de enfermedad y de enfermos, pero es muy caro. Te ingresan, estás un día o dos en el hospital porque es un tratamiento fuerte y se administra cada seis meses», argumenta José Ramón Merino Ganzo, abogado de Begoña del Valle.

«Dicen que se investigue. Claro que hay que investigar, pero, ¿qué sentido tiene investigar si cuando existe la medicación no se administra?», se pregunta Begoña del Valle, que ha querido dar visibilidad a este tipo concreto de enfermedad neurodegenerativa y crear precedentes para más enfermos que se encuentren en su misma situación. «Este tratamiento alivia los síntomas, nos da calidad de vida y nos ralentiza la enfermedad», añade.

Este medicamento está específicamente autorizado para la esclerosis múltiple primaria progresiva, subraya Merino Ganzo. «Por razones presupuestarias, el Ministerio de Sanidad en 2019 dictó un Informe de Posicionamiento Terapéutico donde argumenta que este medicamento es específico, pero que para los mayores de 55 años la Seguridad Social no lo va a financiar. Este informe no es una norma jurídica, pero sirve para que cada una de las comunidades se sitúe y haga lo que prefiera», argumenta.

Las comunidades que están peor presupuestariamente toman como base el Informe de Posicionamiento Terapéutico para no incluir en el sistema a este grupo de edad. «En Cataluña, en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, se lo dan a los mayores de 55 años porque está científicamente demostrado que el Ocrevus tiene un efecto beneficioso sobre este grupo de edad», insiste Merino Ganzo.

Begoña del Valle ha querido reivindicar su caso particular para que otros pacientes con la misma enfermedad tengan la posibilidad de apoyarse en su sentencia. «Se trata de salud y la enfermedad sigue avanzando. No me entra en la cabeza que quien tiene que cuidarnos, no lo haga. En una enfermedad tan discapacitante, te das cuenta de que si naces en una comunidad sí que tienes derecho, pero en otra no lo tienes. Se negocia con las personas y con su salud», subraya.

Aún cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Por su parte, el abogado de Begoña del Valle pide que se agilice la ejecución contra la administración regional y que su cliente sea ingresada cuando antes en el Hospital Clínico de Valladolid, que tiene la unidad especializada de esclerosis múltiple, para recibir el medicamento Ocrevus.