Los nuevos templarios de Palencia: Resines y dos actores de 'Campeones'

Todavía resuenan los ecos del paso del actor Antonio Resines por la provincia de Palencia. El cántabro protagoniza la campaña de turismo de la Diputación con un audiovisual en el que, a través de 'pildoritas' que se irán colgando en las redes sociales, se invita a visitar la provincia de Palencia, usando el Canal de Castilla y el Camino de Santiago como reclamos de lujo.

El pasado jueves, la grabación los llevó a la localidad jacobea de Villalcazar de Sirga, donde Resines, acompañado por dos de los actores de la película Campeones, Gloria Ramos y José de Luna, retornaron a tiempos de los templarios adentrándose en el imponente templo de Santa María y repusieron fuerzas con las viandas que les ofrecieron en el Mesón de los Templarios. De aquella parada, que después los llevó a La Olmeda, no ha trascendido mucho, porque no se quiere desvelar la sorpresa de lo que será el resultado definitivo del trabajo.

Pero sí sabemos que la acogida fue calurosa en el Mesón. A la altura de lo que habría esperado el que fuera Mesonero Mayor del Camino, Moisés Payo, en la casa que fundó en el Año Jacobeo de 1965 y donde fue pionero en atender a los peregrinos que ya hacían la ruta jacobea en los 70. Y allí fue donde Javier Payo, el hijo de Moisés, se topó con «un hombre muy campechano, la mar de simpático y muy normal» con el que estuvo charlando «un rato largo» durante un descanso en el rodaje.

Con una cervecita bien fría, - «porque ese día hacía un calor horrible», recuerda Javi- y unas aceitunas, estuvo charlando con Resines a la entrada del Mesón, mientras su equipo lo preparaba todo para retomar la grabación en el interior. «Le conté la historia de mi padre y mostró interés por las costumbres del pueblo», explica Javier Payo. También hablaron de las buenas comunicaciones que tiene la provincia, donde para a veces al hilo de sus numerosos viajes entre Madrid y Cantabria. Casi siempre en Frómista, donde tiene unos amigos. Y del potencial turístico donde ha descubierto cosas sorprendentes. «Estuve un montón de tiempo hablando con él», sostiene. Incluso entró en la cocina y saludó a las cocineras. «Un tío majísimo, muy campechano, muy jovial», repite.

Pero había que volver al tajo, y después de hacer unas tomas por la iglesia cual caballeros templarios, Antonio Resines, José de Luna y Gloria Ramos se sentaron a la mesa y, entre broma y broma, fueron probando las sopas castellanas, la cecina, la morcilla, el lomo y el lechazo asado. Se lo sirvió, Raúl, el sobrino de Moisés, y el único de la familia que robó algún que otro plano durante la grabación. Mientras, Javier se encargó de coordinar todo: «Por lo que vi hablaban de cosas muy distendidas, muy simpáticas, todo en clave de humor», relata. «Aunque apenas probaron bocado… lo que tiene la ficción, hacían como que comían, pero no comían», apostilla.

Por fin, cuando terminaron de grabar pudieron probar las viandas típicas de este mesón. No todos, porque los chicos de Campeones tuvieron que irse pitando, explica Javier. El resto del equipo sí saboreó la cocina castellana del lugar. Antonio Resines en compañía de la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, y de los diputados de Cultura y Turismo, Carolina Valbuena y Fran Pérez, no quiso perderse «lo típico, un lechacito asado y unas mollejas, y las sopas de ajo, que no podían faltar».

«Hasta que llegó la chica de la productora y tuvieron que irse a toda pastilla a la villa romana», relata. «Casi no le dejaron ni tomar el café», añade. Sin duda, unas horas en tierras jacobeas que dejarán una potente campaña publicitaria de Palencia.

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