Secciones
Servicios
Destacamos
Tulipanes de papel con tallo, hojas y con capullos de todos los colores esperaban este martes, en una mesa frente a la Bocaplaza, ser repartidos entre los viandantes que se detenían a escuchar las reivindicaciones o la lectura del manifiesto de las personas con Parkinson, cuyo día se conmemoraba. Estas flores, que simbolizan la enfermedad, habían sido creadas en los talleres de Terapia Ocupacional por ellos mismos, por los usuarios activos de la Asociación Palentina de Parkinson, que sobrepasan los 45, dentro del centenar de socios con el que cuenta la entidad entre afectados, familiares, colaboradores y amigos.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia en el mundo. Más de ocho millones de personas la padecen. En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología, más de 160.000 personas están afectadas por la misma, y en Castilla y León la cifra llega a los 12.000 enfermos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado recientemente que la prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 25 años.
Desde el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología afirman que el Parkinson no solo afecta a personas de edad avanzada, ya que aproximadamente un 15% de los casos actualmente diagnosticados en España corresponden a personas menores de 50 años, y cada año se diagnostican en el país unos 10.000 nuevos casos.
«Este acto es una reivindicación, no una celebración», señaló en la Bocaplaza el presidente de la Asociación Palentina de Parkinson, Fidel de Diego, quien narró una situación cotidiana a la que se puede enfrentar cualquier persona que padezca esta enfermedad. En la cola del supermercado la gente siempre espera con impaciencia porque todos tienen prisa en una sociedad que, cada vez, avanza más rápido. Y los movimientos para guardar la compra o simplemente para sacar el monedero son más lentos entre los enfermos de Parkinson. «Por eso pedimos empatía y tiempo», sentenció.
El eslogan de la campaña 'Dame mi tiempo' de este año va por ahí: 'Por unas relaciones sociales que respeten los tiempos de las personas con Parkinson'. «Pedimos que se nos dé el tiempo que necesitamos los enfermos de Parkinson por nuestra lentitud, por nuestra forma de actuar por la enfermedad, que se nos dé más tiempo en esta forma de vida rápida para vivir», afirma De Diego, instantes después de haber leído el manifiesto.
Tres hojas escritas a ordenador, en letra grande y en negrita ocupaban la declaración, que fue leída entre usuarios, socios y trabajadores de la asociación. Y a lo largo de las tres hojas no aparecía en ningún momento la palabra 'temblor'. Sin duda, es el primer síntoma con el que cualquier persona relaciona esta enfermedad, pero ayer, completamente aposta, se evitó leerla ante las decenas de personas que se detuvieron a escuchar.
«Los bloqueos de la marcha, la lentitud de movimientos, la falta de equilibrio al caminar o la rigidez facial son síntomas desconocidos de la enfermedad que, si se manifiestan cuando las personas con Parkinson están en espacios públicos o eventos sociales, les sitúan en una posición vulnerable ante las miradas, gestos y actitudes de una sociedad que desconoce la verdadera complejidad de esta enfermedad», argumentó el comunicado, que denunciaba la falta de conocimiento de esta enfermedad. Según la OMS, la población no está bien informada a nivel global sobre este trastorno, que puede dar lugar a suposiciones erróneas.
Y es que el Parkinson provoca una serie de síntomas motores y no motores, pero mucha gente desconoce que las personas que la padecen pueden experimentar variaciones de estos síntomas a lo largo de un mismo día. Estos cambios son absolutamente imprevisibles, limitan gravemente la calidad de vida de las personas e impactan directamente en sus relaciones sociales. Por este motivo piden tres cosas: tiempo, paciencia y empatía.
«Tener citas médicas cada nueve meses en una enfermedad que cambia cada día como es el Parkison es muy complicado», señaló ayer Adrián Díaz, trabajador social de la Asociación Palentina de Parkinson. «Vienen neurólogos desde Valladolid, pero aún así las consultas siguen siendo cada demasiado tiempo», agregó.
La carencia de profesionales sanitarios afecta a nivel nacional y Palencia no se libra de este problema, sobre todo en algunas especialidades como puede ser Dermatología o Neurología. Desde la Gerencia de Salud de Palencia se abrieron dos vías para paliar esta situación insostenible: colaboración del servicio de Medicina Interna y un acuerdo con el Hospital Clínico de Valladolid para que siete neurólogos de allí pasen consulta por las tardes en Palencia.
«Estamos con una escasez de médicos a nivel general, pero hay que echar imaginación e incentivar a los médicos para que puedan venir a Palencia. Es una manera de aumentarnos la calidad de vida», afirmó el presidente de la asociación, Fidel de Diego, quien explicó que en el Día Mundial de Parkinson también piden reducir los tiempos de espera de la atención sanitaria que reciben los enfermos de con Parkinson.
Que disminuya «el tiempo que las personas tardan en recibir el diagnóstico, el tiempo que las personas esperan para ser derivadas a Neurología o el tiempo que esperan hasta la siguiente consulta de Neurología», reclamaron desde la Federación Española de Parkinson en el manifiesto que se leyó en la Bocaplaza.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.