Un nuevo tesoro para la Catedral de Palencia con mil años de antigüedad

Es el descubrimiento textil de mayor envergadura de los últimos veinte años en España», afirmó la investigadora experta en textiles, María Judith Feliciano. «Este es el tesoro de la Catedral de Palencia que con tanto amor se han esforzado en destacar», agregó en la seo de San Antolín, delante del velo islámico, un almaizar de 136x154 centímetros, que este martes fue presentado tras su restauración.

La tela de seda y trama de lino fue descubierta en el verano de 2021 mientras se hacía inventario de los relicarios en el retablo de la capilla de San Jerónimo de la Catedral, ya que envolvía una reliquia anónima –incluso durante su restauración se encontró un fragmento de hueso entre los hilos–. «Parece ser que es el contenido de la famosa arqueta musulmana del S. XI que estaba en la Catedral, que fue vendida en 1910 y que actualmente es una de las joyas del Museo Arqueológico de Madrid», afirmó José Luis Calvo, delegado diocesano de Patrimonio.

Su descubrimiento, o mejor dicho el descubrimiento de su importancia, fue por casualidad. «Lo que sucedió es para escribir un cuento», remarcaba María Judith. Planificando por videollamada con sus compañeros Ramón Pérez de Castro y Pablo Amador Marrero un viaje por Castilla, ella vio una foto en el fondo de la pantalla de Ramón y le pidió que se la enseñase. La tela aún era un amasijo sobre el hueso, pero parecía algo importante. El viaje por Castilla se centró en Palencia y más concretamente en la Catedral. Tras ver la singularidad del tejido, comenzó un trabajo conjunto con el Instituto de Patrimonio Cultural de España, que depende del Ministerio de Cultura y Deporte, cuya subdirectora adjunta, Susana Alcalde, estuvo ayer en la presentación.

Hace tres días llegaron los resultados de la prueba de carbono 14, que sirve para datar aproximadamente la fecha exacta de la pieza. El velo islámico se sitúa entre 1025 y 1159 al 96%, pero se cree que «muy probablemente sea de finales del S. XI», argumentó, con emoción, la investigadora María Judith. Se piensa que es un tejido de manufactura fatimí, del Egipto Medieval, probablemente traído a Castilla a través de una red de comercio. Tuvo varias vidas litúrgicas antes de convertirse en un relicario en el siglo XVI: pudo ser un velo humeral en la propia seo palentina, una cortina o un paño de mesa de altar.

Casi a la misma hora que se presentaba ayer el hallazgo en Palencia, también se daba a conocer en el Museo Nacional de Zurich, en Suiza, dentro del Congreso del CIETA (Centro Internacional de Estudiosa Textiles Antiguos) de la mano de Ana Cabrera. Porque es un descubrimiento importante a nivel internacional.

La técnico responsable de la restauración, Esther Galiana, explicó que primero se tomaron muestras para documentar la pieza, posteriormente se limpió la tela de impurezas y suciedad con agua micronizada por ultrasonidos «para devolver el tejido a su original sin mojarlo», además de eliminar arrugas y deformaciones. Para rehacer las partes dañadas, se utilizó una aguja curva (que se usa en cirugía) con un hilo de seda natural teñido muy fino para poder coser en plano.

La pieza, teñida de azul por un sistema de inmersión, consta de una banda lateral de tapiz (la banda del otro extremo habría sido cortada) con motivos geométricos en amarillos, rojos, azules y negros. La inscripción 'al-mulk lilah', 'El reino es de Allah', se repite en la tapicería.

El tejido está montado en un soporte de policarbonato acolchado con muletón suizo para que no se estropee con el tiempo y se pueda exhibir. Durante 'Renacer', estará entre el capítulo 1 y 2 de la muestra y ya se estudia dónde exhibir este crucial hallazgo en la seo cuando se clausure la exposición.

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