El veterinario Antonio de los Bueis atiende a un perro. Manuel Brágimo

La nueva Ley de Bienestar Animal genera dudas entre los dueños de mascotas

El texto solo cita a perros, gatos y hurones, a la espera de que el Comité Científico elabore un listado definitivo

Carmen Aguado

Domingo, 5 de noviembre 2023, 10:11

Apenas lleva unas semanas en vigor –desde el pasado 29 de septiembre–, pero la nueva ley de Bienestar Animal ya ha suscitado las primeras polémicas entre defensores y detractores de una normativa que pretende proteger y garantizar los derechos y el bienestar de los ... animales de compañía y silvestres en cautividad que residen en España.

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Con esta nueva disposición, se persigue luchar contra el alto grado de abandono de animales, acabar con el maltrato al que son sometidos, regular la comercialización y promover la adopción, entre otros muchos objetivos. Esta normativa refuerza a su vez la consideración de los animales como seres vivos sintientes, definición establecida a comienzos del año 2022 tras la modificación del Código Civil.

Esta norma se dirige a los animales de compañía que conviven en los hogares definidos como 'animal doméstico o silvestre en cautividad, mantenido por el ser humano, principalmente en el hogar'. El texto legal únicamente cita a perros, gatos y hurones, a la espera de que el Comité Científico y Técnico para la Protección y Derechos de los Animales elabore un listado definitivo de todos los animales domésticos. Quedan excluidos de la ley de bienestar animal los animales utilizados en los espectáculos taurinos y en actividades deportivas, los de producción –como gallinas, cerdos o vacas–, experimentación, los silvestres –salvo los que sí que están incluidos en la lista–, las aves de cetrería, los perros de caza, los perros pastores y los de rescate.

Objetivos

Entre los aspectos más destacados de esta nueva ley, sobresalen la obligación de la identificación mediante microchip para los perros, gatos y hurones, y mediante anillado para las aves; la prestación de los cuidados sanitarios necesarios para garantizar su salud; la obligatoriedad de educar y manejar al animal con métodos que no provoquen sufrimiento o maltrato, ni le puedan causar ansiedad o miedo.

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Además, los gatos deben esterilizarse antes de los seis meses y, en caso de adopción, el centro de protección o entidad protectora deberá esterilizar al animal antes de la misma. Por norma general, la eutanasia está prohibida, excepto por motivos de seguridad de las personas o animales o riesgo para la Salud Pública. Se podrá realizar la eutanasia para evitar sufrimiento por causas no recuperables, que comprometan seriamente la calidad de vida del animal, siempre justificado bajo criterio y control veterinario. También, se prohiben las peleas de animales o su uso en circos y otros espectáculos, en exposiciones, cabalgatas, etc. Tampoco se podrán utilizar animales como premio o rifa; se prohiben las ataduras de animales a vehículos en marcha, así como la tenencia de un animal de modo permanente en terrazas, azoteas o balcones, entre otros.

Las multas van desde los 500 hasta los 10.000 euros para infracciones leves, y llegan hasta los 200.000 euros para las muy graves

También está nueva normativa señala que está prohibido dejar a un animal de compañía solo sin supervisión durante más de tres días consecutivos. En perros, el periodo se reduce a veinticuatro horas. De igual forma, la ley prohibe la cría no autorizada de animales. Es obligatorio estar inscrito en el Registro de Criadores de Animales de Compañía.

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Tampoco está permitida la venta directa de animales domésticos en tiendas de mascotas o a través de Internet y se prohibe ensuciar las calles con excrementos u orina de animales (las campañas contra este tipo de actuaciones se han incrementado en las distintas ciudades durante los últimos años). De igual forma, la ley favorece que los animales domésticos o de compañía tengan acceso a cualquier medio de transporte público, así como a edificios y dependencias públicas.

Curso de Formación

La ley de Bienestar Animal contempla la necesidad de superar un curso de formación gratuito, para conocer la responsabilidad de tener un animal de compañía. Esta obligación se aplica en principio solo a los titulares de perros. También en el caso de tenencia de canes, es obligatorio suscribir un seguro de responsabilidad civil.

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La disposición contempla tres tipos de infracciones con sus correspondientes sanciones. Las multas van desde los 500 a 10.000 euros para infracciones leves, como dejar al perro atado en la puerta de un establecimiento o permitir que deambule por espacios públicos sin supervisión. Y hasta los 200.000 euros para aquellas infracciones consideradas muy graves como el uso de animales para peleas o el sacrificio con medios inadecuados.

Además, los propietarios de animales de compañía distintos a perros, gatos y hurones tienen la obligación de comunicar a las autoridades competentes la tenencia de estos animales, en el plazo de seis meses.

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Se incrementan las consultas para poner un chip a los gatos

Desde que entrase en vigor esta nueva ley, las clínicas veterinarias han experimentado un importante incremento de consultas, sobre todo, de gatos. En la clínica Don Can están recibiendo un mayor número de consultas para poner un chip a estos animales. Desde que se aprobase esta ley, la multa si no tienen colocado uno puede ascender hasta los 50.000 euros. «La gente tiene dudas, cómo no. Quién no las tiene. Es una ley hecha sin consultar a los profesionales que pueden aportar sobre lo que se está legislando y, desde luego, crea muchísimas dudas y muchas cosas no están desarrolladas y crean más al respecto», señala José Miguel Gallo, de Don Can.

os microchips para los gatos se pueden poner desde los tres meses y se trata de un dispositivo electrónico de muy pequeño tamaño y que se coloca bajo la piel del cuello en una pequeña intervención que no suele requerir anestesia y que consiste en un rápido pinchazo. «Hasta el momento, el 99% de los gatos no contaba con el chip. No se tarda nada en hacerlo, si se deja, que ahí está la cuestión. Se trata de introducir una jeringa como si se fuera a vacunar, pero con una aguja un poco más gruesa. Los gatos tranquilos no tienen ningún inconveniente. El problema viene con los gatos difícilmente manejables, como no se dejan, tenemos que sedarles. Se trata de una sedación ligera. La eficacia y el beneficio es alto», explica Gallo.

Cada chip lleva asociado un número para identificar a los animales extraviados gracias a un lector que tienen los veterinarios, la Policía y la Guardia Civil o el Seprona. «A los perros se les lleva muchos años castrando y chipando y, bueno, no hemos notado en ese sentido un incremento de consultas», agrega.

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