Francis Olea, entrenador del Becerril

«No he tenido ninguna oferta, por lo que sea, mi perfil profesional es bajo»

El Becerril ha logrado realizar una de las mejores temporadas de su historia este año. Ha luchado hasta prácticamente el final por los puestos de fase de ascenso a Segunda RFEF y ha finalizado en octava posición. Un rotundo éxito teniendo en cuenta que el objetivo inicial era la salvación. Un proyecto modesto en las manos de Francis Olea. El técnico palentino ha dado con la tecla para liderar a un equipo que ha sido la gran revelación en el Grupo VIII de Tercera RFEF. En su segunda temporada consecutiva al mando, ha conseguido de nuevo el objetivo de la salvación y, en esta ocasión, sin ninguna dificultad. El futuro de Francis Olea está en el aire, aunque el técnico deja entrever que lo más fácil es que ambas partes continúen de la mano de cara al próximo curso.

–¿Qué balance hace de la temporada?

–El balance es muy positivo. Es verdad que ha sido amargo perder los últimos dos partidos y llegar sin ninguna opción de luchar por la fase de ascenso en la última jornada. Nuestro objetivo era la permanencia y hemos quedado a 18 puntos del descenso. Lo que pasa es que el fútbol es muy de momentos. Se vive mucho más el instante que el recuerdo. El año pasado nos salvamos en la penúltima jornada y fuimos a la fuente a celebrarlo. Este año nos hemos salvado diez jornadas antes y ha pasado desapercibida esa salvación. Hemos terminado perdiendo el último partido en casa y con esa sensación de menos felicidad.

–Su segunda temporada en Becerril ha sido muy diferente a la primera, ¿qué ha cambiado?

–Esto sigue siendo muy difícil. Con esta temporada llevo seis años en Becerril, cuatro en la primera etapa y ahora estos dos años. Todas las temporadas hemos logrado el objetivo de mantener al equipo en la categoría. Analizaba la temporada con los jugadores, que normalmente los conjuntos que ascienden son los máximos candidatos a descender. El año pasado subieron Becerril, Ponferradina y Unami. Estos últimos descendieron y los otros hicieron un gran presupuesto. Este año subían Villaralbo, Diocesanos y Laguna. Los dos últimos han bajado y la Ponferradina, que subió el anterior. Consolidarse en la categoría y estar en puestos de tranquilidad es muy complicado. La directiva, que es la que más años lleva viviéndolo, es la que más ha valorado testa temporada tan tranquila en cuestión de no luchar por descender.

–¿Qué aprendizaje le ha dejado esta temporada?

–Me ha enseñado muchas cosas y muy importantes. Llevo muchísimos años entrenando, al año siguiente de colgar las botas ya comencé y siempre me he movido por estas categorías. En esto siempre hay que seguir aprendiendo. Nunca había jugado con el sistema que hemos jugado esta campaña. Aprendes a saber sacar el mayor rendimiento a lo que tienes y hacer a los jugadores lo mejores que puedas. Creo que lo más importante es saber sacar a un jugador su rendimiento, saber en qué posición te puede dar ese punto fuerte y para mí es lo importante de un entrenador.

–¿Cuál es la clave para competir contra otros equipos con más recursos o más profesionalizados?

–Competir de esta manera comienza por tener muy claro dónde estás. Cuando uno va a un equipo de estos tiene que poner el listón donde hay que ponerlo. Siempre he considerado que es muy diferente entrenar a un conjunto de estos a hacerlo en uno donde la exigencia y la forma de trabajar sea más profesional. Si no eres capaz de amoldarte tú al equipo y pretendes que él se amolde a ti, lo tienes más difícil.

–La afición del Becerril es uno de sus valores añadidos, ¿cómo ha sentido ese respaldo?

–Es una afición que está siempre, tanto en las buenas como en las malas. Es de agradecer ese apoyo cuando las cosas no van bien. No es muy numerosa porque es un pueblo pequeñito y ya es difícil tener una afición en un pueblo tan pequeño y sea tan fiel. Siempre han estado ahí y cuentas con ese respaldo que te obliga a hacer las cosas mejor, no defraudar y no fallarles.

–El Becerril le ha ofrecido continuar, ¿tiene decidido si continuará la próxima temporada?

–Tradicionalmente, cuando terminan las temporadas miro un poco mi tema personal, laboral y me doy un poco de tranquilidad. Siempre firmo por un año. Estoy muy agradecido de que el Becerril y su directiva sigan confiando en mí. Fueron el primer equipo que me dio la oportunidad de entrenar en Tercera y me la dieron otra vez el año pasado, tras un periplo de cuatro años en Preferente. Estoy agradecido y lo más fácil es que sigamos juntos, pero siempre hay que tenerlo claro. A mí no me gusta meterme en un sitio para al cabo de un tiempo, tener la sensación de que me he equivocado.

–Viene de hacer una grandísima temporada, ¿le han llegado ofertas para el próximo curso?

–No, no he tenido ninguna oferta. No sé muy bien por qué, pero soy un entrenador muy encasillado en equipos de Palencia y de perfil bajo. Si tengo una espina un poco clavada de verdad es esa. Cuando en Preferente me han puesto en mis manos un proyecto con opciones de ascender, el 98% de las veces lo he conseguido. En Tercera nunca he tenido eso, siempre han sido para mantener la categoría y también en el 98% de las veces lo he conseguido. Por lo que sea mi perfil es más bajo y yo tampoco hago mucho por cambiar eso.

–¿Qué objetivos se marca para el futuro como entrenador?

–Tengo una edad, llevo muchos años entrenando y sé cuál es el ámbito en el que me puedo mover, que es muy reducido. Siempre me gusta parar unos días para ver si voy a seguir o ha llegado el momento de dejarlo porque no puedo hacer mucho más, ni demostrar más. Sin embargo, este año he tenido el éxito de poder demostrar que, con un equipo con unos límites mayores, hemos estado codeándonos con los grandes. Mientras tenga esa pequeña ilusión cada año de poder hacer algo diferente y me motive, continuaré. Pero, muy año a año.

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