Nicolás Castellanos plasma en sus memorias «el latido de amor, solidaridad y fraternidad» de un obispo

Antes de la presentación de su libro 'Memorias, vida, pensamiento e historia de un obispo del Concilio Vaticano II', explicó que ha querido plasmar «un latido fuerte de amor, solidaridad, fraternidad y sinolaridad». «El libro está dedicado a las personas que han tenido contacto conmigo», precisó en declaraciones recogidas por Ical.

Para Castellanos, un obispo del Concilio del Vaticano II es «un servidor que no está apegado al poder, sino al evangelio, a Jesús, al servicio a los pobres». También, opinó que el actual obispo de Palencia «comprometido y cercano» con el mandato del Papa para que todos sean cercanos.

La Cámara de Comercio de Palencia ha acogido la presentación del libro del monseñor Nicolás Castellanos 'Memorias, vida, pensamiento e historia de un obispo del Concilio Vaticano II'. Castellanos ha estado arropado por José Bono y José María Pérez González 'Peridis'.

Nicolás Castellanos Franco, religioso agustino nacido en Mansilla del Páramo (León) en 1935, obispo emérito de Palencia, donde ejerció su labor pastoral de 1978 a 1991, misionero en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) desde 1992, premio Príncipe de Asturias de la Concordia en el año 1998, candidato al Premio Nobel de la Paz 2022, ha querido compartir con todos sus lectores los contenidos de su pedagogía de vida diseñada y aplicada a lo largo de su existencia humana, creyente, social, cultural y evangelizadora.

Como él mismo indica al comienzo del libro, escribir sus memorias ha sido, un tiempo de reflexión, de encuentro, de gratitud, de reconocimiento al Dios de la vida y del amor, que nos ama locamente y a todos los que se han cruzado en su camino, que tienen nombre y rostro en su pensamiento y en su corazón.

A través de este libro, con prólogo de José Bono, Nicolás Castellanos quiere compartir con todos los lectores su itinerario, su trayectoria vital, donde ha habido muchas torpezas y debilidades, como él mismo dice, pero también mucha pasión, oración, amistad y utopía. En este sencillo relato de las memorias se presenta la peripecia humana de una persona «normal», corriente, uno más, de un obispo del Concilio Vaticano II que quiere compartirla con cada uno de los que deseen acercarse a ella en calidad de compañeros de camino, donde aprendemos todos en reciprocidad, porque solo enseña, al decir de San Agustín, Cristo, el maestro interior.