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David Miguélez muestra una de las aves a los asistentes de la jornada científica. Marta Moras
Palencia

La Nava se consolida como referente europeo para el anillamiento de aves

Una treintena de aficionados a la ornitología participan en una jornada de difusión de las actividades que se desarrollan en la Laguna de Boada

Lucía Toribio

Martes, 25 de julio 2023, 21:06

Boada de Campos, un municipio palentino situado en plena Tierra de Campos, recuperó en 1998 la antigua nava de Boada, un humedal desecado en 1968. Gracias al apoyo de la Fundación Global Nature, ahora es un auténtico espacio de biodiversidad. Allí se detienen miles de ... aves que migran a África con el objetivo de descansar y coger fuerzas para el resto del viaje.

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Este martes, la localidad ha vuelto a celebrar el festival ArtNature. La undécima edición de la actividad ha coincidido con el trigésimo aniversario de la fundación cuyo objetivo es la conservación de hábitats y especies, la viabilidad del sector agroalimentario y la sostenibilidad corporativa.

«Este año la fundación celebra 30 años de trabajo en recuperación y restauración de espacios naturales, centrado sobre todo en los humedales. Su origen está muy ligado a la zona palentina gracias a la recuperación de la Laguna de la Nava», expuso Laura Mediavilla, del área de comunicación de la Fundación Global Nature.

Todos los humedales de Tierra de Campos, tanto el de la Nava como el de Boada y el de Pedraza son vitales, ya que albergan el 40% de toda la biodiversidad del planeta. «Estos tres humedales conforman un núcleo fundamental en Castilla y León. De hecho, el origen de la fundación estuvo en Tierra de Campos. Ahora, hemos crecido y trabajamos en diferentes puntos de todo el país», aclaró Alicia Bello, técnica de la Fundación Global Nature.

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El festival ha comenzado con una jornada científica de puertas abiertas, en la que un total de treinta amantes de la naturaleza, tanto adultos como niños han conocido el proceso de anillamiento de aves. «Aquí tienen especial importancia las aves migratorias ya que hay varias que utilizan la Península Ibérica como zona de paso o para criar. Las lagunas de Tierra de Campos son una parada obligatoria para ellas, tanto para descansar como para reproducirse, pero sobre todo para alimentarse», explicó Bello.

El anillamiento es una técnica de estudio de aves silvestres, a través de una colocación de una anilla metálica en una de sus patas. «La anilla lleva un remite, en España hay tres, San Sebastián, Madrid y Barcelona y nosotros pertenecemos al primero. Ese remite está formado por una serie de números y letras que informan sobre distintos aspectos de la vida del ave, como la migración o la longevidad», aseguró David Miguélez, técnico responsable de la Fundación Global Nature.

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Imagen de una de las aves anilladas. Marta Moras

Los insectos son la base alimenticia de las aves migratorias. «La función del anillamiento es controlar las poblaciones y sus rutas migratorias. Cada ser vivo en el ecosistema tiene su función. Por ello, debemos respetar toda la producción de insectos que existe en el entorno de las lagunas ya que muchas aves los necesitan para sobrevivir», aseveró Alicia Bello.

La mayoría de aves que estudian en la laguna de Boada proceden de países como Bélgica, Francia y Gran Bretaña. «Los humedales de la Península Ibérica son muy importantes para las aves de centroeuropa ya que aquí se alimentan y cogen fuerzas para continuar con su viaje migratorio al Sahara. Los pájaros migran de noche y descansan y se nutren por el día», afirmó Miguélez.

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Hay una especie especialmente protegida, el carricerín cejudo, cuya población se vio disminuida en un 95% durante el siglo XX. «Existen numerosos proyectos para conservar sus humedales y su hábitat. De hecho, le llaman paraguas porque bajo él se cubren todas las inversiones que permiten cuidar al resto de aves», detalló el técnico de la fundación.

La fundación se dedica principalmente a la conservación de la naturaleza, pero no pierden de vista el desarrollo rural. «Tenemos municipios prácticamente deshabitados en la provincia palentina. Boada apenas tiene 20 habitantes y aunque en invierno está más dinamizado gracias a la laguna, en verano se seca por lo que fomentamos este tipo de actividades para que la gente venga a conocer nuestros pueblos», añadió Bello.

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Después del anillamiento, los visitantes han podido disfrutar de un café y un taller para conocer la fauna y flora del entorno en la Casa Museo. También, han degustado diferentes productos de Tierra de Campos. Por la tarde, niños y mayores han participado en distintos juegos tradicionales y para finalizar la jornada, los boadeños y turistas han bailado al ritmo de soul gracias al grupo de Mrs. Misery.

Por tanto, la Laguna de Boada junto con la de la Nava y Pedraza conforman tres de los humedales más importantes de la península. La conservación de sus ecosistemas es esencial para la alimentación y el refugio de estas aves.

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Mujeres de Tierra de Campos charlan sobre los problemas de la ganadería. Marta Moras

Las ganaderas reclaman necesita relevo generacional en clave femenina

El festival ArtNature de Boada ha acogido también un taller participativo sobre la memoria y los conocimientos ganaderos de las mujeres de Tierra de Campos. Se trata del proyecto Naturaleza Pastoreada que han puesto en funcionamiento las fundaciones Entretantos y Global Nature. «Tratamos de fomentar la ganadería extensiva, poner en valor cuáles son los servicios medioambientales y los valores positivos para el medio rural y los ecosistemas. El segundo paso sería concienciar de que los productos de la ganadería extensiva no son iguales que los de la intensiva», explicó Mireia Llorente de la Fundación Entretantos.

«La ganadería intensiva está provocando un montón de daños medioambientales, contaminación de acuíferos, pérdida de empleo en el medio rural... En cambio, la extensiva hace todo lo contrario, está vinculada al mantenimiento de los ecosistemas, la biodiversidad, las economías locales...», añadió Llorente. Su objetivo es conseguir que los consumidores puedan distinguir si los productos que compran proceden de una ganadería familiar vinculada al territorio o, por el contrario, de un proceso más industrializado.

El relevo generacional es otro de los problemas de la ganadería, y es mayor entre el género femenino. «A las mujeres se nos dice más que nos vayamos a estudiar fuera porque en la ciudad vamos a estar mejor. Se trata de una creencia que en las generaciones más jóvenes ya no está tan arraigada, pero que sigue latente», afirmó Nerea Del Río, ganadera y dirigente de la empresa Ovejas y Ríos. Asimismo, señaló que «es vital que el consumidor final valore el trabajo de la ganadería, además de no se pueda vender por debajo de los costes establecidos».

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