La investigadora Lorena Baranda Pellejero, en el laboratorio. L. B.
Lorena Baranda, experta en nanotecnología del ADN

«La nanotecnología puede dirigir medicamentos con mucha precisión»

La Sociedad Química Italiana y la editorial Elsevier han premiado a la investigadora palentina por su ensayo sobre ADN

Lunes, 23 de noviembre 2020, 10:21

¿Se ha planteado alguna vez las posibilidades que suponen diminutas máquinas que actúen sobre un organismo vivo? El campo de investigación de Lorena Baranda Pellejero, sí. Salvando las distancias de la imaginación de cada cual, se llama nanotecnología del ADN. «Consiste en usar ADN sintético para construir nanorobots que puedan interactuar a nivel celular», avanza esta química palentina de 25 años, que estudia un doctorado en la Universidad de Roma Tor Vergata. Acaba de recibir el galardón Reaxys SCI Early Career Researcher Award 2020, que otorga la Sociedad Química Italiana y la editorial especializada Elsevier, por un ensayo en el que ahonda precisamente en esta línea de trabajo.

Publicidad

El campo de la nanotecnología del ADN explora opciones que van desde la creación de biosensores hasta el transporte de proteínas y se ha centrado en asuntos tan necesarios como detectar biomarcadores tumorales. Los efectos de ese trabajo en miniatura se notan a gran escala. Para la sociedad, esto se puede traducir en aplicaciones que plantean innovadoras posibilidades médicas: «Cada vez que tomamos un medicamento utilizamos una dosis alta, porque ese fármaco afecta a todo el cuerpo, y eso ocurre con el ibuprofeno, pero también con la quimioterapia», ejemplifica Baranda Pellejero. «Sin embargo, en nanotecnología podemos dirigir y transportar ese medicamento con mucha precisión», asegura. «Ahora es barato producir ADN sintético y se tiene un control nanométrico del mismo», añade.

Su modo de dar a conocer este trabajo tan multidisciplinar, que podría tentar también a físicos, ingenieros o biólogos, ha logrado el reconocimiento del jurado de esta sexta edición, que la premió de modo oficial el pasado 7 de octubre, a través de una ceremonia virtual. Ella atribuye la elección a que las bases exigen que para elaborar el documento candidato se utilice una plataforma científica, Reaxys, que suele tener un mayor uso entre químicos teóricos y aplicaciones muy ajenas a la suya. Se lo tomó como un «reto» y parece que la organización del certamen apreció esa innovación.

«Me emocionó que nos apoyen como doctorandos», cuenta esta graduada por la Universidad de Valladolid, que tuvo su primer contacto con la nanotecnología por primera vez en Gante, mientras preparaba su Trabajo de Fin de Grado. «Siempre quise probar todas las ramas de la química de un modo experimental, y me gustaban, pero me faltaba algo», rememora Baranda. «Al conocer este campo vi que a esta escala, los elementos muestran comportamientos muy distintos. Creo que el potencial es tremendo». A continuación decidió estudiar un máster ya específicamente sobre el campo en Tarragona, que a su vez también le permitió aprender sobre nanopartículas en Boston.

En Roma, su doctorando forma parte de un proyecto europeo, las becas Marie Skłodowska-Curie. 15 estudiantes de diferentes carreras, repartidos por seis universidades europeas, trabajan de manera independiente sobre una misma temática gracias a ellas, pero ponen en común periódicamente sus avances. Durante seis meses, Baranda Pellejero se ha desplazado hasta Dinamarca para completar una estancia en la Universidad de Aarhus y en su Interdisciplinary Nanoscience Center. Excepto ese medio año y hasta 2021, investigará en el Laboratorio de Biosensores y Nanomáquinas de Tor Vergata, a cargo de Francesco Ricci. «Somos un laboratorio pequeño pero potente», señala.

Publicidad

Recuperar el tiempo perdido

La pandemia ha frenado solo levemente el impulso de los esfuerzos de su equipo. «Al tener un acuerdo con la universidad, la pandemia no nos coloca en la peor situación, pero sí que es verdad que ahora tenemos que recuperar el tiempo perdido en el laboratorio, aunque hayamos podido leer y avanzar en algunas cosas desde casa», señala.

De momento, su pasión por la nanotenología ha tenido reconocimiento tanto en su tierra como fuera de ella. «Mi familia siempre me apoya desde Palencia, aunque me echen de menos», reconoce esta palentina arraigada a sus raíces. «Palencia para mí significa ver a mis padres y abuelos, es siempre un lugar de descanso y de reencuentro», comenta Lorena Baranda. Argumenta que en este caso ella ha optado por completar esta beca en Italia, aunque en España haya lugares en los que también se trabaja en nanotecnología y existen otras oportunidades, sobre todo en Madrid, Cataluña o País Vasco. «Tengo claro que quiero continuar en la investigación, pero tengo que reflexionar cómo, porque ahora las cosas cambian día a día», puntualiza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad