Palencia

Con la música a otra parte: Sancho cierra por jubilación

Lleva desde 1996 en la calle Gil de Fuentes, año en el que inició una andadura empresarial que está tocando a su fin. Y es que Luis Fernando Sancho está liquidando todo el género de su comercio, Musical Sancho, dedicado a la venta de instrumentos musicales, sonido e iluminación profesional que tiene servicio técnico propio. Su idea es jubilarse en abril del año que viene, a ver si para entonces ha podido sacar de su local gran parte del material que vende y descansar después de toda una vida dedicada a la música.

Y es que Luis Fernando Sancho comenzó a los 8 años a estudiar música. «Mi padre era aficionado e intentó transmitir esa afición a sus hijos, pero solo lo logró conmigo de los cuatro hermanos que somos. Mi padre sabía solfeo y me mandó a un profesor, Ángel Martín. Luego, con los estudios de piano, porque yo tengo la carrera de piano, iba a Valladolid con la profesora Isabel Encías», recuerda Luis Fernando Sancho, que a los 15 años empezó a trabajar en orquestas de baile por toda la región.

«Lo disfruté pero eso quema, eran muchas horas de carretera y el público tampoco lo aprecia. Llegó un momento de buscar estabilidad. Primero estuve un año y medio trabajando en Guitar Center, en Valladolid, hasta que me decidí a montar el negocio en 1996. Ha sido un negocio no solo de venta, también de reparación porque cursé también la carrera de ingeniero electrónico y esos conocimientos me han servido para hacer sonido. Pero cuando traté de acceder al mercado como ingeniero había crisis. No me arrepiento, he sido feliz en la tienda», agrega Luis Fernando Sancho, que reconoce que le da «pena» dejar su comercio.

«Me ha ido bien en el negocio hasta hace unos años, cuando el comercio electrónico comenzó a hacernos polvo, porque lo que prima es el precio. Sí que habría seguido unos años más pero es difícil, son malos tiempos para nosotros en España», afirma Luis Fernando Sancho, un aficionado al pop, el rock y el jazz más que a la música clásica, que no le ha interesado mucho,

«Ha sido negocio porque no lo puede poner cualquiera, hay que tener conocimientos y experiencia. Mi competencia ha sido poca y había clientela con los alumnos del Conservatorio y músicos de Palencia», incide el propietario de Musical Sancho, que en todos estos años al frente de la tienda en Gil de Fuentes ha ido aprendiendo sobre los instrumentos que vende. «Lo más caro que he vendido fue un piano de cola a la Díaz Caneja por 20.000 euros», recuerda Luis Fernando Sancho, que señala que en su tienda vender instrumentos más asequibles, la gran mayoría procedentes de China, porque en Europa y Japón sí se fabrican violines chelos, trompetas y pianos, pero de más de alto 'standing'.

Cuando Luis Fernando Sancho cierre su negocio, solo quedará en Palencia (si es que aguanta por entonces) una tienda del sector, General de Música y Sonido en la calle Rizarzuela. «En su día hubo dos tiendas de música en la Plaza Mayor y montaron otra en Valentín Calderón, pero ahora solo somos dos», apunta Luis Fernando Sancho, propietario de otro comercio en el centro de la ciudad con la espada de Damocles del cierre sobre su cabeza. Y es que no solo el textil o la hostelería dejan locales vacíos en la capital palentina.

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