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Qué tienen en común pueblos tan distantes y tan distintos como Cervera de Pisuerga, con 2.300 habitantes y 24 núcleos de población en el corazón de la Montaña Palentina; Venta de Baños, un polo industrial al sur de la provincia de Palencia que mantiene un padrón de 6.300 vecinos; y Ampudia con 600 habitantes en una zona privilegiada entre la Tierra de Campos y los Montes Torozos.
Son municipios grandes y pequeños, situados al norte y al sur de la provincia de Palencia. Y todos ellos, con sus diferencias, comparten los mismos problemas y el mismo empeño: garantizar los servicios a sus vecinos, que haya empleo, vivienda y una oferta de ocio suficiente como para que la gente apueste por desarrollar su proyecto de vida en su pueblo, e incluso soñar con atraer a nuevos pobladores.
Y qué puede ofrecer una empresa como Grupo Palausa para que estos y otros pueblos, para que los territorios de la llamada España vaciada, puedan torcer la tendencia demográfica y hacer que se quiera volver a reconectar con lo rural.
Para abordar este debate El Norte de Castilla organizó la mesa 'Palencia en futuro. El valor de lo tradicional y la apuesta por la innovación y el desarrollo en nuestro territorio', en colaboración con los ayuntamientos de Ampudia, Cervera de Pisuerga y Venta de Baños y el Grupo Palausa, moderada por Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales de E Norte de Castilla.
Los alcaldes de Cervera de Pisuerga, Venta de Baños y Ampudia, Jorge Ibáñez, José María López Acero y José Luis Gil, respectivamente, hablaron del presente y del futuro de sus municipios y el gerente de Palausa Centro, Antonio Ruiz Pozuelo, animó a empezar a ver la movilidad como una oportunidad para estos territorios, más que como una carretera de ida sin retorno.
Para ello puso el ejemplo de una empresa como Grupo Palausa que empezó en Palencia y hoy tiene 15 puntos de venta en Castilla y León, Cantabria, Galicia y La Rioja y 600 trabajadores y ha crecido por su capacidad de adaptación, por su capacidad para responder a distintas realidades, las de lo rural y las de lo urbano.
Grupo Palausa ha sabido ver en lo rural una oportunidad de negocio con la puesta en marcha de su proyecto ERA Walamove, reconocido recientemente con los premios Impulso, por dar una alternativa de movilidad a través del alquiler de vehículos a disposición de los vecinos en Paredes de Nava y Villamuriel de Cerrato. «El mundo reclama un nuevo modelo. Ya no es la gente que se queda, es cómo vive la gente y como quiere vivir», aseguró Antonio Ruiz, convencido de que el futuro pasa por la movilidad y por saber cómo responder a las necesidades de la gente que vive en cada territorio, también en los pueblos. «Nosotros llevamos muy a gala nuestra ruralidad», aseguró.
Pero para que lo rural sea una oportunidad, hay que cuidar el entorno y conseguir que vivir en un pueblo sea una elección, como sostuvieron los tres alcaldes.
Mantener la población es, precisamente, la principal preocupación del Ayuntamiento de Ampudia, un pueblo donde no faltan recursos económicos gracias a la energía eólica, y la cercanía con Palencia y Valladolid, con Venta de Baños o con Rioseco, es tan inconveniente como ventajosa. Por eso han decidido ponerlo fácil para que la gente que quiera, pueda quedarse a vivir en Ampudia aunque se desplace a trabajar a otras poblaciones del entorno. Lo están consiguiendo con una política efectiva de vivienda, mimando a sus vecinos con actividades culturales y de ocio diarias, a los niños del colegio con ayudas para material escolar y comedor, mejorando los servicios, apostando por nuevas vías de eficiencia energética, e impulsando el turismo como una de sus principales potencialidades. «Estaría bien tener más hostelería, pero falta mano de obra, y más servicios, también mejores carreteras», sostuvo Gil. A cambio, Ampudia ofrece calidad de vida y trabaja para que cada vez haya más visitantes, pero sobre todo más vecinos.
Un pueblo turístico como el que más es Cervera de Pisuerga, enclavado en el Parque Natural de la Montaña Palentina, el octavo municipio más poblado de la provincia y el más grande, el doble que la ciudad de Valladolid con 350 km2 de extensión y con 24 núcleos de población, entre municipios y pedanías, algunos «en un punto de no retorno», como sostuvo el alcalde de Cervera, Jorge Ibáñez. Porque ante todo «hay que ser realistas», afirmó ante la evidencia de que no todos los pueblos tienen las mismas opciones para recuperar población, sobre todo en estas zonas de montaña que vivieron y crecieron a la sombra de la minería.
La ventaja es que aquí empezaron a sufrir la despoblación más tarde que en la meseta castellana y por eso siguen teniendo «músculo para enfrentarse a los retos de futuro y un enorme potencial», aseguró Ibáñez.
Ese potencial pasa por una riqueza natural y patrimonial que les convierte en el pueblo palentino que más visitas recibe al año y el más buscado en Google, un pueblo que mantiene abiertos más de 13 restaurantes y una treintena de bares, que cuenta con una oferta hostelera y hotelera que no existe en otro punto de la provincia, y es la puerta de entrada al Parque Natural de la Montaña Palentina.
A 120 kilómetros está Venta de Baños, nudo ferroviario y municipio industrial situado estratégicamente junto con Magaz de Pisuerga, Dueñas y Villamuriel de Cerrato. El pueblo con más habitantes por kilómetro cuadrado después de la capital, 6.300. Aquí también hay problemas con la vivienda, por falta de suelo, y como a todos, les gustaría mejorar los servicios que ofrecen a sus vecinos.
Aunque la principal preocupación del ayuntamiento es mantener el empleo en la industria y el comercio, cuidar y apoyar a las empresas y seguir aprovechando sus recursos y su posición estratégica. En este sentido, López Acero reclamó más implicación de las administraciones para «que no se lo lleven todo los grandes núcleos de población». Y para afrontar problemas históricos como los terrenos de la antigua azucarera o el puerto seco de Siro, y otros inmediatos, como renovar las redes de abastecimiento y la iluminación o mejorar la movilidad interna en un pueblo dividido por el ferrocarril.
Las formulas no son sencillas, convinieron todos, porque en todas hay claroscuros. Pero son muchos los ayuntamientos que no cejan en el empeño de pintar un futuro para sus vecinos tirando de las oportunidades que ofrece cada territorio.
En Grupo Palausa están acostumbrados a abrazar los cambios, a adaptarse para sobrevivir en un sector, el de la automoción, donde la distribución es «el eslabón más débil» y los cambios en el modelo de negocio y en el comportamiento de los clientes son constantes. Por eso han decidido hacer de la movilidad su marca. «El futuro pasa por la movilidad. Y si somos capaces de diseñar nuestro modelo de negocio para dar respuesta a esta realidad, tendremos futuro», afirma el gerente de Palausa Centro. Además, para Ruiz Pozuelo, movilidad es también dinamizar y entender las necesidades de cada territorio, de cada pueblo: «En Cervera podría estar ligado a la fábrica de Gullón; en Ampudia, al turismo, y en Venta de Baños podría haber vehículos eléctricos que conectaran con Palencia a un coste irrisorio», pone como ejemplos, asegurando que la electrificación, no va a ser un problema, sino una parte de la solución. Como ya lo es en pueblos como Paredes de Nava o Villamuriel donde han puesto en marcha su proyecto ERA (España Rural Activa). «Tenemos que reinventarnos», sostiene Antonio Ruiz, porque el mundo reclama un nuevo modelo en el que la prioridad no es comprar un coche, sino cómo moverse y esa movilidad tiene que ser sostenible. Por eso, «nuestro futuro no pasa por vender coches sino por entender los nuevos modelos de movilidad y las necesidades del territorio y las nuevas generaciones».
«En Venta de Baños tenemos de todo», afirma su alcalde, José María López Acero. Tienen industria que genera empleo hasta el punto de que el paro en Venta de Baños es residual; tienen una amplia oferta cultural y deportiva, con un Cross Internacional incluido; es un pueblo estratégicamente situado, un nudo industrial y ferroviario; está cerca de Valladolid y de Palencia, y está muy bien comunicado. «Venta de Baños tiene todos los servicios, se practican todos los deportes, hay muchas actividades extraescolares», resalta el alcalde. «Cada pueblo tiene su riqueza». Y la de Venta de Baños es el empleo, la industria y el pequeño comercio. De ahí que los esfuerzos de este ayuntamiento se centren en cuidar su tejido industrial, sin olvidar las necesidades de los vecinos, de ocio y de servicios. «El futuro de Venta de Baños y el alfoz es mantener el tejido industrial y si es posible, aumentarlo», sostiene el alcalde, que reclama una política activa que beneficie a este y al resto de municipios del alfoz. «Nos preocupa mucho el empleo, las inversiones que hacen las empresas. Si hay inversión hay futuro», añade. «Tenemos que saber vender muy bien a nuestros vecinos porque es el futuro», afirma este alcalde, consciente de que en su municipio, como en todos, siempre hay cosas por hacer y por mejorar y hay que hacerlo con los recursos de que disponen.
Para el alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, vivir en un pueblo tiene que ser algo proactivo y los ayuntamientos, además de garantizar los servicios básicos y el ocio, tienen que saber hacer ver a sus vecinos que el lugar que han elegido es el mejor sitio para vivir. Para este alcalde, la lucha contra la despoblación está en un cambio en la forma de percibir lo rural, en dar contenido a esa ruralidad, en conseguir que la gente que se quede a vivir en los pueblos lo haga porque quiere hacerlo, no porque no tenga oportunidades en otro sitio. «Para vivir en tu pueblo tienes que creer en tu tierra», asegura. «Hemos dado por válido lo que nos vendían, que había que irse a una gran ciudad y compartir piso con cinco desconocidos», sostuvo, a pesar de que es evidente que «muchas ciudades tienen un modelo caduco». Eso si, al que decida vivir en el pueblo hay que garantizarle los servicios básicos y el empleo. En este caso aprovechando, por ejemplo, todo el empleo que generan industrias como Galletas Gullón. Pero el Ayuntamiento no puede solo, necesita la implicación del resto de administraciones, aseguró. Con ayudas específicas que compensen el aislamiento, la orografía, esas ventajas que se convierten en un enorme atractivo turístico en este rincón de la Montaña Palentina y a la vez en un inconveniente para los que viven y quieren trabajar aquí y para los que viene buscando algo diferente.
En Ampudia tienen claro que además de aprovechar el tirón turístico de este municipio y su entorno, tienen que moverse para que la gente se quede a vivir. «Intentamos que el pueblo sea atractivo para que la gente no solo nos visite, sino para que se quede a vivir», sostiene su alcalde, José Luis Gil. Por eso, ante la falta de vivienda, han puesto en marcha ayudas para la compra, planes para construir vivienda nueva y para rehabilitar la vieja, ayudas para reparar tejados, ventanas y puertas. «Todo eso lleva un tiempo, pero está funcionando», continúa el alcalde, consciente de que la lucha para que los pueblos no se vacíen es una carrera de fondo ante la que no se puede bajar la guardia. Para hacer un pueblo atractivo para vivir, no hay que olvidarse del ocio y en Ampudia tienen actividades para sus vecinos todas las tardes, desde las clases de padel que arrastran a muchos, hasta las de taracea a las que solo van cuatro. Tampoco se olvidan de los 16 niños que mantienen el colegio abierto, subvencionando el 75% del coste del material escolar y del comedor y concediéndoles todas las actividades que solicitan. Ni de la eficiencia energética porque tienen en marcha un proyecto para hacer una comunidad energética que supondrá un ahorro del 40% en la factura de las viviendas. Ni del turismo, una de sus principales potencialidades. Tienen tres museos, un hotel de cinco estrellas y tres restaurantes abiertos.
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