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Los datos son preocupantes. Las cifras son alarmantes. Por eso este viernes, instituciones y sindicatos, acompañadas por la población palentina que también salió a la calle, celebraron el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con lectura de manifiestos, canciones, pancartas, pero sobre todo con reivindicaciones para terminar con esta lacra social. El Sistema de Seguimiento Integral de Casos de Violencia de Género (Viogén) mantiene en la provincia 274 casos en seguimiento, con 8 casos de nivel alto, 67 de nivel medio, 125 de nivel bajo y 74 de riesgo no apreciado. En Castilla y León los casos activos se incrementan hasta 3.516, mientras que a nivel nacional llegan hasta los 74.684. Estos datos se desprenden del último informe del Ministerio del Interior hasta el 31 de octubre, que contabiliza en Palencia un total de 1.995 casos (contando los inactivos) del Sistema Viogén, y 1.824 víctimas en la provincia. Y según informó UGT Palencia, de los 274 casos activos actualmente de Viogén, 266 disponen de medidas judiciales de protección en vigor.
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Durante los seis primeros meses de este año se han interpuesto 185 denuncias en la provincia, un 4,7% de incremento al mismo periodo de 2021. Otra subida negativa son las órdenes de protección, que ascendieron un 5,5%. «Hacemos un llamamiento a los trabajadores y a la sociedad para combatir este tipo de violencia no solo en los centros de trabajo sino en el conjunto de la sociedad. Queremos denunciar los discursos negacionistas porque este tipo de violencias no están remitiendo, sino que siguen aumentando», incidía este viernes el secretario general de UGT en Palencia, Gorka López, instantes antes de que los sindicatos leyesen un comunicado conjunto tras haber comenzado la concentración por el 25-N con la canción 'Bella Ciao'.
«Estamos viviendo un retroceso democrático y se está llevando a la sociedad a una situación de polarización total y es mas importante que nunca reivindicar el día de la violencia de género, que sufrimos las mujeres por el simple hecho de ser mujeres», señaló, por su parte, Elena Villamediana, secretaria general de CC OO en Palencia.
Las cifras, los datos y los números preocupantes continuaron con la lectura posterior del manifiesto, donde se señalaba que en lo que llevamos de año, 38 mujeres en España, tres de ellas de Castilla y León y una de Palencia, Raquel Carrión, murieron por violencia de género. Un minuto de silencio recordaba el asesinato de Raquel Carrión el pasado 26 de septiembre en la capital. Más allá de las cifras de las mujeres fallecidas a manos de sus parejas o exparejas, también se hacía hincapié en los menores que se habían quedado huérfanos este 2022: 26 en España, tres en Castilla y León, y dos en Palencia.
La Asamblea General de la ONU designó hace 22 años el día de ayer, 25 de noviembre, como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para invitar a gobiernos, organizaciones u ONG a trabajar conjuntamente para poner fin a este dolor y maltrato. Y ayer la Plaza Mayor se convirtió en el epicentro de unión de fuerzas de instituciones para mostrar su rechazo absoluto a este tipo de violencia. «No podemos acostumbrarnos a las cifras, que cada día nos ofrecen los medios de comunicación. No podemos acostumbrarnos a la muerte, al maltrato, a la violencia de género», afirmaban en un comunicado que leyeron delante del Ayuntamiento representantes del propio Consistorio, Diputación, Junta, Subdelegación, Cruz Roja, Universidad Popular o Asociación del Cáncer, entre otros.
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Bajo la esperanza remarcada en cada frase con '¡Ojalá!', se pedía no tener que celebrar nunca más el día de ayer, el respeto en la pareja, que desaparezcan los actos de violencia machista en las tecnologías o redes sociales o que las mujeres puedan vivir sin miedo. «La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más extendidas de los derechos humanos, persistentes y devastadoras del mundo actual», advertían en la lectura, que congregó a cientos de personas en la Plaza Mayor. Para poner fin a esto, señalaban la importancia de educar en igualdad en la familia, en la escuela, en los medios, en la publicidad o en los cuentos. Modificar con la educación las conductas, actitudes o los estereotipos machistas.
Tras la lectura del manifiesto llegó el momento de aunar música, baile y artes plásticas en una performance en la que participaron alumnos del Virgen de la Calle, usuarios de la Fundación San Cebrián y músicos del Conservatorio de Palencia.
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La actuación comenzaba con cuatro mujeres, que bailaban hasta que eran rodeadas, separadas, atadas y tapadas los ojos. Y así, abandonadas en mitad de la plaza, solas e indefensas, cada una en una esquina, sin ver y sin poder moverse. «Perdóname, será la última vez, me dijo él... y yo le perdoné. Sus palabras traslúcidas me han llevado a terminar así, con una venda en los ojos», se escuchaba de fondo. Hasta que una bailarina las liberaba entre giros y notas musicales. Y llegaba el momento de recordar a las que ya no están: «A ti, Raquel, que luchabas por sentirte libre, por sentirte viva, por sentirte mujer». Y tras Raquel, estaba Manuela, María, Esperanza y muchas más.
Los usuarios de San Cebrián protagonizaban entonces la performance y mostraban unas letras para leer: ¡Ni una más! Mientras, llegaba el turno de Rosalía, cuya voz y mensaje inundaba la Plaza Mayor: 'Voy a tatuarme en la piel tu inicial porque es la mía para acordarme para siempre de lo que me hiciste un día'.
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