La mujer condenada en Palencia por no entregar el niño a su padre pide el indulto para no ir a la cárcel

Con una protesta en la calle, frente al Palacio de Justicia, Laura Molinilla Marcos y su entorno de allegados –también familiares directos de su exmarido, Javier Avellaneda– quieren intentar que se paralice el proceso por el que el próximo domingo como máximo tendrá que entrar en la cárcel. Paralelamente, han iniciado la petición de un indulto al Estado –que este miércoles materializarán en la Subdelegación del Gobierno de Palencia con la entrega de aproximadamente tres mil firmas–. También han convocado otras tres concentraciones pacíficas para solicitar el indulto, miércoles, jueves y viernes, a las 11 horas en la Plaza de los Juzgados.

«Justicia para el menor. Indulto para Laura», gritaban este martes las personas que la acompañaban. «No voy a entrar en si la justicia lo ha hecho mal, pero desde 2016 cuando se me da la custodia, el padre tiene visitas en el centro Aprome, que yo he pedido siempre que se realicen, pero él nunca ha hecho un uso. Todos los informes que tenemos ratifican que la relación entre padre e hijo se debe retomar en el punto de encuentro, pero no ha sido así. Solo pido por favor se escuche al menor, que ahora tiene 14 años, porque solo una jueza le ha escuchado, por lo demás no hemos tenido respuesta. El padre no quiere hacer uso del punto de encuentro familiar, quiere llevarle a la fuerza y el niño tiene un miedo atroz, le dan ataques de ansiedad y no quiere ir con él», explicaba la madre.

A unos metros, Javier Avellaneda Martínez, hablaba de «desamparo policial y judicial, porque ella está condenada y sigue eludiendo la responsabilidad penal que tiene», señalaba respecto a su exmujer. «Llevo desde el viernes, cuando se nos notificó el requerimiento para su ingreso en prisión, sufriendo difamaciones en las redes sociales porque se me está tratando como a un delincuente, cuando ella tiene dos sentencias que la condenan por secuestro», dijo. Respecto al indulto que solicita su exmujer, Avellaneda consideró que «tiene derecho a pedirlo, pero no difamando ni culpabilizando al padre del niño, no puede hacer esto porque no tiene la patria potestad, ha tenido siete años para pararlo todo y ahora a unos días de entrar en prisión, me siguen acusando», dijo.

Se refirió Avellaneda al auto del titular del Juzgado de lo Penal que calificaba el comportamiento de la mujer «de quebrantamiento de uno de los deberes inexcusables previstos en el artículo 154 del Código Civil que integra la patria potestad, de la cual está inhabilitada actualmente y la ostenta únicamente el progenitor paterno, quien sigue a día de hoy sin poder estar con su hijo, a pesar de ser en estos momentos el único titular de la patria potestad, y sin tenerlo en su compañía con arreglo al sistema actual vigente de guarda y custodia que ostenta», añadía en su auto el titular del Juzgado de lo Penal.

También apuntó Avellaneda que no se plantea trasladar a su hijo a otra ciudad, que ha hablado con el centro educativo en el que estudia para mantenerle allí, «porque yo no quiero generarle ningún trastorno, su vida está aquí, él es de aquí y yo no voy a llevarle a otra ciudad», explicaba con el argumento de que los fallos judiciales le amparan. «Yo solo pido estar con mi hijo, porque no es normal que siete años después, mi hijo siga secuestrado», planteó Avellaneda.