Palencia

Una muestra para conocer la realidad del mundo obrero

Los trabajadores como protagonistas con sus realidades diarias plasmadas en imágenes, textos y datos. 'Rostros y retos del mundo obrero' es una exposición itinerante creada por el Departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal para conmemorar el trigésimo aniversario de la Pastoral Obrera de toda la Iglesia y de la celebración del Jubileo de los Trabajadores, que se podrá visitar hasta el domingo 30 en el claustro de la Catedral de Palencia.

En los 21 paneles, que combinan imágenes con declaraciones del papa Francisco I o de Juan Pablo II, y con datos se invita a los visitantes a la reflexión y a conocer las distintas realidades del mundo obrero. «La importancia de la exposición son los rostros de tantas personas que han entregado su vida por hacer presente la realidad del mundo obrero y mundo del trabajo», señaló Anastasio González, vicario general de la Diócesis de Palencia y añadió que «destaca la presencia de la Iglesia en el mundo obrero y el mundo de los barrios».

La muestra está dividida en cinco bloques temáticos, que se van desarrollando a través de los paneles: el trabajo, las condiciones del mismo, la vida más allá del trabajo, la lucha por una vida más digna y vivir según la Iglesia. «Recorren lo que es la vida del mundo del trabajo, lo que son las luchas obreras, los logros que se han conseguido, las dificultades que tienen muchos grupos como las mujeres, los jóvenes o los migrantes. También se da un apartado a los accidente del trabajo, que están un poco olvidados y tienen gran relevancia para que se pongan los medios adecuados y eso no suceda de nuevo», explicó José Antonio Margüello, secretario de Pastoral del Trabajo de la Diócesis de Palencia.

La muestra está recorriendo las distintas diócesis de España. 'Rostros y retos del mundo obrero' ha sido expuesta previamente en la Diócesis de Coria-Cáceres y tras la estancia en Palencia se montarán los paneles en Toledo. «La exposición también se hace referencia a la compañía, la solidaridad y también la celebración de la fiesta propiamente cristiana, la eucaristía. Tenemos que animar a los cristianos a estar presentes en la sociedad para hacer un mundo mejor y una iglesia mejor».

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