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Luis Antonio Curiel
Martes, 1 de diciembre 2020, 07:11
Ángel Rodríguez López falleció el pasado 27 de septiembre en el Hospital Río Carrión de Palencia víctima del brote de coronavirus que afectó a Valdecañas ... de Cerrato a los pocos días de finalizar sus días en honor a la Virgen del Campo. Tenía 91 años, pero derrochaba vitalidad por doquier. Su pérdida conmocionó a todo el pueblo, pues era un vecino muy querido que cada año acudía a pasar unos meses a la tierra que le vio nacer, implicándose en todas las actividades que se llevaban a cabo.
Ángel desarrolló su vida familiar y profesional en La Coruña, donde se fue muy joven a trabajar. Fue un enamorado de su pueblo y no faltaba ningún verano a su cita con Valdecañas, siempre acompañado de su adorada Teresa, que falleció hace siete años.
«Para su familia y para muchos valdecañeses, el verano no empezaba hasta que llegaba el tío Ángel. En ese momento ya estábamos todos. En Valdecañas se sentía como en casa con sus sobrinos del pueblo, Amalia y Enrique, y los sobrinos de Madrid que también pasan temporadas en Valdecañas, Ana y Rafa. Todos se le 'rifaban' para invitarle al vermú, a comer o a merendar en la bodega. Era un gusto compartir conversación y mantel con el tío Ángel», recuerda Rosa Esteban.
Ángel era un entusiasta de Valdecañas de Cerrato y le gustaba participar en todas las actividades del pueblo, lo mismo se apuntaba a una caminata que a un concierto o una excursión. Si había que echar una mano en algún trabajo en el pueblo, también lo hacía. Nunca fallaba a la hora de encender la lumbre para asar las chuletas el día de la fiesta. Le encantaba pintar y ha participado en varias exposiciones junto a otros vecinos de la localidad. El año pasado fue pregonero de las fiestas de la Virgen del Campo, y en su pregón recordó cómo disfrutaba cuando era un jovenzuelo de las fiestas de San Juan, de su trabajo segando en verano, de las fiestas de la Virgen del Campo, de la vendimia, la sementera y la fiesta de San Nicolás, que entonces era la fiesta grande.
«Nos dijo también lo orgulloso que se sentía de su pueblo, de sus raíces, de vivir en un lugar donde conoces a todos los vecinos, todos te saludan y se interesan por ti», rememora emocionada Rosa Esteban, quien, como concejala, tuvo el honor de presentarle en el acto del pregón. En el año 2017, Ángel también recibió el cariño de todo el pueblo con el Homenaje al Vecino Mayor.
Su sobrina Amalia reconoce que «ha sido muy triste tener que despedir al tío Ángel en estas circunstancias. Su familia en La Coruña, sus hijos, Geluca y Juan Carlos; su yerno José y su nuera Mila, y sus nietos Ángel, Susana y Sabrina, han sufrido desde la distancia la evolución de su enfermedad. Su hija Geluca pudo venir al hospital, estar unas horas con él y despedirse antes de su fallecimiento. Después le trasladaron a La Coruña, donde tuvo lugar el funeral y depositaron sus cenizas en el nicho familiar junto a su amada Teresa. Para nosotros también ha sido muy duro, pues nos pilló en pleno brote de coronavirus y su muerte nos ha marcado a todo el pueblo y también a los baltanasiegos, donde conserva varios familiares».
Ángel Rodríguez siempre será recordado en el pueblo que le vio nacer, Valdecañas de Cerrato, y en tantas personas con las que compartió su vida. Seguirá muy presente en el corazón de todos los valdecañeses, que ahora anhelan su semblante amable, su sonrisa, su saber estar de hombre bueno y trabajador. Era un hombre positivo, optimista y alegre, que pasó haciendo el bien y que dejó huella en todos los que se cruzaron en su camino.
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