La muerte de una de las gemelas condenó a la otra por la falta de alimento

El informe forense, del que tiene conocimiento la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Palencia, que se encuentra de guardia y ha abierto ya diligencias para esclarecer todas las circunstancias que rodean al caso, apunta además que los cuerpos de María y Elvira estaban «momificados», lo que está en consonancia con las declaraciones efectuadas este viernes por la delegado del Gobierno en Castilla y León, que ha asegurado que ambas hermanas podían llevar muertas «cuatro o cinco meses».

Como ya se apuntaba desde un inicio, la autopsia forense descarta totalmente cualquier indicio de muerte violenta en los cadáveres de ambas hermanas, que según han apuntado fuentes judiciales, estaban ambas aquejadas de problemas «físicos y psíquicos». En este sentido, la delegada del Gobierno en Castilla y León apuntaba este viernes que ambas hermanas tenían «gran cantidad de patologías« y que las condiciones de vida en que vivían, rodeadas de una ingente cantidad de basura, pudo favorecer su fallecimiento.

Los vecinos de la calle Mallorca, en cuyo número 15 vivían las dos hermanas gemelas nacidas en 1960, continuaban este viernes asombrados por el macabro suceso que ha alterado la normalidad en el barrio del Cristo. Fueron esos mismos vecinos los que alertaron el jueves a la Policía Nacional de que llevaban más de dos meses sin ver a María y Elvira y del fuerte olor que salía a la calle por las ventanas de la vivienda. Pensaban que las dos mujeres sexagenarias se habrían ido «a alguna residencia», dejando acumulada en la casa una ingente cantidad de basura responsable de ese hedor. Pero las dos hermanas no habían abandonado la vivienda a la que llegaron hace aproximadamente una década, la Policía Nacional encontró sobre las 13:00 horas el cadáver de ambas mujeres en un avanzado estado de descomposición en el suelo de una de las habitaciones del domicilio.

Tan grande era la acumulación de basura en la vivienda que los bomberos del Parque de Palencia que acudieron a la llamada de la Policía Nacional, provistos con trajes especiales antibacterianos, tuvieron que despejar antes la suciedad del pasillo para poder entrar en la habitación en la que estaban los cuerpos de las dos fallecidas.

Los vecinos insistían en que llevaban más de dos meses sin haber visto a ninguna de las dos hermanas, ni a la que gozaba de mejor salud y salía a hacer la compra siempre, ni a la que tenía dificultades de movilidad y tan solo se limitaba a dar minúsculos paseos por la calle Mallorca agarrada a las ventanas. Decían más de dos meses, pero la autosia forense ha revelado que el tiempo que llevaban muertas ambas mujeres era al menos el doble, a tenor del estado de momificación que presentaban los cadáveres.

«No se relacionaban con los vecinos ni hablaban con nadie. No daban ni los buenos días. Una de ellas salía a comprar con un perro», comentaba una vecina de la calle Mallorca, que especulaba incluso con que el animal estuviese muerto en la vivienda en medio de tanta acumulación de basura. «Salían moscas de la casa. Se han tenido que poner en la nariz Vicks VapoRub para poder entrar del olor que salía», comentaba otra.