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Habían crecido unos árboles salvajes en el corral que Ángel Trigueros, 'Angelito', tiene en Ampudia y los estaba pisando. Lo hizo con el primero, también con el segundo, pero con el tercero se resbaló y cayó al suelo, con la mala suerte de que lo ... hizo sobre unas ventanas que habían retirado y se cortó en el brazo con uno de los cristales. «Me llamó y vi muchísima sangre y un corte grande. Fuimos a la farmacia, que vivimos al lado. Si hubiera estado él solo, no habría caído en la cuenta de ir a la farmacia, de pedir ayuda allí», narra la esposa de Angelito Trigueros, Luisa Álvarez.
«¡Mira Ana! ¡Mira Ana!», entró diciendo Luisa en busca de la farmacéutica de la localidad y presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Palencia, Ana Deza. Tras ver el alcance del corte en la muñeca izquierda de Angelito Trigueros sobre el mostrador del establecimiento, no lo dudó y tapó la herida con una venda antihemorrágica.
Acto seguido, les montó en su coche y condujo con su vehículo hasta el centro de salud de Villarramiel, avisando previamente con su móvil del paciente que estaba trasladando y la herida que tenía, para que allí estuviesen preparados. «Yo pensaba llamar a algún hijo para que nos llevase o si no algún vecino se ofrecería, pero Ana dijo que lo hacía ella inmediatamente. Estábamos ella y yo llenas de sangre», rememora Luisa Álvarez, que recuerda cómo dejó la casa también teñida de rojo, todas las puertas abiertas y que se olvidó hasta el móvil en el domicilio, al salir con las prisas y con los nervios por lo que sangraba la herida de su marido.
«A 'Angelito' le pusieron una docena de puntos finalmente. La verdad es que fue un susto y estamos agradecidísimos de la ayuda que nos prestó Ana», afirma Luisa Álvarez, que hace hincapié en la importancia de tener este tipo de servicios en los pueblos. «No debe faltar una farmacia. Es necesario contar con ellas en los pueblos porque estoy segura de que ha habido y habrá más casos como el nuestro».
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Esther Bengoechea
Más allá de este accidente con final feliz y la rápida actuación de la farmacéutica de Ampudia, este servicio, que se extiende a lo largo de 58 farmacias del medio rural de Palencia, de las 96 que existen en la totalidad de la provincia, es indispensable en los pueblos. «También nos toman la tensión en la farmacia, los lunes y los jueves nos dan cita para que vayamos y es importante estar vigilados», concluye Luisa.
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