El día a día en Moscú de un palentino con las maletas hechas

Cuando la covid volvía a dar un respiro, el mundo ha vuelto a contener el aliento. Lo que nadie esperaba, una guerra en territorio europeo en pleno siglo XXI, arrancaba de raíz las ilusiones y esperanzas de los ucranianos que tenían que abandonar sus casas huyendo de la invasión de las tropas rusas. Más de dos millones de desplazados, población civil combatiendo y datos confusos sobre muerte y desolación. Una situación que la humanidad soñaba con no volver a ver. De nuevo el mundo vuelve a estar polarizado, dividido en dos bloques, y de nuevo la pesadilla de la amenaza nuclear atormenta mientras crece día a día el temor ante una guerra a todas luces surrealista.

Con el trasfondo de un planeta enfrentado, muchos son los palentinos que los están viviendo desde fuera de casa, y alguno de ellos en primera persona desde el mismo Moscú. Es el caso del fisioterapeuta palentino Omid Etemad, que desde hace dos años desempeña las labores de fisioterapeuta en el histórico CSKA. Omid confiesa que está preocupado ante lo que está ocurriendo en Ucrania.

«Nadie esperaba esto. Es una sorpresa, no solo para nosotros, ya que es normal sorprenderse por algo así en el siglo XXI, sino para los propios rusos. Aunque este conflicto no es nuevo, lleva varios años forjándose y llevamos semanas preguntándonos si iba a pasar algo. Ellos estaban convencidos de que algo así podía llegar a pasar, aunque a ellos también les ha cogido por sorpresa la decisión de esta invasión», señala el fisioterapeuta palentino. «En general, no tenemos miedo. Esta situación te crea inquietud y ansiedad porque no sabes con quién te vas a cruzar y saben que eres extranjero. Pero, en general, la sociedad rusa es muy respetuosa y tolerante. Vivir en una ciudad como Moscú, que es una capital completamente europeizada, les hace estar acostumbrados a ver a gente de fuera. No tenemos problemas en ese sentido», explica Omid desde la capital rusa.

Como es lógico, existe una honda preocupación por lo que está ocurriendo en su familia palentina, que está en continuo contacto con Omid. «Estoy recibiendo muchas llamadas estos días tanto de mi familia, como de mis amigos. Todos están preocupados. He mirado las noticias que llegan desde España y entiendo la preocupación, pero la realidad que yo vivo no es la que se ve. Les estoy contando que mi vida es completamente normal, con la misma dinámica de siempre con el equipo», señala Omid. «En el momento en el que sucediese algo o creyésemos que no estamos a salvo, al día siguiente cogeremos un avión y volveremos a casa. Vivimos el día a día con las maletas hechas», añade.

Durante los últimos días hay una imagen que se ha repetido en los medios de comunicación, la de personas sacando dinero en los cajeros automáticos ante las sanciones occidentales. Una situación que poco a poco se ha ido revirtiendo. «Durante los primeros días sí que se vieron largas colas en los cajeros durante horas. Siempre que sucede algo así lo primero que hace la gente es sacar dinero en efectivo, yo también lo hice. Ahora todo está normalizado, los cajeros tienen efectivo y los supermercados están totalmente abastecidos. En el día a día no encuentras ningún tipo de dificultad a excepción del cierre de tiendas y servicios extranjeros, que debido a las sanciones han tenido que marchar del país», reconoce.

«Esta situación te hace plantearte mucho el seguir aquí, pero no por lo económico ni por las sanciones, sino por el conflicto en sí. Estamos yendo día a día y es mejor no pensar en el año que viene, porque no se qué podría ocurrir mañana mismo. Cuando llegue el momento de decidir, planificaré las opciones que hay, cómo está el país y la situación, y tomaré una decisión», señala.

El cierre del espacio aéreo con el resto de Europa no es óbice para que el palentino pudiese salir del país, si así lo estimase oportuno en un momento dado. «Es cierto que no hay vuelos directos porque se ha cortado todo el espacio aéreo con Rusia, pero eso no significa que no puedas salir del país, ya que hay varias vías para poder hacerlo. Puedes ir vía terrestre a Finlandia o en avión a Turquía, Maldivas, Arabia Saudí, Dubai o Qatar, y de ahí coger un avión hasta España. Hay opciones de salir del país en cualquier momento, aunque si lo haces de hoy para mañana, los precios son prohibitivos porque te puede costar entre 3.000 y 4.000 euros el viaje, pero si compras con previsión, los precios bajan y puedes salir sin ningún tipo de problema», explica.

De momento, el palentino continúa en su día a día y lo que está ocurriendo en Ucrania no le está afectando en lo personal. «Estamos llevando una vida completamente normal en Moscú. Es difícil de creer, pero en principio no estamos notando grandes cambios respecto al conflicto bélico. Quitando todo lo que estamos leyendo en las noticias, lo que ocurre en los bancos y en algunas tiendas que están cerrando, la vida es completamente normal», reconoce. Y es que en Rusia, la competición futbolística continúa estos días con normalidad. «Seguimos compitiendo como si no pasara nada. El deporte y la política están separados y la verdad es que creo que es un enfoque acertado, porque creo que no tenemos nada que ver con lo que está ocurriendo, aunque las sanciones europeas afectarán mucho a los clubes. Es posible que el fútbol ruso pase muchas dificultados en los próximos años. Es una Liga donde no habrá el premio de jugar competiciones europeas», admite.

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