La Diócesis de Palencia no oculta el problema de falta de vocaciones, que resulta evidente si se analizan los datos de la evolución de su número de sacerdotes. En 1995 eran 308 los sacerdotes de Palencia. Esa cifra descendió hasta los 180 de hace dos ... años y ahora son 167 los sacerdotes que residen en la Diócesis, de los que 94 están en activo y 73 jubilados (es decir, que superan los 75 años). Además, de entre los 94 sacerdotes en activo, 55 tienen cumplidos los 65 años.
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La jubilación canónica de los sacerdotes no llega hasta los 75 años, por lo que un párroco que se encuentre jubilado de forma civil a los 65 años sigue trabajando durante 10 años más hasta que llega el momento en el que debe presentar su renuncia al Obispo. Actualmente, hay 55 curas que se encuentran en esa situación en Palencia, por lo que en los próximos diez años se jubilarán además más de la mitad de los curas de la Diócesis.
De la familia de sacerdotes, una treintena forman una familia aún más unida, ya que comparten vivienda en la Casa Sacerdotal de Palencia, que goza de buena salud tras tres décadas dando servicio a los sacerdotes palentinos. Con una treintena de residentes –incluido el obispo, Monseñor Manuel Herrero–, dispone de 34 habitaciones disponibles en las dos plantas con las que cuenta este edificio, que «es la casa donde vienen a residir normalmente los sacerdotes de la Diócesis que se jubilan y no tienen una tarea específica que desempeñar en los pueblos, pero también residen algunos sacerdotes que están en activo porque es la casa común de la Diócesis», explican desde la Diócesis. Además, la Casa Sacerdotal alberga a sacerdotes que han estado en misiones «y una vez que no pueden dar más de sí en las tierras de misión, vuelven a su tierra y a su casa».
En la Casa Sacerdotal Nuestra Señora de Lebanza se les atiende también a los sacerdotes durante toda su etapa de enfermedad o de dependencia. Cuenta ya con una atención sanitaria las 24 horas del días, al igual que ocurre en cualquier centro residencial, con varios auxiliares de enfermería, un médico y un enfermero, para un edificio que entre sus inquilinos, cuenta con una media de edad muy alta.
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El obispo cumplirá en enerola edad para ser relevado
El Derecho Canónico establece en los 75 años la edad de jubilación de sacerdotes y obispos, un mandato que impuso también el Concilio Vaticano II. Pero los últimos tres papas han ejercido el mando mucho más allá de los 80 (Francisco va camino de los 85 años; Benedicto XVI se retiró a los 86 y Juan Pablo II murió en el cargo con 84).
El próximo mes de enero llegará el turno del obispo de Palencia, Manuel Herrero, que cumplirá 75 años. El Papa decidirá si acepta la jubilación cuando cumpla la edad o si sigue en el cargo dos, tres e incluso cuatro años más en un intento más de que la Iglesia se adapte a los cambios sociales. Antes, los futuros sacerdotes entraban en el seminario a los 9 años. Los seminaristas de hoy, la mayoría, lo hacen cuando han terminado una carrera civil y se ordenan cumplidos los 30. Ocurre lo mismo con los obispos. Décadas atrás, era habitual el nombramiento de prelados muy jóvenes:el cardenal Rouco llegó a obispo a los 37 años, lo mismo que el palentino Marcelo González, prelado en Barcelona y primado de Toledo; o Carlos Amigo, cardenal emérito de Sevilla, también vinculado con Palencia, que era arzobispo de Tánger a los 37.
Algunos de sus residentes serán homenajeados hoy en el Seminario Menor Diocesano, donde se celebrará la asamblea de comienzo de curso de los sacerdotes y el diácono diocesano. Con una acogida, una eucaristía, la presentación del Camino Sinodal en la Diócesis, de la Programación Diocesana 2021-2022 y de la Formación Permanente, posteriormente se celebrará una comida fraterna hasta el fin de la asamblea. Ese mismo día se aprovechará para honrar a los sacerdotes que tanto el año pasado como este han celebrado o celebran sus bodas sacerdotales, uno de ellos las bodas de plata al celebrarse los 25 años de ordenación –en realidad se celebraron el año pasado, pero al ser el año tan duro de la pandemia se pospusieron los homenajes–. También se celebran las bodas de oro de los que se ordenaron en 1970 (que correspondían el año pasado que no hubo celebración), entre ellos el obispo actual de la Diócesis de Palencia, y el prelado de Santander, Manuel Sánchez Monge, y las de este, otros tres. También se homenajea a los que cumplen bodas de diamante, 60 años como sacerdotes, y se concederá una mención especial a Germán García Ferreras, que el año pasado conmemoró los 70 años desde su ordenación. Este homenajea suelen coincidir con la fiesta de San Juan de Ávila, pero no se vio prudente dada la situación sociosanitaria y se celebra hoy.
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