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Mercadillo en el polideportivo de Ribas de Campos celebrado este domingo. MANUEL BRÁGIMO

Miles de objetos para recuperar el patrimonio de Ribas de Campos

La Asociación Amigos del Monasterio de Santa Cruz de la Zarza recauda 500 euros en el mercadillo solidario para limpiar la piedra del interior del templo de excrementos

Domingo, 4 de julio 2021

Banderines de colores azules y blancos, junto a otros con banderas de España, anunciaban las fiestas del pueblo en honor a San Martín. Enramadas de chopos, a la puerta de la iglesia y con arcos en algunas calles, acompañaban la decoración festiva. A esto se ... unía la procesión del santo y los cohetes, previos a la misa de las 13 horas. Pero este domingo era un día especial para Ribas de Campos, más allá de sus fiestas. Era un día importante porque se celebraba el segundo mercadillo solidario, organizado por la Asociación Amigos del Monasterio de Santa Cruz de la Zarza, para recaudar fondos para el monasterio y para dar a conocer este patrimonio del pueblo palentino.

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El Monasterio de Santa Cruz de la Zarza está actualmente lleno de andamios y sin abrirse al público. La Junta aprobó el pasado mes de febrero, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, las obras de conservación de cubiertas y mejora en los restos del claustro por un importe de 319.084 euros, obras que ya están en marcha.

Este templo, que es Monumento Histórico Artístico desde el año 1931, ha sido protagonista de varios enfrentamientos judiciales, para conocer quién era el dueño del mismo -si la empresa de la finca agrícola que rodea al inmueble o la Diócesis de Palencia-, como consecuencia de la desamortización de 1835. Se desconoce con exactitud la fecha de fundación del monasterio, pero la tradición se la atribuye a Fernando Ansúrez en 922. Se acepta entre los estudios los años 1173 o 1176 como la llegada de un grupo de premostratrenses de la Abadía vallisoletana de Retuerta a Santa Cruz de la Zarza. La advocación de la Santa Cruz parece que se debe a la existencia de una reliquia del Lignum Crucis donada por Alfonso VIII.

Los tribunales, hubo que llegar hasta Estrasburgo, dictaminaron que el monasterio era propiedad de la Iglesia. Y esta se la cedió (por un periodo de 30 años) al Ayuntamiento de Ribas de Campos, que consigue poco a poco restaurarlo -estaba en un estado lamentable-, con el apoyo económico de las instituciones, como la Diputación y la Junta de Castilla y León.

El polideportivo albergó durante todo el día el evento solidario que recaudó un total de 500 euros

Y con el objetivo de dar a conocer su valor y de ayudar en la medida de lo posible a su rehabilitación, se creó en 2018 la Asociación de Amigos del Monasterio, que cuenta con más de doscientos socios, siendo más de la mitad ajenos del pueblo pero amantes del patrimonio. «Organizamos exposiciones, conciertos, distintos actos culturales y también este mercadillo. Queremos visualizar el estado en el que está nuestro patrimonio y concienciar a la gente de que todos tenemos que participar si queremos dejar a las generaciones venideras un buen patrimonio y no una ruina», señala Ana López, socia de la Asociación de Amigos del Monasterio, a la puerta del polideportivo de la localidad, que ayer albergó el mercadillo durante todo el día.

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El Monasterio de Santa Cruz de la Zarza con andamios. M. BRÁGIMO

«Con el dinero que saquemos de aquí, nos gustaría poder limpiar la piedra del interior, que está muy sucia por los excrementos de las aves», argumenta. Recaudaron 500 euros, que utilizarán para este fin junto a los 400 euros que consiguieron en el primero mercadillo, el que realizaron en 2018.

Las porterías servían para colgar los pañuelos y fulares que llenaban de color las blancas paredes del pabellón. La mesa de ping-pong era un improvisado mostrador para todos los libros que se habían donado. Al no caber todos, algunos descansaban y esperaban ser comprados, en cajas, en el suelo.

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Cuatro días de trabajo

Toda la estancia estaba dividida por zonas: utensilios de cocina, copas y cristalería, zona de bolsos, de juguetes o de joyas. «Llevamos cuatro días catalogando todos los objetos que nos han donado amigos y famillares de los propios socios y nosotros mismos», afirma Ana López. Es incapaz de saber cuántas piezas hay entre las porterías y las canastas de Ribas. «¿Mil? No, No. Hay miles de cosas», señala, con convencimiento.

El trasiego de gente es inmediato, desde el momento que se abre al público. Y nadie sale sin algo en la mano o sin alguna bolsa llena de cosas para casa o para regalar. '¿Has visto que está el libro de 'El nombre de la Rosa'?', le pregunta una mujer a su acompañante. '¡Es verdad!', responde este acercándose a la montaña de libros y libros, la zona del mercadillo que más triunfó.

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'Vamos a comprar el cuento de 'Los tres cerditos' y lo leemos luego en casa, ¿vale, cariño?', le dice una madre a su pequeño, que acude con una moneda de dos euros para entregar a una de las responsables del mercadillo y llevarse su tesoro a casa. «Esto, además de conseguir dinero para el monasterio, es importante para dar una segunda vida a los objetos, que no todo se desecha. Lo que yo no utilizo, hay otras personas que lo harán. Hay que optimizar las cosas y no desecharlo todo», concluye Ana López.

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