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Accedió al cargo el pasado mes de julio, en sustitución del histórico Gabriel Rubí, y lo hizo en un momento relativamente dulce para el sector ... de la construcción, que permitía a muchas empresas invertir para planificar un futuro de crecimiento. Sin embargo, solo unos meses después, una pandemia mundial amenaza con destrozar por completo no solo esas posibilidades de futuro, sino el propio presente de muchas de las empresas del sector. Miguel Alonso, que además de presidente de Aecopa, es socio de la empresa Alonso & Curiel Ferrallas, reclama a las administraciones medidas fiscales que permitan a las empresas a salir de la peligrosa senda del endeudamiento insalvable.
–¿En qué situación se encuentra ahora el sector de la construcción en Palencia, una vez que les han permitido regresar a la actividad?
-El sector está molesto. Aquí todos estamos muy molestos. El enfado que tenemos es generalizado, porque no tiene sentido que se nos comuniquen las cosas un domingo por la noche. Desde luego no es la mejor manera de reactivar un sector que mueve tanta gente. El último dato nos dice que son más de 1.260.000 personas empleadas en la construcción. Es mucha gente a la que parar.
-Algo que no debe ser fácil, así, de la noche a la mañana.
-No lo es, pero tuvimos la suerte de contar con la colaboración de los cuerpos y las fuerzas de seguridad. No nos pusieron pegas, no hubo denuncias y se pudo hacer bien el cierre de las obras, porque los cierres que hacemos los fines de semana son provisionales, no como para que todo se paralice quince días.
-¿Y se pudo rematar algo que quedó a medias?
-No, de rematar, no hablamos. Lo que tuvimos que hacer fue recoger bien. Se retiró la maquinaria, se cerraron bien las vallas, se han sujetado las cosas sueltas para que no se vuelen o caigan. Es que nos pilló totalmente de sorpresa, pero aun así, se pudo hacer un cierre de las obras bastante correcto para la premura con la que se hizo y no le dimos más importancia.
-Y ahora hay que volver, ¿pero puede hacerlo todo el mundo?
-No, y eso es algo que ha provocado un malestar general, porque se están dando unas paradojas que no se entienden. Cuando se decretó la hibernación total de la construcción y parte de la industria, se estableció que los trabajadores tuvieran permisos remunerados recuperables, pero los autónomos tenían permiso para trabajar y así lo siguieron haciendo muchos. Con lo cual, han seguido muchas de las obras de reformas de edificios y viviendas, porque aunque no pudieran estar sus empleados, sí podían seguir los autónomos que tienen una pequeña empresa de construcción. Pero paradójicamente, el domingo, a las nueve y cuarto de la noche, cuando se reactiva todo el sector, se prohíbe trabajar en espacio habitacional, es decir no se pueden hacer reformas de casas o de los edificios.
-Supongo que por cuestiones de seguridad…
-Vamos a ver, que nosotros entendemos todas las medidas sanitarias. Estás trabajando con más personas y te puedes cruzar en ascensores, escaleras o en un pasillo. Podemos entender la medida sanitaria. Lo que no entendemos es que si esos señores han podido seguir trabajando cuando todo esta hibernado, cuál es el problema ahora para que no puedan continuar haciéndolo. Se puede entender la medida sanitaria, pero no la fórmula, desde luego. Tendrían que haber dado una solución. Es que ahora muchos trabajadores de estas pequeñas empresas, que son muchas, van a volver al trabajo, van a seguir cobrando, pero no van a poder trabajar realmente porque no pueden acceder a las obras que han dejado a medias.
-¿Cree que se están improvisando algunas medidas?
-Indudablemente. La improvisación es total y evidente. En este caso es claro. Tus trabajadores pueden volver, pero a ti te han quitado la posibilidad de continuar las obras que tú estás ejecutando. Y ahora qué haces con tus trabajadores, les sigues pagando, pero los dejas en casa porque no puedes seguir haciendo las obras de reforma. Si eso no es improvisado… ¿Tiene alguna lógica, alguna coherencia? El tema sanitario no lo entramos a discutir, de acuerdo, pero a estos señores que ahora se les ha parado y tienen trabajadores a su cargo habrá que darles alguna solución. Y la solución no pasa porque se nos aplace el pago de impuestos, la solución pasa porque haya bonificaciones fiscales, exenciones fiscales y también sociales. Están muy bien las ayudas sociales, pero ahora también tienen que llegar a las empresas. No se puede mantener un sistema económico, en el cual el 80% del tejido empresarial español son autónomos y pymes, para luego dejarles de lado. Si en el futuro el Gobierno quiere recaudar unos impuestos, tendrá que invertir también, y tiene que hacerlo ahora dando ayudas a los sectores económicos, no solo ayudas sociales, sino también fiscales para las empresas.
-Todas las administraciones han garantizado y que se aplazan los periodos fiscales y que no corren los tiempos…
-El aplazamiento de pagos es trasladar el problema de hoy a mañana. Si estos señores que han estado trabajando, a medio gas, porque únicamente podía hacerlo el autónomo, pero no sus empleados, ahora que pueden tener a sus trabajadores, tampoco pueden acceder a la obra, cómo van a pagarles, o a sus proveedores. Terminarán pidiendo más créditos, endeudándose y llegando a la ruina.
-¿Luego la actividad de la construcción vuelve al tajo de una forma muy limitada?
-Vuelve la obra nueva y la que no tenga nada que ver con un servicio habitacional. Hacer un chalé nuevo, por ejemplo, lo puedes ejecutar, pero todo lo que son reformas, aquello que implique cruzarse con personas en zonas comunes, está prohibido.
-¿Y a cuántas empresas puede afectarle esta situación en Palencia?
-Pues más del 50% de los trabajadores, seguro. Porque la mayoría aquí en Palencia son autónomos y pymes y gran parte de la obra que se hace en Palencia son reformas. Hay muchísimas empresas que son pequeñas, con uno o dos trabajadores y ahora va a ser muy difícil que trabajen. Todos estos autónomos han estado trabajando estos días anteriores, con limitaciones y restricciones por motivos sanitarios, pero trabajando, pero ahora, como lo que está haciendo la mayoría son reformas, no van a poder seguir.
-¿Pero qué diferencia hay ahora de hace una semana?
-Ninguna realmente. No sabemos por qué. Simplemente que el Gobierno ha decidido que no se puede trabajar. Cuando hemos estado trabajando, se mantenían las distancias de seguridad con las personas, el tema de mascarillas está totalmente asumido, el tema de geles y demás para la higiene personal lo hemos estado utilizando todos. No ha cambiado nada. Simplemente, que alguien ha dicho que ahora no podemos trabajar.
-Habla usted de las mascarillas… ¿Están las empresas de Palencia dotadas de equipos de prevención sanitaria o hay muchas empresas que todavía carecen de material básico como las mascarillas?
-La verdad es que está bastante complicado, por la gran demanda que ha habido. Pero poco a poco hemos ido consiguiendo mascarillas. Nosotros, en mi empresa, tenemos unas de tipo sanitario, que son impermeables por fuerza, con filtro interior y que son lavables. Tienen varios usos, pero nosotros las hemos renovado después de una semana por higiene, aunque no estaban estropeadas ni mucho menos. En la mayoría de las empresas se están utilizando las de tipo quirúrgico, que son las que se encuentran, con el coste que tienen, porque a las cuatro horas, en cuanto se humedecen, se han estropeado. Y lo que no hay forma de encontrar, cero por cualquier parte, son de las FFP2. De eso, olvídate, porque no hay nada en el mercado por aquí. Nosotros, a través de la asociación, nos hemos reunido algunos empresarios y las vamos a traer de China la semana que viene. Pero son inversiones importantes, tanto en estas mascarillas, como las lavables que conseguimos en una empresa palentina.
-Pero después, también hay que saber usar correctamente las mascarillas.
-Sí, pero para ello el Estado sacó una reglamentación, que ha llegado a través de diferentes organizaciones y sindicatos como un protocolo de actuación, todo muy sencillito, con unas pautas a las que hay que acostumbrarse y poco a poco se consigue. En mi caso, la gente lo tiene ya normalizado y no hace falta ir detrás diciendo ponte la mascarilla, usa el gel o desinfecta el vehículo. Es como cualquier otro protocolo de actuación.
-¿Luego los trabajadores del sector están bien concienciados?
-Sí, sí. Todo el mundo se concienciado muy rápido. Porque, además, pensamos que este año la utilización va a ser continua, porque volverá a haber un repunte del coronavirus cuando regrese el frío. Además, en el momento en el que se abran las fronteras se volverán a importar casos y habrá otro repunte. Esperemos que pronto se encuentre una vacuna.
-Otro aspecto que preocupa al sector es la forma de organizar el tiempo de trabajo, puesto que se ha obligado a dar a los trabajadores permisos retribuidos, pero recuperables…
-Está por ver. Todavía está en el aire, porque debe hacerse mediante acuerdo de las empresas con sus trabajadores. Supongo que desde las asociaciones intentaremos dar algunas recomendaciones, pero todavía no está decidido. Las empresas vamos a intentar compensar con días que había de libre disposición por compensación de horas, con días de vacaciones. La fórmula que sea menos lesiva para ambas partes.
-¿Se podría trabajar en las épocas del año en las que tradicionalmente para la construcción?
-Esas fechas nadie las ha puesto encima de la mesa y no creo que nadie lo haga. Al final es un problema que afecta tanto a empresarios como trabajadores y muchos empleados se están ya dando cuenta de ello, que el empresario no es tan malo como lo pintan y que también se ve afectado por el problema. Los trabajadores están viendo cómo se está teniendo que recurrir a los créditos ICO.
–¿Va a ser necesario en el sector de la construcción recurrir a los préstamos?
-En la construcción muchísimo. En cuanto rompes la cadena de pagos… Además, esta situación nos ha pillado a todos en un momento en el que la mayoría de las empresas, como había un pequeño repunte en la construcción, pues habíamos decidido invertir, comprar maquinaria, ampliar locales, negocios, vehículos y nos ha pillado a todos, invirtiendo. Y a los promotores, con terrenos comprados. Y claro, tú te encuentras con un mes en el que tu facturación es el 50%, pero los gastos son los mismos.
-¿Y el mercado financiero se está comportando con el sector?
-Con respecto al crédito ICO, la verdad es que no sabemos cuándo comenzarán a liberar los fondos, alguno puede que sí, pero a la mayoría, no. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que ICO está revisando todas las solicitudes. ¿La llegada de fondos? Será muy escalonada y muy dilatada en el tiempo.
-¿Van a desaparecer empresas de la construcción en Palencia como consecuencia de la alarma sanitaria?
-Sí. Lamentablemente, sí. En Palencia, y en todos los sitios. Hay muchos que no van a poder continuar. Por ejemplo, conocemos un caso de una pequeña promoción de cuatro viviendas en un pueblo, pues la obra se va a parar y la empresa lo va a pasar muy mal, porque los promotores no pueden seguir. A uno le ha pillado un ERTE y a su mujer le han despedido, otro, igual... Las medidas que han implementado para ayudar a autónomos y pymes no van a frenar que se sigan endeudando más. Las medidas deberían pasar por ayudas fiscales, rebajas de impuestos y bonificaciones para contratar y para mantener el empleo. Es por lo que tienes que abogar, no por aplazamientos de pagos. Esto sirve para hoy, pero no para mañana. Si no has facturado y no tienes ingresos, no vas a poder pagar, ni hoy ni mañana.
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