Los mascaritos y zamarrones de Aguilar de Campoo queman a Putin

Los mascaritos y zamarrones volvieron a salir por las calles de Aguilar de Campoo este domingo y, a pesar del tiempo tan desaplacible que hizo, fueron recibidos por un público entusiasmado, aunque bien es cierto que no tan numeroso como en años anteriores. Los espectadores congregados en el centro urbano de la villa vitorearon a los recién llegados y con gran regocijo aplaudieron su puesta en escena. Este año el monigote manteado y quemado representaba la figura de Vladimir Putin, y el lema de esta edición no podía ser otro que la solidaridad de los aguilarenses con los vecinos ucranianos y un claro y rotundo no a la guerra.

Primero, los variopintos y sorprendentes disfraces fueron entrando en la plaza de España haciendo sonar sus cencerros, campanas, matracas y otros fantásticos instrumentos hechos con semillas y otros materiales. La comparsa carnavalesca llenó de animación el lugar, a pesar del frío, con su desfile plagado de saltos, bailes y pequeños duelos. El grupo estaba compuesto por curiosos personajes, entre los que no faltaron los habituales como la vijanera, el oso, el demonio, el lobo, los carneros o el aliguí, entre otros muchos, causando todos ellos una enorme sensación entre todos los asistentes.

Tras la llegada y la exposición de los personajes, se representó una divertida parodia en la que unos no muy expertos doctores curaron a una resignada enferma con extravagantes síntomas. Seguidamente, tuvo lugar el manteado del monigote, y la posterior quema del mismo. No sin antes proceder a la lectura de aquellos males –suplicando que desaparezcan lo antes posible–, que afectan actualmente a la sociedad, como la subida de la luz y de la cesta de la compra, haciendo mayor hincapié a la guerra en Ucrania.

La Asociación Arco-Amigos del Patrimonio, que recientemente participó en el III Encuentro Internacional de Rituales Ancestrales celebrado en la localidad portuguesa de Bemposta, volvió a regalar una mañana animada a los vecinos y turistas que se acercaron a disfrutar con estos peculiares figurantes vestidos con trajes únicos hechos a mano por ellos mismos, rememorando esta indiscreta tradición carnavalesca que se llevó a cabo durante décadas en la localidad aguilarense antes de ser relegada tras la Guerra Civil.

• Temas
• Aguilar de Campoo
• Carnavales