Marcha arcoíris sin dar ni un paso atrás en Palencia

'El amor es demasiado grande para que quepa en un armario' o 'Amar no significa vivir con miedo' eran algunos de los mensajes que se podían leer en los carteles que se hicieron en el mismo parque palentino, en un taller, una hora antes de que arrancase la manifestación. Sobre las 20:10 horas comenzó la protesta, con una pancarta gigante en primer lugar donde se leía: 'Nuestros derechos, nuestras vidas. Ni un paso atrás' y que atravesó la Calle Mayor para concluir en la Plaza Mayor con la lectura del manifiesto y donde se pidió, en reiteradas ocasiones, la Ley de Igualdad, «que hace falta ya».

Por el recorrido, algunas personas se unían, otras observaban y muchas fotografiaban con su móvil la corriente humana multicolor, que clamaban lemas como «El Cristo del Otero tampoco es hetero» o «En esos soportales también hay bisexuales». En la parte de atrás de la manifestación, una batukada daba ritmo y animaba el paso de todos. Para cerrar la protesta, una bandera gigante del arcoíris con el lema 'Orgullo de ser quien soy'.

La Ley de Igualdad no apareció solo en el trayecto hasta la Plaza Mayor como un lema, sino que se subrayó esa necesidad en la posterior lectura del manifiesto delante del Ayuntamiento. «Para ello exigimos que se apruebe a la mayor brevedad la Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, a nivel estatal. Y que Castilla y León deje de ser el furgón de cola, la única comunidad autónoma sin Ley Autonómica de Igualdad social de las personas LGTBI+. Es, además, imprescindible que esas leyes garanticen los derechos de las personas migrantes, de los y las menores trans, y de las personas no binarias. Los derechos, o son de todes, o no son derechos».

El crecimiento del discurso de odio que se está viviendo, en la actualidad, deriva en momentos de «alto riesgo» y es algo que preocupa y mucho a todas las personas que ayer salieron a la calle para reivindicar que no son menos que nadie, que tienen los mismos derechos y que no tienen que vivir con miedo. «Esos derechos se hacen hoy más necesarios, si cabe, que nunca, por el crecimiento de discursos de odio con total impunidad, que alimentan la violencia y las agresiones LGTBIfóbicas. Estos discursos ya han escalado hasta las instituciones, y se ponen en peligro los avances que hasta ahora se han ido consiguiendo con dolor y con mucho esfuerzo», se leía en el manifiesto, en referencia también a la negativa del presidente de las Cortes, Carlos Pollán, a iluminar la sede como se venía haciendo los últimos años.

«Porque nuestros derechos son nuestras vidas, y porque en la defensa de esos derechos no vamos a dar ni un solo paso atrás». Con estas palabras concluyó el manifiesto de este martes.