La lluvia de caramelos volverá a recibir al Año Nuevo en Palencia

La prudencia, ante la propagación de la covid, aconsejó a los cofrades que limitasen sus actos a los de carácter religioso, de tal forma que la histórica tradición del Bautizo del Niño no se viese en ningún momento suspendida, aunque sí todos aquellos lúdicos, festivos y populares que rodean la celebración, debido a su carácter multitudinario.

Pero en estos momentos, no pesa en el ambiente ningún tipo de restricción sanitaria y los ciudadanos han asimilado la covid como una enfermedad respiratoria común, con lo que la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús está dispuesta a dar el mayor realce a la fiesta del Bautizo del Niño, recuperando incluso prácticas que llevaban décadas desaparecidas e impulsando otras iniciativas que habían comenzado consolidarse en los últimos años, pero que la pandemia también había desaconsejado.

«Después de estos dos años, hemos trabajado con mucha ilusión y hemos organizado una celebración muy especial. Queremos que el Bautizo del Niño sea igual que el de antes de la pandemia, o mejor incluso», ha señalado Ángel Gutiérrez, hermano mayor de la cofradía durante el acto de presentación de las actividades previstas para el próximo día de Año Nuevo.

Tras los dos años de parada, los cofrades recuperan la programación cultural previa, con la que se quiere dar realce a la celebración del día 1, con el fin de que la fiesta no quede reducida al Bautizo, la procesión y la pedrea de caramelos. De esta forma, las actividades tendrá un preludio especial el 24 de diciembre, con la celebración del bautizo infantil, que había venido organizándose en los últimos años. Con salida desde la cofradía, en la calle Mayor Antigua, los niños que quieran participar podrán portar a hombros una imagen de Jesús, con la que desfilarán en procesión hasta la Plaza de Mayor, en donde se celebrará una pedrea de caramelos similar a la de Año Nuevo, aunque a menor escala.

Para este bautizo infantil, la cofradía dispone en esta ocasión de unas pequeñas andas de nueva factura, que han sido fabricadas por los propios cofrades, con la aportación especial de devoto del Niño, que ha torneado los varales. La imagen de Jesús y el vestido que lucirá también son donaciones de socios.

Esta procesión infantil tendrá como peculiaridad que servirá de estreno para el nuevo grupo de danzas que ha formado la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús con el objetivo de dar mayor realce a la fiesta y recuperar la tradición de ofrecer bailes tradicionales al Niño durante la celebración del Bautizo. Desde los primeros años de la década de los noventa, no se bailaba ante la imagen de Jesús en su recorrido por los entornos de San Miguel y se espera que este año pueda hacerse de nuevo después de más de treinta años. «Tenemos constancia de que el día del Bautizo del Niño los palentinos se vestían con trajes regionales y bailaban durante la procesión. Esto se ha perdido y desde la cofradía queremos que se recupere y hemos formado un grupo de danzas, que todavía está empezando, pero que se va a estrenar este año. Primero. en el bautizo infantil y después, el día 1», explicaba Conchi Belloso, directora del grupo de danzas.

La programación cultural incluye además una conferencia sobre la figura del Niño Jesús en el mundo del arte, un espectáculo de magia para el público infantil, una proyección de cine para niños y también un concierto benéfico de Reyes Magos. El día 5, además, la sede de la cofradía recibirá la visita de Sus Majestades de Oriente para entregar regalos a todos los niños que se hayan inscrito previamente, aunque no pertenezcan a la hermandad.

«Se trata de una fiesta que hace marca Palencia, un acto único y diferencial en todo el territorio nacional», destacó el alcalde, Mario Simón, en coincidencia con el delegado de la Junta, José Antonio Rubio Mielgo, quien resaltó la «exclusividad» de esta fiesta, «que significa tanto para los palentinos».

Por su parte, la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, quiso recordar también la emoción con la que los palentinos viven la fiesta del Bautizo del Niño mientras entonan el tradicional villancico del 'Ea'. «Una tradición de más de 500 años requiere mucho esfuerzo para que se conserve», manifestó.

Los orígenes de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús se remontan a principios del siglo XVI, puesto que la única documentación que se conserva de aquellos primeros momentos es un texto de 1598, en el que se recoge la existencia de la hermandad, totalmente asentada en la judería de la antigua Palencia.