«¡Levántate coño, que nos ahogamos!»

Todo el pueblo palentino vio trastornada su vida cotidiana a partir de media tarde, pero han sido los usuarios de la residencia los que han acusado más el desbordamiento del río Rubagón, con dos plantas de su hogar afectadas, una de ellas totalmente anegada. Sin embargo, para los ancianos la experiencia no ha resultado traumática: «Casi no se enteraron», recrea Honorio Iglesias, responsable del hotel rural El Valle, del mismo municipio.

«Había muchos voluntarios y rápidamente les sacamos por una puerta de la parte vieja de la residencia: a los coches, una mantita y a los pocos metros al hotel y a dormir como angelitos», cuenta. Después de ese pequeño traslado casi en volandas, ahora todos permanecen en el salón, miran apaciblemente la televisión y están «más bien que nada», tranquiliza Alejandro.

La situación les sacó anoche de sus camas pasadas las 21:00 horas, ya que sobre esa hora las trabajadoras del centro se pusieron nerviosas con la rápida crecida del río -que terminaría desbordado- y una inundación que escaló rápidamente, y fue entonces cuando llamaron a Protección Civil, según Honorio Iglesias.

El usuario que compartía habitación con Alejandro era su padre, y confiesa que en el desayuno han bromeado contándole que están en Madrid, que allí «les ha llevado el río». A él no le cuadra, porque replica que ve la que era su casa por la ventana, pero confía y aguarda.

Con la luz de la mañana, los residentes esperan con calma a que las bombas de agua hagan su trabajo y las autoridades decidan qué hacer con respecto al centro de Santa Bárbara tras el temporal que ha dejado 'Elsa' en la Montaña Palentina.