José Martín, diseñador palentino: «Cuesta entender la importancia de tener algo único solo para ti»

–¿Cómo afronta esta cita con la Seminci?

–Muy ilusionado. Ya he participado en 2019, cuando presenté diez diseños y la emoción es la misma. Todo es un escaparate para que te vean y te conozcan. En Castilla y León tiene cada vez más repercusión y, a medida que han pasado los años, se ha ido consolidando.

–¿Qué factores influyen en esta elección?

–Los vestidos están en Madrid y allí las participantes en la gala inaugural y final escogen directamente los diseños. Se tienen que dar muchas circunstancias, que a la modelo le guste, le valga y le quede bien. El modelo está hecho y tiene que adaptarse a quien lo vista. Es cierto que no hago una talla excesivamente pequeña, pero todo va a depender de la modelo. Lo más importante es que le guste a ella o a su estilista.

–¿Qué líneas siguen estos diseños?

–Noche y fiesta. Lo que se suele ver en una alfombra roja. No me guío excesivamente por las tendencias, hago los vestidos que me apetece hacer. Es verdad que al final estás al tanto de las siluetas que se llevan, pero yo voy por libre. Soy un alma libre y no me ciño a nada. Mi estilo es muy característico, clásico renovado.

–Para la siguiente cita, la Pasarela de la Moda de Castilla y León, ¿cuáles son los modelos que va a presentar?

–Podemos llevar un máximo de veinte modelos y más o menos si que lo tenemos estructurado, aunque nos acaban de dar las listas de las modelos y tenemos que ajustarlo. Son tallas muy parecidas y se decide el último día cuando lo ves allí puesto a la modelo. Entiendo que las modelos no son planas y cada una de ellas tiene su propia personalidad. No todas son camaleónicas y hay vestidos que le van mucho a una de ellas y otro, a otra. Hemos presentado modelos de fiesta, noche y novia. Vamos a tratar de sorprender al público.

–¿Qué supone desarrollar una carrera profesional como la de la moda en Palencia?

–Como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras. Los factores positivos son que eres más conocido y te puedes ir haciendo un nombre. También es algo que me ha venido dado por las circunstancias de la vida, ya que estas me han llevado a instalarme aquí, no sé si con mayor o menor acierto, pero aquí estamos. Los contras son principalmente que no es una gran ciudad. No es Valladolid o Madrid y el público se reduce y se limita más porque es más complejo. Ya no existe la cultura que había antes de hacerse un vestido a medida, no saben de qué va la historia. La referencia que tienen es el pronto moda, en mayor o menor calidad. A la gente le cuesta entender la importancia que tiene tener algo hecho de forma personal para ti. No es un vestido que pueden elegir tres o cuatro personas en el mismo año.

–¿Qué perfil tienen las clientas?

–Es bastante variopinto. Tanto de edad como de tipo. Las novias claramente están en el rango de edad en el que se casan la amplia mayoría de las mujeres, pero en cuanto al resto, la franja de edad es muy amplia. También trabajamos mucho la madrina, la madre de la novia y la invitada.

–¿Este año cuál ha sido la tendencia?

–Lo que más he notado es que se lleva mucho el pantalón. Ha venido con mucha fuerza y está tomando protagonismo. El pantalón en todas las formas, tanto mono como con una sobrefalda. Y tanto en novia como invitada. Este año han sido cinco las novias que hemos vestido con pantalón y también un par de madrinas y alguna invitada. Es una prenda muy cómoda, que resulta igual de elegante y que sienta muy bien a todo tipo de siluetas.

–¿Los colores siguen marcando las creaciones?

–Se ha perdido mucho. He vivido esos tiempos en los que un color marcaba toda la temporada. Si se llevaba el coral, todas las invitadas de coral. Pero ahora ya no es así, la paleta de colores es mucho más amplía. A mí no me gusta guiarme por estos porque al final en una boda van todas del mismo color. Hay que ser originales y destacar. Hay bodas en las que ha habido hasta 35 invitadas del mismo color. Al final si vienes a un taller como este es porque quieres ir diferente, y eso es lo que yo oferto.

–¿Qué tiempos se trabajan en estas prendas personalizadas?

–Lo más importante es hacer la elección de los tejidos. Luego el resto queda en nuestra mano. Ahora están las cosas muy raras y es cierto que es mejor elegirlo cuanto antes para garantizar su disponibilidad. Esto sería idóneo hacerlo unos cinco o seis meses antes del evento. Una vez elegido y reservado el tejido, trabajamos con un mes o mes y medio de margen para evitar sustos de última hora.