laura linacero
Lunes, 28 de junio 2021, 23:39
Algo tan sencillo y tan complejo como poder ser quien eres. Quien has sido siempre. En su cabeza permanecían dibujados todos los miedos que se van disipando cuando se acercaba al objetivo final. Una carrera de fondo donde la victoria es la felicidad con uno ... mismo. El palentino Izhan González cruzó la meta hace cuatro años, cuando decidió poner nombre a cómo se sentía e iniciar una nueva vida. Su vida. Tras años de insatisfacción personal y desconocimiento, comenzó a identificar sus emociones con la transexualidad.
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-La transexualidad es una de las grandes desconocidas dentro del colectivo LGTBI. ¿Cómo fue el proceso hasta reconocer que era un chico trans?
-Lo más complicado es aceptarlo porque, aunque sabes de dónde viene tu malestar, no quieres verlo. En mi caso, supe qué me estaba pasando porque me identifiqué con el testimonio de un chico trans. Vi un vídeo en el que contaba su experiencia y yo sentía exactamente lo mismo. Pasó mucho tiempo hasta que pude expresarlo y fue gracias a una profesora que me animó a contar lo que me estaba pasando.
-Supongo que el hecho de abrirse a los demás fue una de las cosas más duras al inicio…
-Yo sentía que no estaba preparado, pero fue más fácil de lo que esperaba. Después de hablar con la profesora. Se lo dije a mis compañeros de clase y me dijeron '¡Ya era hora de que lo dijeras!'. Y pensé, 'lo sabía todo el mundo menos yo'. En cambio, hablarlo con mis padres me daba más pudor y había escrito en un papel cómo me sentía por si yo no era capaz de expresarme. No sabía cómo decirlo y la frase que les dije fue 'no quiero morirme siendo alguien que no soy'. Al decirles eso me dieron todo su apoyo y sentí un alivio enorme. Como yo ya me había informado de todo sabía qué pasos dar y eso lo hizo más fácil.
-¿Qué le daba más miedo cuando iniciaste el proceso?
-Es verdad que, junto al hecho de decirlo a la gente de mi alrededor, una de las cosas que más respeto me ha dado es la transfobia y que me puedan agredir por ser quien soy. Aunque a mí nunca me ha pasado, conozco casos de personas que sí y eso me preocupa.
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-Una vez que decide iniciar la transición, ¿ha resultado tan complejo como pensaba?
-Al principio es muy frustrante porque pasas por unos procesos que no entiendes y parece que no va a llegar nunca. Primero tienes que pasar por psicólogos y psiquiatras para conseguir un papel donde te diagnostican como un trastorno de identidad. El hecho de definirlo como si fuera una enfermedad te hace sentir muy mal, porque no es así, pero es algo que tenía que pasar para conseguir las hormonas. En Palencia y en Valladolid me tuvieron el caso parado hasta que me derivaron a Burgos y por fin las conseguí.
-La incertidumbre junto con los obstáculos puede resultar agotador, pero ¿en algún momento las trabas le han hecho pensar en tirar la toalla?
-Nunca, desde que empecé supe que quería llegar hasta el final y además contaba con el apoyo de mi familia y amigos. Es verdad que es algo muy largo y cansado, y por ejemplo para la mastectomía la lista de espera acumulada en la seguridad social es de dos años y tuve que recurrir a la privada porque yo ya mentalmente me encontraba fatal. Pero después de todo estoy feliz porque puedo ser quien soy.
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-¿Cómo definiría su nueva vida desde que aceptó que era un chico trans?
-Es un crecimiento personal muy grande en todos los aspectos. Primero desde mí mismo porque me había dejado muchísimo y entendí que tenía que mirar por mí y completarme yo mismo. Eso me ha hecho madurar y me siento muy orgulloso de haberme encontrado porque desde ese momento todo empezó a fluir.
-¿Qué falla para que aún haya discriminación hacia las personas transexuales?
-Es un problema de educación. Conocer las posibilidades desde pequeño no solo te puede ayudar a identificar qué te está pasando sino al resto a saber gestionarlo. Yo tenía prejuicios y creo que tener la información nos salvaría. Hay que saber que no es un gusto ni una decisión, es lo que sentimos y lo que somos.
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-Después de todo lo vivido, ¿le gustaría haber nacido con un cuerpo que se correspondiese con tu identidad de género?
-Habría sido más fácil, pero no sería yo. Soy quien soy ahora y tengo los valores que tengo por lo que he vivido. Lo bueno y lo malo de esto me conforman a mí y por eso no lo quiero cambiar.
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