Igor el Ruso agrede a cuatro trabajadores de la cárcel de Dueñas

Cuatro trabajadores del centro penitenciario de la Moraleja en Dueñas han resultado heridos este domingo, con lesiones de diversa consideración, tras ser agredidos por el interno conocido como Igor el Ruso. Este recluso, ingresado en el módulo de Aislamiento debido a su alta peligrosidad, se negó a ser trasladado al centro penitenciario de Zaragoza para acudir al juicio al que será sometido bajo la acusación de matar a un ganadero y dos guardias civiles en 2017 en la localidad de Andorra, en Teruel.

Por este motivo, el interno, muy agresivo en todo momento y amenazando de muerte a los funcionarios de servicio, rompió esta misma mañana un azulejo de la celda y se lo clavó a uno de los trabajadores, afortunadamente impactando en el chaleco de protección. Después de eso, continuó lanzando puñetazos y patadas a los trabajadores, causando lesiones a cuatro de ellos de diversa consideración.

El grave incidente, cuyo protagonista fue condenado en 2020 a 21 años de cárcel por dos tentativas de homicidio, fue solventado gracias a la gran profesionalidad de los trabajadores que se vieron obligados a reducir al interno en su propia celda. Posteriormente fue conducido al módulo de Ingresos donde lo esperaba una Unidad Especial de la Guardia Civil para trasladarlo a Zaragoza.

El sindicato de prisiones Acaip-UGT, mayoritario en el centro penitenciario de Dueñas y en el sector de Instituciones Penitenciarias, afirma que existe un alto grado de conflictividad en la Moraleja desde hace años debido al alto número de internos potencialmente conflictivos y al gran número de reclusos con patologías psiquiátricas graves. Viene denunciando desde hace mucho tiempo este hecho unido a la falta acuciante de personal en todas las áreas.

Los funcionarios de prisiones muestran su preocupación y su indignación por las continuas agresiones que sufren por parte de los reclusos y porque consideran que tanto la dirección del centro como la administración penitenciaria mantienen una actitud pasiva ante este problema.

Además, lamentan que los trabajadores de instituciones penitenciarias sigan sin ser considerados como agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, lo que podría evitar muchas de las agresiones que sufre el personal penitenciario. Desde Acaip-UGT desean una pronta recuperación a los compañeros agredidos y solicitan a la dirección del centro que este interno no regrese a la Moraleja.