Palencia

«Si la instalación es más difícil de abrir o romper, más fácil será disuadir al ladrón»

El cerrajero pone el foco sobre la facilidad que existe hoy en día para acceder a un amplio surtido de herramientas de apertura de cerraduras que debería estar solo al alcance de los profesionales, policía, bomberos y autoridades. «Todo está en Internet», asegura Jorge Gutiérrez Camina. Es muy sencillo encontrar en páginas web de empresas fiables y otras menos fiables, las herramientas y las técnicas para abrir puertas, ventanas y cilindros sin dañarlos. Conjuntos de ganzúas, ganzúas eléctricas y ganzúa pistola, tubos rompe cilindros, decodificador de Gorjas, llaves mágicas ('magic key') campanas y fresas. Hasta tableros de entrenamiento y tutoriales que indican cómo utilizar las herramientas más sofisticadas. La última, el decodificador multipuntos conocido como 'Topolino' que permite abrir cualquier cerradura, desde las más simples hasta los sistemas de cierre altamente sofisticados.

«Las técnicas de apertura y las herramientas para cerrajeros están al alcance de cualquiera, de los malos también», insiste Gutiérrez Camina. En su opinión debería regularse la venta de estas herramientas de forma que solo los profesionales y las autoridades tuvieran acceso a las últimas tecnologías y evitar así que los malos pudieran comprarlas. Sin embargo, la realidad es muy distinta. No solo es fácil acceder a las herramientas, es que incluso se ofrecen tutoriales para saber cómo utilizarlas y aprender a abrir cerraduras con más rapidez, en menos tiempo y ocasionando el menor daño.

«Tendría que haber un control de venta de herramientas de cerrajería y bloquear de alguna forma el acceso a contenidos que deberían ser exclusivamente para los profesionales», insiste el gerente de Sucesores de Camina.

Eso por una parte, y por otra, el cerrajero recomienda revisar los sistemas de seguridad de negocios y viviendas, porque, aunque es cierto que «no hay nada inviolable y que «todo lo que se puede cerrar se puede abrir» cuanto más tiempo y más trabajo cueste abrir una cerradura, mayor será la seguridad de lo que hay detrás de la puerta. «Si lo que tengo instalado es difícil de abrir o romper, será más fácil disuadir al ladrón», asegura.

Por son importantes las precauciones para minimizar los riesgos y es fundamental tratar de mejorar la seguridad para evitar disgustos futuros. Según este profesional, el 90% de las cerraduras instaladas en los domicilios están obsoletas porque, aunque en su momento fueran seguras, los sistemas van cambiando y los cacos van perfeccionando herramientas y métodos. «Cambiamos el móvil cada dos años pero creemos que la cerradura de casa o del negocio son para toda la vida», señala Gutiérrez Camina. Reforzar las cerraduras, sustituyendo el bombillo antiguo por bombillos de alta gama con un escudo protector y sistemas antibumping, anti-impresión y antirrotura es fundamental para ponérselo difícil a los cacos. Es cierto que los malos siempre van un paso por delante pero cuanto más tiempo y más herramienta tengan que emplear en un robo más fácil será disuadirlos.

En este punto, el gerente de Sucesores de Camina asegura que además de seguridad, ellos venden tranquilidad, porque muchas veces los ladrones no se llevan grandes botines, pero vulneran un espacio privado generando una sensación de inseguridad que es difícil quitarse de encima durante mucho tiempo. «Una buena cerradura es seguridad activa, evita que los malos entren», insiste el cerrajero. Pero tampoco está de más colocar rejas en las ventanas cuando se trate de plantas bajas o instalar alarmas y cámaras de seguridad.

Tampoco hay que olvidar las recomendaciones de la Policía y la Guardia Civil y tomar medidas sencillas que, aunque parecen obvias y de sentido común, no siempre se hacen.